“Los científicos tienen la obligación moral de advertir claramente a la humanidad de cualquier amenaza catastrófica y decirlo cómo es”. Así es como se da inicio al documento recientemente publicado por la revista BioScience en el que más de 11 mil científicos de todo el mundo declaran que el planeta Tierra se enfrenta a una emergencia climática.

Fue hace exactamente 40 años en Ginebra, cuando científicos de 50 naciones, se reunieron en la Primera Conferencia Mundial sobre el Clima y acordaron que las tendencias alarmantes hacia el cambio climático hacían que fuera urgentemente necesario actuar. Desde entonces, similares preocupaciones se activaron a través de la Cumbre de Río de 1992, el Protocolo de Kyoto de 1997, y el Acuerdo de París de 2015, así como las puntuaciones de otros conjuntos globales  y advertencias explícitas de diversos científicos. Pese a estos acuerdos, los científicos señalan que las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando rápidamente, con efectos cada vez más perjudiciales en el clima de la Tierra.

El aumento sostenido de la población humana, de la producción de carne per cápita, la pérdida global de la cubierta arbórea, el consumo de combustibles fósiles y las emisiones de dióxido de carbono son algunas de las actividades preocupantes que requieren una acción global inmediata.

Bajo ese escenario, es que los signatarios presentaron un conjunto de medidas a gobiernos, empresas y el resto de la humanidad, para disminuir los efectos del cambio climático. En otras palabras, medidas  que, al adoptarse, podrían significar  un cambio social masivo.

Energía

El mundo debe implementar rápidamente prácticas masivas de eficiencia energética y conservación, reemplazando la quema de combustibles fósiles por energías renovables limpias.

De igual forma, en el documento se especifica que los países más ricos deberían apoyar a las naciones más pobres en la transición de los combustibles fósiles a energías renovables limpias. También se menciona que esto tendría que ser complementado con la eliminación rápida de los subsidios a este tipo de combustibles y con la implantación de políticas efectivas y justas para aumentar constantemente los precios de la emisión de carbono para restringir su uso.

Contaminantes de corta duración

En el documento también se explica que es necesario reducir rápidamente las emisiones de contaminantes climáticos de corta duración, como el metano, el carbono negro y los hidrofluorocarbonos, entre otros, los cuales son los causantes del efecto invernadero. Esta acción, podría retrasar los bucles de retroalimentación climática y potencialmente reducir la tendencia al calentamiento a corto plazo en más de un 50% a lo largo de las próximas décadas, mientras se salvan millones de vidas y se mejora el rendimiento de los cultivos debido a la reducción de la contaminación del aire.

Naturaleza

©U.S. Fish & Wildlife Service/ Wikimedia
©U.S. Fish & Wildlife Service/ Wikimedia

Los científicos también hablan de que se deben proteger y restaurar los ecosistemas de la Tierra. El fitoplancton, los arrecifes de coral, los bosques, los pastizales, los humedales, las turberas, los suelos, los manglares y los pastos marinos contribuyen en gran medida a la captura de CO 2.

“Necesitamos reducir rápidamente la pérdida de hábitat y biodiversidad, protegiendo los bosques primarios e intactos restantes, especialmente aquellos con grandes reservas de carbono y otros bosques con la capacidad de secuestrar rápidamente el carbono, al tiempo que aumenta la reforestación y la forestación cuando sea apropiado a enormes escalas”, se detalla en el texto.

Alimentación

Una de las sugerencias que también entrega el documento es comer principalmente alimentos de origen vegetal. De esta forma, se reduciría el consumo global de productos de origen animal. Esto puede mejorar la salud humana y disminuir significativamente las emisiones de GEI (incluido el metano en la sección “De corta duración paso de contaminantes»).

Además, las tierras que se ocupan para el ganado podrían ser ocupadas para el cultivo de alimentos vegetales. Esto mismo sucedería con las tierras de pastoreo, lo que ayudaría a las soluciones climáticas naturales como las mencionadas en la sección anterior.

Las prácticas de cultivo, como la labranza mínima que aumentan el carbono del suelo, son de vital importancia.

Se debe reducir drásticamente la enorme cantidad de desperdicio de alimentos en todo el mundo.

Economía

Los científicos también se refieren a fenómenos impulsados por el crecimiento económico, como la extracción excesiva de recurso y la sobreexplotación de los ecosistemas. Dicen que esto debe reducirse rápidamente para mantener la sostenibilidad a largo plazo de la biósfera. 

Los objetivos deben pasar del crecimiento del PIB y la búsqueda de la riqueza a mantener los ecosistemas y mejorar el bienestar humano al priorizar las necesidades básicas y reducir la desigualdad.

Población

©Roberto Hernández/Flickr
©Roberto Hernández/Flickr

El último punto que abarca el informe se relaciona con la población mundial. Se explica que ésta debe estabilizarse, e idealmente, reducirse gradualmente, dentro de un marco que garantice la integridad social.

“Existen políticas comprobadas y efectivas que fortalecen los derechos humanos al tiempo que reducen las tasas de fertilidad y disminuyen los impactos del crecimiento de la población en las emisiones de GEI y la pérdida de biodiversidad. Estas políticas hacen que los servicios de planificación familiar estén disponibles para todas las personas, eliminan las barreras a su acceso y logran la plena equidad de género, incluida la educación primaria y secundaria como una norma global para todos, especialmente las niñas y las mujeres jóvenes”, informan los científicos.

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