La extinción de los dinosaurios, hace alrededor de 66 millones de años, trajo consigo una de las extinciones masivas más grandes en la historia de la Tierra, donde se marchitó la mayor parte de la vegetación, se vieron afectadas las cadenas alimenticias y se extinguieron tres cuartas partes de las especies del mundo. Sin embargo, su extinción también entregó nuevas oportunidades a la vida en el planeta, dando inicio a la era Cenozoica, mejor conocida como la era de los mamíferos.

"Tagua tagua Milenaria" - Ilustración de una familia de mastodontes. Créditos: ©Mauricio Álvarez
«Tagua tagua Milenaria» – Ilustración de una familia de mastodontes. Créditos: ©Mauricio Álvarez

Los mamíferos, sin la presencia de los dinosaurios, tuvieron nuevas oportunidades de expandirse y florecer, convirtiéndose en la forma de vida privilegiada y dominante de esta nueva era, que se extiende hasta el día de hoy. La fauna de mamíferos que evolucionó durante el Cenozoico se conoce como megafauna, dado que incluye una gran cantidad de especies de gran tamaño, las cuales dominaron los ecosistemas terrestres hasta el comienzo de su desaparición hace 50 mil años atrás.

Algunos de los representantes de la megafauna que habitaba en nuestro continente son el milodón, relacionado con los perezosos actuales; el toxodonte, similar a un rinoceronte o hipopótamo; los gliptodontes, emparentados con los armadillos; los proboscídeos, similares a los elefantes; las macrauquenias, similares a los guanacos o vicuñas (aunque sin un parentesco con ellos); entre muchos otros.

Estos grandes mamíferos poblaron el mundo, dándole forma a los paisajes y contribuyendo al desarrollo de los ecosistemas tal cual los conocemos hoy. Sin embargo, hace unos 50 mil años atrás, comenzaron a desaparecer, encontrándose en la actualidad, al borde de su desaparición. Actualmente, existen muy pocos ejemplares de megafauna que perduren hasta el día de hoy, la mayoría de ellos en África, y sus poblaciones se encuentran en un equilibrio muy delicado.

Ilustración de un paisaje del periodo Cuaternario en el sur de Chile. Créditos: ©Mauricio Álvarez
Ilustración de un paisaje del periodo Cuaternario en el sur de Chile. Créditos: ©Mauricio Álvarez

Grandes transformadores de los paisajes

En nuestro planeta existe una variedad increíble de animales y cada uno, con sus diferentes tamaños, colores y formas, tiene un papel único que desempeñar. Y es que los animales son verdaderos ingenieros el paisaje, siendo protagonistas y responsables directos de una buena parte de los acontecimientos que garantizan la sostenibilidad del planeta.

Hasta el animal más pequeño cumple un rol que es fundamental para la vida en la Tierra. Sin embargo ¿Cuál es el impacto de los grandes mamíferos en los ecosistemas?

Los animales grandes, pero sobre todo los herbívoros grandes, generan muchos cambios en el paisaje y, por ende, producen grandes cambios en los ecosistemas. Por un lado, pisotean las plantas, ramonean, botan árboles y comen grandes cantidades de vegetación, lo que afecta directamente a la flora del lugar. “Hay estudios en África que señalan que efectivamente un lugar con grandes mamíferos haciéndole todas estas cosas a las plantas (pisoteándolas, comiéndoselas, botándolas), permiten que haya una mayor diversidad de especies de plantas en comparación con lugares que no tienen estos mamíferos grandes”, señala Natalia Villavicencio, Doctora en Biología Integrativa de la Universidad de Berkeley, California, y especialista en la investigación de las causas y consecuencias de la extinción masiva de grandes mamíferos durante el Cuaternario Tardío en América del Sur.

Lamaichnum ignita para la Universidad Austral. Créditos: ©Mauricio Álvarez
Lamaichnum ignita para la Universidad Austral. Créditos: ©Mauricio Álvarez

Por otro lado, los grandes animales también son grandes dispersores de semillas y contribuyen al transporte de larga distancia de nutrientes. Al tener corporalidades tan grandes, estos animales son capaces de recorrer grandes distancias en poco tiempo, lo que les permite transportar semillas y nutrientes por largos trayectos, ya sea ingiriendo las frutas y semillas para luego excretarlas o transportándolas en sus pelajes.

Durante su apogeo, la megafauna fue imprescindible para el buen funcionamiento de los ecosistemas y contribuyó enormemente a dar forma a los paisajes como los conocemos hoy. Sin embargo, las funciones que cumplían estos grandes mamíferos se perdieron en el tiempo, lo cual se puede detectar, por ejemplo, en la perdida de dispersión de nutrientes y en las dinámicas de dispersión de semillas.

Como señalan diversos estudios, la extinción de la megafauna de la más reciente edad del hielo fue una tragedia biológica con repercusiones sobre la actual ecología del mundo, aun cuando han pasado más de 10 mil años. En ese sentido, la ausencia de los grandes mamíferos en los ecosistemas se hace sentir, para dar un ejemplo, en la dinámica de la dispersión de las mayores semillas (las de mayor tamaño o mayor dureza), como la palma chilena (Jubaea chilensis) o el queule (Gomortega keule), que en la actualidad poseen pocos frugívoros vivientes que logran devorar sus semillas, transportarlas y dispersarlas en el medio ambiente.

"Tagua tagua Milenaria" - Ilustración de un paisaje con megafauna. Créditos: ©Mauricio Álvarez
«Tagua tagua Milenaria» – Ilustración de un paisaje con megafauna. Créditos: ©Mauricio Álvarez

“Hay plantas que evolucionaron en ambientes con animales grandes, los cuales podían dispersar sus semillas y que hoy no tienen quién las disperse. En Chile es bien especulativo y recién están saliendo investigaciones que pueden poner un poquito de datos duros a esto. Como ejemplo esta la palma chilena, que tiene estos coquitos bien duros, y que idealmente alguien debería tragárselos enteros para poder dispersarlos, pero hoy en día nadie lo está haciendo. Si bien, a veces los mueven los roedores como los degúes, muchas veces los rompen, entonces no es la situación ideal. También tenemos otros ejemplos que pueden tener este problema como el queule, el belloto del norte y el belloto del sur, que también tienen poblaciones bien reducidas y tienen un fruto más o menos considerable. Ahora bien, sus amenazas son múltiples, no es solo porque no las estén dispersando, también está la perdida de hábitats, el cambio climático y todas las otras presiones”, añade la experta.

Asimismo, la extinción de la megafauna también derivó en una disminución del radio de dispersión de semillas, cuando se las compara con la dispersión que llevan a cabo los mayores mamíferos vivientes, como el guanaco (lama guanicoe).

¿Por qué se extinguieron los grandes mamíferos?

Casi el 80% de la megafauna que poblaba la Tierra hace unos 50 mil años, y que dominaba el mundo entero, empezó a desaparecer a medida que el planeta transicionaba desde la última glaciación hacia un periodo más cálido, el holoceno, provocando una drástica reorganización de los ecosistemas terrestres.

Las causas de esta extinción han sido un misterio para los científicos durante décadas, en las cuales se han barajado diferentes teorías en torno a la desaparición de estos grandes animales, entre ellas, los repentinos cambios climáticos que marcaron el fin de la era glaciar interglaciar y el impacto de la acción humana. Sin embargo, hasta la fecha no ha sido posible establecer una causalidad.  

Vale decir que las extinciones se produjeron en distintos momentos de la escala geológica mundial, por lo que es difícil atribuir este gran fenómeno de extinción a una sola causa. Por el contrario, tenemos que estudiar por separado cada región del mundo para deducir cuál fue la causa de la extinción de su megafauna local. En ese sentido, las extinciones masivas comenzaron a ocurrir hace unos 50 mil años atrás y terminaron hace unos 10 mil años atrás.

"Tagua Tagua Milenaria" - Ilustración glaciación. Créditos: ©Mauricio Álvarez
«Tagua Tagua Milenaria» – Ilustración glaciación. Créditos: ©Mauricio Álvarez

“La mayoría de las extinciones, con algunas excepciones como Australia – donde la megafauna se extingue mucho antes- o África -donde no se extingue-, ocurren cuando estábamos saliendo de la última Edad del Hielo, entre 21 mil a 17 mil años atrás, y pasando a condiciones climáticas más actuales. Eso implica un aumento de la temperatura promedio en unos 8 grados más o menos y muchos cambios ambientales. En general se produjeron cambios en las precipitaciones, en la vegetación, algunos lugares que se secaron, algunos lugares que se hicieron más húmedos, y esto podría haber afectado obviamente a estas poblaciones de mamíferos. Sin embargo, para el caso de las Américas en particular, otra cosa que estaba pasando es que, por ese mismo tiempo venían llegando los primeros humanos, que eran cazadores recolectores, o sea, cazaban animales y recolectaban materiales de su entorno, por lo que también pudieron contribuir a esta extinción”, agrega Villavicencio.

Cabe destacar que en Australia la megafauna se extingue mucho antes de que se produjeran estos cambios ambientales en el mundo, cuando el clima todavía no estaba cambiando producto de esta transición glacial, hace unos 50 mil años aproximadamente, pero coincide con la llegada de los primeros humanos al continente, entonces puede que haya algunas causas atribuibles a los cambios humanos. Pero la verdad no se sabe con certeza, así lo señala la Doctora en Biología Integrativa: “Pudo haber sido por causas humanas, por causas ambientales o ambas, pero la verdad es que tampoco tenemos tanto conocimiento. Los fósiles son escasos entonces no tenemos información para todas las especies que se extinguieron, no sabemos bien su ecología, no sabemos bien si eran preferidas o no por los humanos porque la información arqueológica tampoco es tan abundante para que nos diga que los cazaban. Así que aún hay muchas piezas por llenar”.

Ilustración Sitio Pilauco para la Universidad Austral. Créditos: ©Mauricio Álvarez
Ilustración Sitio Pilauco para la Universidad Austral. Créditos: ©Mauricio Álvarez

Por otra parte, tenemos la una gran excepción: África.

África es el único continente en donde la megafauna no se ha extinto. Allí podemos encontrar los mayores animales terrestres que existen: los elefantes, los rinocerontes, los hipopótamos, las jirafas, los búfalos cafres, los gorilas de montaña y los gorilas de llanura, además de megacarnívoros como los leones. Sin embargo, todavía es un gran misterio porque estos grandes animales lograron sobrevivir hasta nuestros días.

“La paleontología en África y el conocimiento que se tiene sobre los mamíferos del Pleistoceno ha estado bastante ligado a los orígenes del hombre. África fue el lugar que vio el origen de muchos homínidos. El humano moderno, el Homo Sapiens, sale desde África, entonces mucho del conocimiento que se tiene gira en torno a eso. Por ello falta conocimiento para asegurar porque no hubo muchas extinciones en África en el periodo glaciar interglaciar. Se postulan varias hipótesis de porque sobrevivieron ahí y una es que estos animales siempre fueron faunas acostumbradas a tener homínidos dentro de su ensamble, entonces evolucionaron con esa amenaza y, por tanto, estaban adaptados y sabían cómo escapar mejor”.

"Tagua tagua Milenaria" - Ilustración de acentamiento humano en Laguna Tagua Tagua. Créditos: ©Mauricio Álvarez
«Tagua tagua Milenaria» – Ilustración de acentamiento humano en Laguna Tagua Tagua. Créditos: ©Mauricio Álvarez

En ese sentido, al ser África la cuna de la Humanidad, la fauna africana habría co-evolucionado con los humanos, aprendiendo los comportamientos necesarios para eludir la caza o dificultarla. En los demás continentes, por el contrario, la fauna, que nunca convivió con los humanos, sería presa fácil para los humanos. Asimismo, hay un hecho que refuerza esta teoría: la fauna del Sur de Asia comparte el mismo destino que la africana. Sobrevive la megafauna de Asia Tropical, con elefantes, rinocerontes, bóvidos gigantes, etc. Esto ya que los homínidos se desplazaron a Asia Meridional muy temprano en el Pleistoceno, y allí se habría dado también esa co-evolución.

A pesar de las diversas teorías que existen, lo cierto es que aún no se sabe a ciencia cierta qué fue lo que ocurrió con la megafauna, por qué razones desaparecieron de casi todos los continentes y por qué sobrevivieron en algunos. Lo que si se sabe es que estos grandes mamíferos existieron y poblaron el mundo, dándole forma a los paisajes y generando grandes cambios en la ecología del planeta.

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