Durante la temporada de lluvias, los bosques de esta comunidad se inundan con las aguas del río Amazonas. Estas aguas solían traer beneficios, como la posibilidad de pescar más cerca y desplazarse más rápido en canoas hacia otras comunidades o la capital, Leticia, en comparación con ir a pie. Sin embargo, hoy en día, estas aguas también traen consigo basura, especialmente plásticos. Río arriba, en cada ciudad grande que se encuentra en las orillas del río, se acumula una cantidad impresionante de basura. Es impactante presenciar cómo el puerto de Leticia se encuentra rodeado de un mar de plástico flotante que contamina todo a su paso. Lamentablemente, no existe un control real ni se toman medidas serias para frenar este fenómeno. La contaminación plástica se ha vuelto parte de la vida cotidiana, por lo que ya no sorprende a sus habitantes, aunque sí llama la atención de los visitantes. Uno no espera ver esto en el Amazonas, el pulmón del mundo. Uno cree que esto solo se ve en grandes ciudades, pero la realidad es que se puede ver con más frecuencia de lo que creemos.

Proyecto fotográfico de Juan Amarú junto a la colaboración de miembros de la etnia Tikuna en la comunidad de San Pedro de los Lagos
Proyecto fotográfico de Juan Amarú junto a la colaboración de miembros de la etnia Tikuna en la comunidad de San Pedro de los Lagos

La problemática alarmante de la contaminación por plástico se está extendiendo a nivel mundial, y su impacto sigue aumentando de manera preocupante. Si no actuamos de inmediato, para el año 2050 nos encontraremos completamente inundados por este material. Los datos son desalentadores: se estima que se compran aproximadamente 1.000.000 de botellas de plástico por minuto, lo que equivale a una impactante cifra de 20.000 botellas por segundo.

Desde 1950 hasta la actualidad, se han fabricado aproximadamente 8.000 millones de toneladas de plástico en todas sus formas. Es realmente alarmante que solo se haya reciclado un 9% de este plástico, mientras que un preocupante 79% se encuentra en vertederos o flotando en nuestros océanos. Además, es importante destacar que el Amazonas, uno de los ecosistemas más importantes del mundo, se ve gravemente afectado por esta crisis. Estudios han demostrado que en el río Amazonas se acumulan alrededor de 150.000 toneladas de plástico al año, lo que amenaza la vida silvestre y la biodiversidad de la región.

Proyecto fotográfico de Juan Amarú junto a la colaboración de miembros de la etnia Tikuna en la comunidad de San Pedro de los Lagos.
Proyecto fotográfico de Juan Amarú junto a la colaboración de miembros de la etnia Tikuna en la comunidad de San Pedro de los Lagos.

El impacto de esta crisis ambiental es desgarrador y mi objetivo es ponerlo en evidencia a través de este proyecto fotográfico. Quiero mostrar cómo este breve placer en nuestras manos deja una huella devastadora en el planeta, una huella que puede perdurar entre 400 y 1000 años. Quiero resaltar cómo el plástico ha invadido incluso los rincones más remotos de lugares emblemáticos como la Amazonía, la cual, si no se toman medidas urgentes, corre el riesgo de convertirse en una isla de plástico similar a la del Pacífico. Es imperativo que cambiemos nuestra forma de consumir y nos eduquemos sobre la gestión adecuada de nuestros desechos. A menudo, no somos conscientes de que una simple botella puede contaminar tanto física como visualmente nuestro entorno.

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