Chinchimén es la única organización que ha logrado rehabilitar y reintroducir exitosamente al medio salvaje a una cría de chungungo o nutria marina en Chile, Perú o Argentina, lugares donde habita esta especie. Y hoy se enfrentan a un nuevo desafío: hace unas semanas llegó a ellos una cría de 10 días de edad a la que llamaron Kalfu y que nuevamente deberán rehabilitar para devolver en cerca de un año y medio a su ambiente natural. Sin embargo el gran obstáculo que hoy encuentran en su camino es el financiamiento.

Kalfu ©Cortesía de Chinchimén
Kalfu ©Cortesía de Chinchimén

Bajo el nombre «El legado de Changuita«, en honor a la primera nutria que luego de un año y medio de intensa rehabilitación y varios intentos de reinserción logró ser reinsertada en la naturaleza, han iniciado una campaña de donaciones que busca recolectar los fondos necesarios para mejorar los procesos de rehabilitación y costear los gastos que representa la crianza en semi cautiverio de esta especie considerada en peligro de extinción por la IUCN. Entre éstos se incluyen su alimentación, además de los tratamientos e insumos veterinarios, las mejoras en la infraestructura de la jaula en la que realizarán su rehabilitación y los profesionales encargados de velar por su salud y de monitorear sus salidas al mar, entre otros, que en total sumarían cerca de 25 millones de pesos para el período total de su reinserción.

La historia de Changuita

Changuita ©Cortesía de Chinchimén
Changuita ©Cortesía de Chinchimén

Todo comenzó a principios de 2017 cuando el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) de la comuna de Caldera, Región de Coquimbo, derivó a Chinchimén una pequeña cría de nutria de aproximadamente dos semanas de edad. Sólo sabían que llevaba al menos llevaba dos días sin alimento y cuando llegó, vieron que padecía de deshidratación, hipotermia, neumonía y diarrea, pesando tan sólo 447 gramos.

Con el trabajo de voluntarios y pequeños aportes, esta organización comunitaria fue capaz de sostener durante un año y medio el proceso de rehabilitación de Changuita. Con cerca de un mes de cuidados intensivos las 24 horas del día y una crianza en semi cautiverio, Changuita pudo recuperarse lentamente y aprender todo lo que necesitaba para sobrevivir en su medio natural. Acompañada por sus cuidadores, bajaba diariamente al mar, observada y protegida de amenazas como perros, personas y otras actividades que podrían haber afectado el éxito de su rehabilitación.

Changuita ©Cortesía de Chinchimén
Changuita ©Cortesía de Chinchimén

Su reinserción tampoco fue fácil. Se requirieron tres intentos para que Changuita pudiera vivir en libertad y valerse por sí misma. El primero, tuvo lugar en diciembre de 2017 donde le construyeron una madriguera especial para ella, con dos piezas, cada una con cámaras online para monitorear la situación a distancia.

Una mañana, las imágenes mostraron la llegada de otro chungungo a la madriguera. Changuita venía tras él, una situación jamás antes vista, y donde todos pensaron que esta historia se estaba desarrollando de la mejor manera. Sin embargo, la preocupación comenzó tres horas después cuando Changuita no volvió a su madriguera. No lo hizo en la tarde, no lo hizo en la noche, ni tampoco a la mañana siguiente. Changuita había abandonado su hogar.

Finalmente y después de una intensa búsqueda, apareció luego de dos días de vuelta en Maitencillo en el lugar donde fue inicialmente rehabilitada. Ya había colonizado un par de madrigueras en ese lugar lo que le permitió pernoctar de manera segura en pleno verano cuando estaba lleno de gente.

En un segundo intento de reinserción, Changuita duró un mes en libertad, sin embargo, volvió nuevamente a su lugar de rehabilitación. Luego de otros cinco meses en un régimen de semi cautiverio, el 4 de junio de 2018, finalmente comenzó a vivir su tercer proceso de reinserción. Hoy vive en libertad en las costas rocosas entre Papudo y Maitencillo en la Región de Valparaíso.

Javier Trivelli, presidente de la organización y principal cuidador de las nutrias en Chinchimén, nos cuenta que “La experiencia de rehabilitar a Changuita, además de haber sido increíble, nos permitió aprender mucho sobre su comportamiento en cada una de las etapas de cuidados intensivos, rehabilitación y reinserción». Hoy confían en que ese conocimiento será vital para la exitosa reinserción de Kalfu.

Un nuevo desafío

Kalfu ©Cortesía de Chinchimén
Kalfu ©Cortesía de Chinchimén

Kalfu, una nutria que fue abandonada por su madre y que llegó a Chinchimén con sólo 10 días de edad, hoy ya tiene 5 semanas y superó la etapa de cuidados intensivos. A diferencia de Changuita, que vivía en una madriguera lejos del mar y tenía que ser transportada en una jaula pequeña todos los días desde el cerro al borde costero, tendrá mejores instalaciones para que pueda salir directo al mar.

Kalfu ©Cortesía de Chinchimén
Kalfu ©Cortesía de Chinchimén

Construida bajo los acantilados de Quirilluca –un sitio prioritario para la conservación de la biodiversidad en el que Chinchimén lleva trabajando cerca de 14 años para asegurar su conservación– Kalfu cuenta con un pequeño sector de rehabilitación habilitado con una jaula conectada a través de túneles a una madriguera de roca con su propia salida al mar. Con esto esperan que su proceso de rehabilitación sea un proceso de reinserción paulatino dándole día a día mayor independencia y requiriendo una menor intervención de sus cuidadores. «Creemos que hoy somos capaces de desarrollar una técnica de rehabilitación sin que los chungungos tengan contacto directo con humanos, incluso, manteniendo nuestra técnica de rehabilitación en un régimen de semi cautiverio o semi libertad, que eran los mejores momentos para Changuita.  Ser libre al menos una vez al día creo que le permitió desarrollar todas las habilidades que necesitaba”, comentó al respecto Javier Trivelli.

Kalfu ©Cortesía de Chinchimén
Kalfu ©Cortesía de Chinchimén

“Hoy lanzamos nuestra campaña ‘El Legado de Changuita’ que está enfocada en conseguir pequeñas donaciones de personas que se puedan comprometer con un aporte mensual y así poder financiar parte de su rehabilitación, que incluye dos profesionales que le permitan a Kalfu, esta nueva cría de nutria, estar más tiempo en libertad en el mar que en su jaula de cautiverio”, dice el presidente de Chinchimén.

Kalfu ©Cortesía de Chinchimén
Kalfu ©Cortesía de Chinchimén

Si quieres donar a la labor de Chinchimén, puedes hacerlo en su página web.

Comenta esta nota

Comenta esta nota

Responder...