México: Mariposas Monarca, las mágicas viajeras cuya población disminuyó un 26% en santuarios del país

La Danaus plexippus, como se conoce por su nombre científico, fue descrita en 1758 por Carlos Lineo y su nombre común, Monarca, fue publicado en 1874 por Samuel Hubbard Scudder, por cubrir tan vasto territorio. Entre las particularidades de estos insectos, encontramos que las mariposas adultas reproductivas viven de cuatro a cinco semanas, pero cuando se acerca el otoño en Canadá y Estados Unidos, nace una generación especial que no es igual a la de sus ancestros: la llamada “generación Matusalén”. A diferencia de sus predecesores, que tuvieron cortas vidas, las mariposas migratorias viven hasta ocho meses, para hacer su camino de ida y regreso. Esto equivale a que si un humano vive en promedio 70 años, existiera una generación que viviera 500 años.

“Esta generación solo nace para volar, y por el cambio de estación debe prepararse para la travesía. De una manera que aún no logra explicarse, las nuevas mariposas utilizan el mismo camino, siguiendo las mismas rutas de sus ancestros, y en ocasiones vuelven incluso al mismo árbol”, afirman desde la organización mexicana Alternare, que trabaja en la Reserva de la Biósfera Mariposa Monarca de México. Por otra parte, en términos ecosistémicos las mariposas son excelentes bioindicadoras del estado de salud de los ecosistemas naturales, pues reflejan las condiciones de conservación o alteración de los mismos. Ayudan a la polinización, jugando un gran rol en la cadena trófica de los seres vivos y en los indicadores ecológicos.

Un reinado mágico que disminuye

Según informó el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la presencia de mariposas Monarca en los bosques de hibernación mexicanos, se redujo un 26% en diciembre pasado. Así, solo ocuparon 2.1 hectáreas de bosque frente a las 2.83 reportadas en el mismo mes de 2019. El cambio climático tuvo un impacto considerable en el patrón de migración de estos lepidópteros, así como el cambio de uso de suelo y la reducción de algodoncillos en sus lugares de reproducción de Estados Unidos.

Desde Alternare, explican que “para hacer frente a la disminución de la mariposa Monarca hace falta apoyo y acciones coordinadas entre gobiernos, la comunidad científica y la sociedad civil de México, Estados Unidos y Canadá para enfrentar juntos todas las situaciones que amenazan la travesía y reproducción de la Monarca”. También apuntan al desarrollo sostenible y el trabajo conjunto con las comunidades, ámbito que en la Reserva de la Biósfera Mariposa Moncarca trabajan a través de acciones y programas como la economía de la conservación, restauración y sostenimiento, investigación y monitoreo, inspección y vigilancia, participación social, educación ambiental y cultura, coordinación y financiamiento.

Aunque altamente preocupante, la disminución de la población de estos pequeños insectos no es nueva. Si bien el año 2018 hubo un buen número de mariposas monarca que llegaron a sus destinos de hibernación, en los últimos años las fluctuaciones, aunque variantes, han ido a la baja en relación al decenio 1993-2003. Por su parte, muchos científicos están preocupados por la población oriental de mariposas Monarca, que pasan el verano al este de las Montañas Rocosas. Este grupo es cada vez más reducido, y su supervivencia puede verse amenazada por diversos desastres naturales en sus hábitats invernales. Y, aunque esta mariposa no está en peligro de extinción, su proceso migratorio sí se encuentra en riesgo.