Chile es poseedor de un amplio rango de condiciones climáticas debido a su larga geografía. A esto podríamos agregar que en la Región de La Araucanía, aún son muy marcadas las cuatro estaciones y esto conlleva primaveras floridas, veranos soleados, preciosos colores con el cambio de hojas en otoño, y frío, lluvia y nieve durante el invierno. Las precipitaciones en esta región son más abundantes y frecuentes durante los meses de invierno y cuando éstas vienen acompañadas de bajas temperaturas, lo más probable es que caiga nieve.

Las montañas cercanas al volcán Lonquimay, reciben mucha nieve durante el invierno ©Augusto Domínguez
Las montañas cercanas al volcán Lonquimay, reciben mucha nieve durante el invierno ©Augusto Domínguez

A eso tenemos que agregar que por acá hay muchas áreas protegidas, montañas, bosques e incluso reservas privadas y buenos caminos para llegar a ellas. Por lo tanto, podríamos concluir que si estamos en el lugar preciso, en el momento correcto, es muy probable que seamos testigos de la “Tormenta Perfecta”.

La nieve recién caída sobre bosque nativo, es un espectáculo digno de vivir y para un fotógrafo de naturaleza es un regalo muy preciado. En mis treinta años recorriendo y capturando la esencia de la naturaleza tras la cámara, he sido privilegiado y regalado con aquellas tormentas perfectas que hacía mención.

La laguna Captrén se congela todos los inviernos. Se encuentra por el acceso sur al parque Conguillío ©Augusto Domínguez
La laguna Captrén se congela todos los inviernos. Se encuentra por el acceso sur al parque Conguillío ©Augusto Domínguez

No es fácil ya que yo vivo en la zona central y esos bosques de coigüe, lenga y araucarias están distantes de mi campamento base. Pero siempre es un placer recorrer esta área, hacia la cordillera de Los Andes, y sobre todo al interior de Temuco. Lugares como Malalcahuello, Icalma, Conguillío, el Parque Nacional Villarrica, Puesco, Huerquehue, y el Cañi son lugares que están sobre los 1.000 msnm y lo más probable es que tengan abundante nieve durante el invierno.

La nieve caída en las ramas, dura muy poco. Debemos estar atentos y movernos rápido ©Augusto Domínguez
La nieve caída en las ramas, dura muy poco. Debemos estar atentos y movernos rápido ©Augusto Domínguez

Hay lugares como Lonquimay o el parque Villarrica, camino a la frontera con Argentina, en que se pueden obtener lindas fotos, prácticamente bajando la ventanilla del auto. Otros, como la reserva El Cañi o el Parque Nacional Huerquehue requieren largas caminatas y buen estado físico para subir con el equipo fotográfico; buena ropa y los zapatos adecuados para no entumirse. Pero en todas sus formas, y con los distintos niveles de dificultad, el invierno en la Araucanía Andina es cautivante. Aquí les comparto algunas fotografías que he tomado allí en invierno, sobre todo en los últimos años.

©Augusto Domínguez
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En la foto se ve El Cañi, una reserva privada con acceso público. Un lugar maravilloso camino a Huife, donde están protegidas lengas, araucarias y coigües, entre otras especies.

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El Cañi presenta un ecosistema de lagunas de altura, combinadas con el más espectacular bosque templado húmedo del área. Vale la pena el esfuerzo de la pesada caminata.

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Puesco, en el Parque Nacional Villarrica, es un imperdible en invierno. Su cercanía al camino internacional y sus bellas araucarias lo convierten en uno de los lugares preferidos por los fotógrafos.

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La laguna Quillelhue, que forma parte del Parque Nacional Villarrica, es muy fotogénica en toda época.

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Esta foto del lago Toro al interior del Huerquehue, la esperé por mucho tiempo. Recién nevada y con neblina.

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A Huerquehue en invierno, no es fácil llegar. Hay que contar con buena ropa, raquetas y buen estado físico.

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Huerquehue es uno de aquellos lugares donde las cuatro estaciones se viven en plenitud.

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Si vas de Curarrehue a Puesco en invierno, quizá tengas la suerte de encontrar el cerro Las Peinetas despejado.

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Esta fue una nevada tardía de hace un par de inviernos, en mi querida Sierra Nevada, en el Parque Nacional Conguillío.

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