Este viernes la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, anunció que Chile se convertirá en la sede de la próxima cumbre de la ONU por el cambio climático a realizarse en 2020, luego que el presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, retirara la oferta del actual mandatario, Michel Temer, de albergar la cumbre.

Junto a Costa Rica, será Chile el encargado de organizar la 25º versión de la mayor reunión mundial sobre medio ambiente, a la que se espera que asistan representantes de 200 países. Luego de agradecer el apoyo a la Conferencia de las Partes por albergar esta cita en Chile y mantenerla así en la región de América Latina y el Caribe, la ministra declaró: «Queremos que sea una oportunidad para mostrar lo mejor de nosotros y más ampliamente las riquezas naturales, culturales y sociales de toda la región. En nombre del gobierno de Chile y de nuestro Presidente Sebastián Piñera quiero reafirmar que creemos verdaderamente, que el verdadero desarrollo económico y social sólo es posible si se cuida del medio ambiente».

Glaciar Balmaceda ©Lhormazabal
Glaciar Balmaceda ©Lhormazabal

Al respecto Matías Asún, director nacional de Greenpeace Chile, advirtió que este encuentro internacional se trata del más importante en la historia del país y que Chile debe hacerse responsable “no solo en el plano logístico, sino especialmente en la consecuencia que debe mostrar el país entre lo que dice y lo que efectivamente hace” y añadió: “No podemos mostrar un país medioambientalmente contradictorio”.

A su vez Mauro Fernández, coordinador de Clima y Energía de Greenpeace Andino, añadió: “Es un hito que la COP25 se haga en Chile y será el momento de liderar un proceso que lleve a cumplir las todavía lejanas metas del Acuerdo Climático de París”.

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