¿Reconoces alguna? Diez suculentas clásicas de los hogares y consejos para cuidarlas
Las suculentas son plantas que se han adaptado para almacenar agua en cualquiera de sus tejidos, ya sea raíces, hojas o tallos. De esta forma, más que un grupo taxonómico en sí, la suculencia es una característica de muchas especies de diferentes familias, entre ellas las cactáceas. En esta lista, junto a Montserrat Solervicens, arquitecta del paisaje y autora del libro “Alfabeto plantista, un abecé imperfecto para cuidar suculentas perfectas”, seleccionamos 10 especies que son comunes de tener en el hogar o encontrar cerca de él, en distintas partes de Chile. Además, te contamos algunas claves para su cuidado.
Las suculentas son un clásico. Estas plantas, conocidas por su resistencia a la sequía, están en todo el mundo, en distintos hábitats, pero frecuentemente en zonas áridas o semiáridas. Las hay silvestres, pero también ornamentales, adornando con sus formas y colores desde el interior de nuestros hogares, hasta los ambientes más desérticos.
En concreto, se trata de plantas que están adaptadas para almacenar agua en cualquiera de sus tejidos, ya sea raíces, hojas o tallos. ¡Y hay miles de especies! No son un grupo taxonómico fijo, sino que la suculencia es más bien una característica. Entonces, se consideran como suculentas plantas que se encuentran clasificadas en más de 50 familias diferentes, las cuales presentan suculencia. Por ejemplo, las crasuláceas, las aizoáceas, las agaváceas o las cactáceas, entre muchísimas más.
Sobre las cactáceas, hay que tener en consideración que todos los cactus son suculentas, pero no todas las suculentas son cactus. Estos se diferencian porque tienen un órgano especializado (areola) desde donde salen sus espinas, flores y tricomas.
Al ser tan abundantes, diversas y resistentes, las suculentas se han vuelto cada vez más comunes en los hogares y áreas verdes urbanas. Aquí, junto a Montserrat Solervicens, arquitecta del paisaje y autora del libro “Alfabeto plantista, un abecé imperfecto para cuidar suculentas perfectas”, realizamos una lista de 10 especies que es común tener en el hogar o ver cerca de él.
Antes que todo: cuidados clave para las suculentas
Riego
El riego debe ser abundante, pero poco frecuente. Esto significa: hidratar muy bien el sustrato —que el macetero se sienta pesado cuando reguemos— y esperar que se seque al 100% para volver a regar. “La mayoría de las plantas que tenemos en la casa vienen de climas o hábitats muy áridos, sin lluvia constante. Cuando llueve, lo hace muchísimo, entonces hay que copiar eso”, comenta Montserrat.
Otro tip es regar el sustrato, no rociar la planta. Son plantas que necesitan mucha agua, solo que no frecuentemente.
Luz
Por lo general, todas las suculentas que hay en los hogares, idealmente, tienen que estar en el exterior. Aquellas que soportan el interior, tienen que estar asociadas a una ventana, ojalá con orientación norte.
“Son plantas que vienen de hábitos con mucha radiación solar. Entonces necesitamos suplir esa radiación que necesitan para hacer fotosíntesis, para que mantengan sus colores. Si las dejamos en un lugar en la que no recibe la suficiente radiación, esa planta morada, roja, preciosa, se va a poner verde ¿por qué? Porque está produciendo más clorofila para poder suplir la cantidad de energía que necesita para funcionar perfecto”, explica Montserrat.
Otra cosa para tener en consideración es que las suculentas se etiolan. Esto quiere decir que, ante la falta de luz, la planta se estira en búsqueda de la fuente más cercana de luz. La mayoría de las suculentas necesitan cuatro a seis horas de luz directa.
Sustrato
Al provenir de climas áridos, las suculentas necesitan de un sustrato que pueda captar el agua y drenarla rápido. “Necesito que sea un sustrato que sea poroso cosa que todo lo que yo tengo el macetero se hidrate y que deje pasar el exceso de agua por el drenaje, en ese sentido, el drenaje es clave también en los maceteros”, dice Montserrat.
Por ello, se recomienda tener maceteros con hoyos, sino se necesita mayores cuidados para la planta.
La importancia de la ubicación: Si una planta está mal ubicada. Por ejemplo, no le llega buena luz, probablemente se debilitará, siendo un foco perfecto para las plagas. Tener plagas ayuda a saber si le falta luz, si el sustrato no es adecuado, si el riego está muy espaciado o no, etc.
10 especies que están en nuestros hogares o cerca de ellos
Lengua de suegra (Dracaena trifasciata)
Antiguamente considerada en el género Sansevieria, esta planta es un clásico de los hogares. Llama la atención por la forma afilada de sus hojas. Es parte de la familia Asparagaceae.
“Es una planta súper versátil porque puede estar tanto al interior como al exterior. Depende del clima. Soporta bajos niveles de luz y necesita riego muy bajo porque son súper susceptibles a hongos”, comenta Montserrat.
Esta especie es originaria del oeste de África tropical hasta Nigeria, y al este de la República Democrática del Congo.
Árbol de jade (Crassula ovata)
Este es un clásico de los hogares y parques urbanos. Crassula ovata, muy conocida como árbol de jade, es un arbusto con detalles leñosos, que puede superar los 50 centímetros de altura con los años, por eso también se poda. Se dice, popularmente, que es una planta que atrae la abundancia.
Se adapta tanto a interiores como exteriores, sin embargo, es una planta que necesita mucha luz. Por lo tanto, si está al interior, debe estar cerca de una ventana con buena iluminación.
Sin embargo, es una especie de un gran género, del que existen más de 600 de especies que también están en los hogares. Provienen de África.
Echeverias
Más que una especie en particular, las echeverias son grandes reinas suculentas de los hogares. Forman rosetas que no tienen tallos que forman parte de la familia de las Crasuláceas. Sus hojas son carnosas. Aquí existen especies que soportan tanto exterior como el interior.
Por ejemplo, en exterior Echeveria gigante o E. pallida se dan bien. La primera necesita mucho sol y es de las más grandes del género. También se conoce como echeveria imperioral o flor de hoja. La segunda puede llagar a los 50 cm e incluso tener un diámetro de hasta 30 cm. También prefiere una buena exposición al sol.
En el interior, se recomiendan más pequeñas, como E. secunda. Se conoce como conchita, originaria del centro de México, siendo una de las más populares y abundando en viveros. Es de cuidado fácil, con su forma de roseta y color verde pálido. En interior, siempre tiene que estar cerca de una ventana, con al menos seis horas de luz al día.
Existen poco más de 120 especies de echeverias que, en general, están en zonas áridas, semi áridas y templadas, principalmente de México, donde está la mayor diversidad de especies. Allá también existen especies, como E. longissima, que está altamente amenazada por su extracción para fines comerciales.
Aeonium
Los aeonium se confunden fácilmente con las echeverias ya que también tienen rosetas y pertenecen al mismo género de las Crasuláceas. ¿La diferencia? Estas suculentas tienen las hojas más plantas, al retener un poco menos de agua y crecer de manera más arbustiva. Las echeverias, en cambio, crecen pegadas al suelo.
Aeonium hay de muchísimos colores y en Chile es mejor tenerlos en la zona centro, ya que no aguantan las heladas, pero son de exterior. Algunos conocidos son Aeonium hawhortii, A. canariensis o A. kiwi.
Muchísimas de las especies de Aeonium vienen de las Islas Canarias, en España, donde habitan al menos 30 especies distintas.
La pata de guanaco (Cistanthe grandiflora)
Esta es una planta nativa chilena, perteneciente a la familia de las montiáceas. Se reconoce mucho por sus flores rosadas, pero son sus hojas las que tienen características suculentas.
Necesita estar a pleno sol y, al ser nativa, soporta más el exterior. “No es muy resistente a trasplantes, no se puede tener en el interior. La flor atrae principalmente polinizadores nativos. Es muy típica de zonas costeras en la zona central”.
Habita desde la Región de Antofagasta a la del Ñuble.
Nolanas
También conocidas como suspiros, las Nolanas son plantas nativas de Chile con especies que tienen características suculentas. Una de las más comunes es Nolana crassulifolia, que habita naturalmente entre la segunda y quinta región. Su suculencia se ve en sus hojas.
“Crece como cubre suelo o bien pegada a roqueríos, dando una textura muy bonita. Tiene hojas muy chiquititas, medio aterciopelada”, comenta Montserrat. Se ve mucho en zonas costeras, en jardines, por ejemplo, de las personas que viven por esos sectores
Al ser nativas, se adaptan a vivir en su propio hábitat, por lo tanto, son de exterior. Caso parecido es el de la Nolana paradoxa, que habita en lugares con mayores precipitaciones entre la Región de Valparaíso y Los Lagos, aunque necesita sol.
El género Nolana cuenta con cerca de 90 especies, de las cuales 49 son chilenas.
Doca chilena (Carpobrotus chilensis)
Esta planta es un clásico de la costa chilena, y ha llegado a Argentina, California, España y Nueva Zelanda. Pertenece a la familia de las aizoáceas. También hay especies de docas en otras partes del mundo, como Australia o Sudáfrica (desde donde viene la también presente en Chile, Carpobrotus edulis). Son plantas muy resistentes, que soportan la aridez y suelos pobres en nutrientes.
“Es una plana súper aperrada, con flor y hoja pequeña. Se da como cubresuelo, está en taludes o al costado de las carreteras. Se ocupa mucho en las casas”, comenta Montserrat.
La especie habita en la costa de Chile, entre las regiones de Antofagasta y Los Ríos.
Ágaves
Los ágaves se ven mucho en casas, así como en plazas. Tienen distintos tamaños y formas de hojas, siempre con su forma de roseta basal con hojas duras y fibrosas. Tienen púas al borde de sus hojas y, cuando crecen, dejan marcas que parecen pequeños colmillo en las hojas de abajo. Son parte de la familia Asparagaceae.
Prefieren idealmente ambientes secos y soleados, requiriendo poco riego (de hecho, en invierno pueden pasar un par de días con el sustrato seco).
“Bajo el cerro Calán hay muchos, se ocupa como cerco vivo porque tienen sus púas en el borde de la hoja (…). Son buenos puntos focales en jardines, porque algunos crecen grandes. Dicen, además, que las suculentas no se queman, se cocinan, porque tienen agua dentro, entonces no transmiten fuego. Por eso son buenos cortafuegos”, comenta Montserrat.
Son principalmente nativos de México, aunque también hay en Estados Unidos y América central hasta Venezuela.
Aloes
Este es, sin duda, uno de los mejores acercamientos al mundo de las suculentas. Se pueden tener tanto al interior como al exterior. Tiene hojas verdes, alargadas y duras, con espinas a sus costados. El más común de todos es el aloe vera (Aloe barbadensis (Miller)), pero hay muchísimas más en las casas, como Aloe brevifolia.
“Los aloes vienen en todos los tamaños, formas, colores y presentaciones. Son tremendamente aperrados. Son muy perdonadores con el riego, almacenan mucha agua y tienden a tener como un gel por dentro que les ayuda a sobrevivir en tiempo de sequía”, comenta Montserrat.
Si se vive en departamento o en un espacio más pequeño, los aloe son una buena opción en un macetero, principalmente porque son especies que se propagan muy fácil desde su tallo o sus raíces. Además, en exterior son buenos atractores de picaflores u otros polinizadores, al tener una flor tubular.
Es un género que abarca más de 500 especies que provienen en su mayoría de África.
Rosarios (Curio rowleyanus)
¿Quién no ha intentado tener un rosario? Atractivo por ser colgante y sus hojas esféricas de un vivo color verde claro, se han vuelto una planta clave para los amantes de las suculentas, principalmente por la apariencia que tiene, que cuelga. Sin embargo, para muchos es un desafío.
“Cuando me preguntan por problemas con los rosarios, yo digo que hay que tener algunas cosas en cuenta. Primero, que vienen siempre con un mal sustrato cuando se compra, o la mayoría de las veces, Entonces hay que cambiarlo. Lo otro, ¡hay que ponerlo en un macetero ancho! Lo que pasa con esa planta es que viene muy tupida arriba y se cae completa, yo recomiendo que, después de cambiar el sustrato, todo lo que cuelga lo pasemos para arriba, antes de que se caiga. Esto se aplica a todos los curios: tienen raíces aéreas en los tallos, donde tienen puntos con células sin especializar, que se convierten en raíces al tocar sustrato. Así la planta puede enraizar bien”, comenta Montserrat.
Puede estar en interior o exterior, es versátil, siempre que tenga mucha luz indirecta.
Planta originaria de Sudáfrica.
¿Cómo propagar?
Si bien existen varias formas de propagar, Montserrat recomienda dos: por esqueje o por hoja.
El esqueje es: sacar una ramita de la “planta madre” y plantarla en general. “La clave para que sobreviva es que esa ramita no se riegue hasta que no se vea nuevo crecimiento, porque si yo riego esa planta y no tiene raíces, se me va a pudrir porque no tiene cómo absorber esa agua. Si yo riego con raíces, entonces seguirá creciendo”, comenta Montserrat.
Por hoja: Funciona mucho para géneros como Echeveria, Graptopetalum o Pachyverias. Es importante que la hoja salga completa de la planta madre. “En el extremo que está pegado al tallo es donde yo tengo las hormonas y la información genética, por eso debo sacar la hoja completa. ¿Cómo me doy cuenta? Al sacarla tiene como un puntito medio achatado, donde están todas las células necesarias”, explica Montserrat. En ese caso se rocía un poco de agua a medida que va creciendo.
*Recuerda siempre, si vas a comprar, hacerlo en viveros especializados, que se dediquen al cultivo y propagación de estas plantas.
*Se decidió dejar fuera de esta lista a las cactáceas, debido a que existen especies protegidas que se encuentran muy amenazadas por su extracción ilegal.