Trail running: éxito v/s fracaso

Antes de leer este post, hay que tener en cuenta que soy un deportista amateur. Me gusta la competencia pero como un hobby. Compito para viajar y conocer nuevos lugares, poder desafiar al cuerpo y llevarlo hasta el limite,  trabajar la mente y la paciencia para seguir adelante, compartir con amigos y algunas veces tratar de subirme al podeum.

El 6 de Diciembre de 2014 se realizó la segunda versión de Vulcano Ultra Trail, carrera que se desarrolló en el Parque Nacional Vicente Pérez Rosales a los pies del Volcán Osorno, Puerto Varas.

Las distancias posibles eran 15K, 35K, 64K y 80K. La elegida, 64K con un desnivel positivo de 3.070mts.

9:33:00 fue el tiempo, Éxito o Fracaso?

El éxito podría definirse como un resultado feliz de una acción emprendida y el fracaso el resultado adverso a lo que se esperaba.

Fue una carrera bastante dura, con un terreno muy técnico y con ascensos desde los primeros kilómetros. Frio, lluvia, viento, una terrible oscuridad y desolación fueron los primeros factores que me llevaron a pensar – ¿qué hago aquí?, no creo que lo logre. ¿Me retiro ahora que estoy cerca de un lugar seguro? ¿Cómo estarán mis amigos, cómo estará el resto de los corredores? Muchos pensamientos empiezan a dar vueltas por la cabeza; la familia, los amigos, trabajo, la vida, de todo lo que uno se pueda imaginar (hasta lo inimaginable en momentos de sueño y poca lucidez).

¿Voy a fracasar si no termino este desafío? Fue algo que estuvo conmigo muchas horas. En un principio pensé que el éxito estaba en cruzar la meta con los brazos en alto, descansado en los abrazos y felicitaciones del resto de los participantes, de gente que te conoce, o no. Pero a medida que pasaban las horas me empecé a sentir bien, sentí que ya tenía un resultado y estaba feliz, aunque no había cruzado la meta sentí que lo estaba logrando. Algunas horas después logre entender esa sensación de gratitud.

Comenzar la carrera y pasar por el arco de partida era mi gran logro, ya había cumplido con mi objetivo. Este viene de una decisión tomada hace algunos meses atrás, en el momento en que acepte este nuevo desafío.

Son muchos los meses y hasta años los que toman para poder correr ultramaratones, meses de esfuerzo y sacrificio donde el entrenamiento y perseverancia son la clave. Pocas horas de sueño, lugares a los cuales pensabas que jamás llegarías, mucha oscuridad, salir en equipo, salir solo, y el clima dando una sorpresa cada día. Por todo esto tuve que pasar para llegar al gran día, la carrera, estar ahí… el éxito.

Entonces, si ya había cumplido mi objetivo ¿Cómo podría fracasar?

Algunas horas más de reflexiones me hicieron llegar a una conclusión que el fracaso (para alguien amateur como yo) tiene muchas formas de darse en una carrera, y no van de la mano de los errores en la preparación, alimentación o en no poder cruzar la meta sino en conductas que se pueden tener al momento de enfrentar una carrera como esta o al enfrentar la vida.

Luego de dar algunas vueltas llegue a la conclusión de que hay 3 grandes aspectos que me pueden llevar al fracaso en esta disciplina:

* No usar el equipo obligatorio. En este tipo de carreras siempre se corren riesgos debido a las largas horas que se pasan corriendo (9:33:00 en este caso), los lugares donde se realizan y las condiciones climáticas que pueden llevar a hipotermia, cansancio extremo, deshidratación, lesiones, perderse de los senderos, etc. Por esto se debe cumplir con una lista de elementos que la organización pide a cada corredor. Me ha pasado en carreras de aventura que he olvidado elementos obligatorios (espejo) pero siempre trato de llevar lo que se pide. Habrán discusiones entre los que están o no de acuerdo a este punto, pero si está en el reglamento se debe a que hay riesgos que se quieren evitar. Es muy fácil quedar sólo en medio de la nada a muchos kilómetros de un puesto seguro y si no se tiene el abrigo, hidratación o lo suficiente para ser rescatado o llegar a un lugar seguro se corre un gran riesgo.

* No ayudar a otros corredores. No es sano sacar ventaja de alguien que toma el camino equivocado (esta es una carrera donde el camino está marcado, también hay carreras donde la orientación es una disciplina), hay que ser humano y no pensar solo en el resultado ya que hay personas que pueden necesitar ayuda, estar perdido, deshidratado, con alguna lesión o algún factor que no le permita seguir haciendo su carrera de manera correcta.

Carreras habrán muchas, pero la oportunidad de ayudar a alguien no se da muy seguido.

* No seguir la ruta para acortar distancias. En algunas carreras llegamos a lugares donde ya hemos estado y conocemos bien, por lo tanto, se podría obtener una ventaja adicional cruzando por sectores que hagan más corto un tramo. Ahora, en carreras como Vulcano, el camino esta demarcado y todos deben seguirlo. No hacerlo puede generar una gran ventaja sobre el resto de los competidores.

Aquí, o en la vida, el éxito o el fracaso pueden darse de distintas maneras. Cruzar la meta te da la satisfacción de haber logrado el objetivo, pero el éxito se da aunque no se logre cruzarla. No cruzar una meta es una tremenda oportunidad de aprendizaje. El éxito está en todo lo realizado para haber llegado hasta ese lugar, en haber comenzado la carrera y hacerla de la mejor manera, en apoyar a los corredores que lo necesiten, en dar todo lo que uno puede para seguir avanzando hasta el final.

Esta vez logré cruzar la meta, al igual que muchos corredores, y me toco estar con otros participantes no habían terminado. Ahí estaban, felices apoyando al resto que venía llegando, quizás con una sensación un poco más amarga (y es algo muy natural) pero con las ganas de buscar un nuevo desafío que enfrentar. Sacando conclusiones, entendiendo y aprendiendo de las sorpresas que nos puede dar nuestro cuerpo. Habían hecho lo suyo, habían hecho una buena carrera, pero por distintos motivos no pudieron terminar, eran unos más de los triunfadores de ese día.

Imagen encabezado: Latitud Sur Expedition, Carrera Altos de Lircay

Imágenes de Vulcano tomadas de: Flickr