El principio del mes de abril en la playa de Seremeño, a 30 kilómetros de Iquique, en la Región de Tarapacá, empezó con marejadas. Cuando pasa eso, normalmente, los recolectores de huiro extraen lo que queda varado para luego secarlo y venderlo. Pero un día, en ese lugar rocoso, había llegado algo más: una pequeña cría de chungungo.

Mauricio Pizarro, buzo y pescador artesanal, vio a la chungungita cuando llevaba dos días en ese lugar. Aparentemente estaba huérfana; no habían señales de su madre. “Se salía del ruquito en el que estaba y se iba al agua. Se mojaba y se devolvía. La mamá nunca la reclamó”, comenta.

Cortesía Luis Medina
Cortesía Luis Medina

Al ver esta situación, y también porque en la zona hay perros salvajes que la podían poner en peligro, el pescador la llevó a su casa y contactó a su amigo, Fernando Olivares, fotógrafo de Marensepia, para preguntarle qué podían hacer para cuidarla.

Y así, Olivares fue a la casa del pescador. En esa oportunidad se contactaron con el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) y con OBC Chinchimén, una organización que se ha especializado en el rescate y rehabilitación de las nutrias en Chile, con casos como los de Changuita y Kalfu. Así, se estarían tomando los primeros pasos para la estabilización de esta chungungita, que actualmente está pesando cerca de 600 gramos.

Primer estado y el centro de rehabilitación

Javier Trivelli, director de Chinchimén, se comunicó con Olivares y Pizarro para ver el primer estado de salud de la pequeña chungunga: “Afortunadamente, ellos pudieron alimentar a la chungungita antes, lo que permitió que se mantuviera viva hasta que nos llamaron. En la videoconferencia hicimos una primera evaluación de su estado de salud. Estaba muy deshidratada y si bien comía, no se estaba alimentando bien porque a esa edad todavía necesitan su leche materna. Entonces, el protocolo que aplicamos con los chungungos lejos, es primero estabilizarlos”.

Mientras tanto, según explican a Ladera Sur desde el Senapesca Tarapacá, se intermedió para ingresar a la pequeña al Centro de Investigación y Recreación Marino de Iquique (CIREMAR), que depende de la Corporación Municipal de Desarrollo Social de Iquique. De esta forma, Jesús Medina, uno de los trabajadores, desde entonces, está a cargo de su cuidado.

https://www.facebook.com/IMIIQQ/videos/vb.530389600351438/659548611543540/?type=2&theater

Medina cuenta que a su llegada “estaba con hipotermia y un principio de neumonía que confirmamos a través de una radiografías. También estaban muy congestionados sus bronquios”. A esto agrega que desde entonces está con un tratamiento de antibióticos, cuidados en su alimentación y “con cuidados especiales muy definidos”.

Entre estos, explica, poco contacto con la gente, limpiezas muy cuidadosas por el moco en los bronquios y alimentarla cada hora, con una fórmula especial de leche con características para reemplazar la materna de chungungo.

Todo esto a través desde un espacio acondicionado en su hogar, debido a la contigencia del COVID-19, aclaran desde Sernapesca. “Esto es súper excepcional porque en rigor debería estar en el centro de rescate, pero Jesús habilitó un espacio en su domicilio para ternerlo con seguridad. Esto debido al momento que estamos viviendo. Por el toque de queda, la restricciones, etc. Por eso asentimos y acordamos que Jesús lo tuviese en su domicilio. Si hay que darle alimento tan seguido, entonces es imposible verlo desde el centro de rescate”, explica Patricio Rivas, encargado de gestión ambiental de Sernapesca Tarapacá.

También, desde Chinchimén han colaborado con asesorías, información y experiencia sobre el rescate y cuidado de nutrias.

Cortesía Luis Medina
Cortesía Luis Medina

“Nosotros estamos haciendo asesorías a distancia con el centro de rescate. Ayudamos con la medicación, mamaderas. También Sernapesca a nivel central nos ha ayudado con esos materiales. Ella está en Iquique y tenemos que ver cómo se desarrolla el proceso para ir a buscarla tiene que estar estabilizada. También, el plan b es brindar asesorías en el proceso de rehabilitación como en el de reinserción”, comenta Javier Trivelli, de Chinchimén.

Con esto, agrega que lo que más hay que cuidar ahora, por ser un chungungo pequeño, es la neumonía y los gases, lo que, dice, en el CIREMAR, se ha cuidado con “un trabajo excepcional”.

Cuidados para poder reinsertarla

“Es muy prematuro decir que tenemos una programación para la reinserción. Ahora estamos concentrados en un primer período de estabilización y sobrevivencia del chungungo. Vamos a trabajar para lograr reinsertarlo (…) Pero hay harto tiempo para poder pensar en un programa de rehabilitación, acercarlo al medio ambiente marino y en algún minuto reinsertarlo. Hay que ir paso a paso”, comenta Rivas, de Sernapesca Tarapacá.

Sobre la reinserción, desde Chinchimén, Trivelli explica que primero la chungunga debe ser estabilizada y rehabilitada: “Nosotros hacemos todo lo posible porque se reinserte. No concebimos un chungungo en cautiverio (…) Con esto también explica que es una incertidumbre la reinserción en el norte porque habría que investigar desde dónde obtienen agua dulce las nutrias de mar en zonas más desérticas. Al mismo tiempo habría que encontrar espacios de mayor naturalidad y ojalá que madriguera esté fuera de perros. Hay que ver e investigar la costa”.

Cortesía Luis Medina
Cortesía Luis Medina

Por su parte, Jesús Medina, del CIREMAR, explica que una vez estabilizada y comiendo bien, la rehabilitación y reinserción debería ser en la zona norte.

“Su tratamiento y retorno debería cerca de Iquique, de donde es ella. Pero eso está por verse y falta mucho tiempo para tomar esas decisiones. Sí, es posible que se pueda reinsertar. Es un trabajo de mucho tiempo, y contamos con los profesionales para poder hacerlo”, explica.

Comenta esta nota

Comenta esta nota

Responder...