El territorio  chileno ha sido, desde hace ya treinta años, fuente de inspiración para mi trabajo fotográfico. En éste, no busco las grandes vistas y paisajes. Por el contrario, persigo alejarme de la obviedad para acercarme a lo abstracto; abandonar la amplitud para concentrarme en lo mínimo.

Mi intención es construir una nueva imagen con los elementos que entrega el paisaje y el instante. Una imagen que se aleja de lo meramente documental. Una imagen real, por cierto, pero no por esto literal. Una mirada que no requiere de intervenciones ni efectismos durante ni después de la toma. Las estribaciones del volcán Llaima, escasas en elementos figurativos, constituyen un escenario inspirador al minuto de construir una imagen coherente con esta búsqueda estética.

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