Esta historia es un extracto de un viaje más grande por la zona sur de la Región de Aysén. Dentro de mis cercanos la he contado en más de una ocasión y con el mismo entusiasmo por cada camino que he realizado, pero esta vez se las compartiré a ustedes. Se trata de un recorrido por la ribera sur del lago General Carrera o como es conocido en el idioma Tehuelche: “Chelenko” que significa “Aguas turbulentas”. Soy Juan Pablo, también conocido como “Poroto el cicloviajero”,  y este es el viaje en bicicleta por el “Paso Las Llaves”.

Día 1: Aguas azules de la Patagonia

Esta aventura comenzó a las orillas del río Baker, donde después de una acampada perfecta y un buen desayuno de papas con verduras varias y huevos, partí a Puerto Bertrand. Al principio luché en un ascenso hacia una zona alta donde es posible ver grandes campos, propios de esta zona de la Patagonia, pero con visibles rocas que son indicios de que estaba cerca de los Campos de Hielo Norte. A unos 8 kilómetros de recorrido hacia el norte me topé nuevamente con el lago Bertrand que nace directamente del desagüe del lago General Carrera. El color turquesa de estas aguas es muy intenso en esta zona.

Acampando a los pies del río Baker ©Juan Pablo Delgado
Acampando a los pies del río Baker ©Juan Pablo Delgado

Típicos son los cortes en el camino por los constantes trabajos de mantención que se realizan pero que para un viajero es una excelente oportunidad de descansar y de conocer a otros viajeros en la Carretera Austral. Ya en ruta nuevamente,  continuamos al desagüe del lago General Carrera.

La próxima parada en este día es Puerto Guadal, un pueblo ubicado en la ribera Suroeste del lago General Carrera. Este lugar tiene una fuerte historia en la ganadera y minera donde los primeros colonos llegaron en los años 20´ y en la que los últimos años se ha fortalecido gracias al turismo como un punto importante de visita.

En Puerto Guadal me esperaría mi amigo Michael y su familia para así conocer más a fondo el sector. Sin embargo, para llegar a destino había un gran desafío: recorrer 12 kilómetros, 6 de subida y 6 de bajada intensa. Pero se logró, aunque llegué con la rueda pinchada de la bicicleta, por lo que tuve que ir al taller de Michael, un lugar mágico llamado “Nahuelpichi” con bellas obras de artes como muebles construidos de madera nativa traídas desde Puerto Aguirre, una pequeña biblioteca para la comunidad de Puerto Guadal y pequeños duendes con diversas temáticas.

Día 2: En busca de la “mina escondida” y un equipaje especial.

Al día siguiente visité la “mina escondida” a unos 10 kilómetros al sur de Puerto Guadal tomando un camino secundario, todo cuesta arriba. En el camino se veían pequeños predios y bosques de ñirres con los primeros vestigios del otoño que se aproximaba. La entrada al terreno de la mina es una pequeña tranca con un letrero que te avisa que has llegado, pero debes avanzar unos 2 kilómetros para llegar a las instalaciones. Este camino interno muestra como la naturaleza ha ido recuperando lo suyo con un renoval de bosque nativo de la zona.

Refinería de la Mina Escondida ©Juan Pablo Delgado
Refinería de la Mina Escondida ©Juan Pablo Delgado

Ya en la mina lo primero que uno ve es un escorial y a un costado se encuentra una bella laguna. Las instalaciones que se pueden ver  son la casa de la administración, de los trabajadores, electricidad, mecánica, herrería polvorera, las bocas de los túneles, múltiples restos de la maquinaria que se utilizó en la mina misma y la refinería que es la estructura principal del recinto.

Mientras recorría la mina me encontré con una escena perfecta: un gaucho junto a su compañero el caballo y sus fieles perros de trabajo. Su nombre era Humberto y tras conversar unos minutos con él me invitó a a su casa para compartir unos mates y tortas fritas.

El guacho y sus compañeros de trabajo ©Juan Pablo Delgado
El guacho y sus compañeros de trabajo ©Juan Pablo Delgado

Tras un buen rato se me pasaría gran parte de la tarde y por tanto debía volver a Puerto Guadal para  cumplir con una misión que tenía guardada en mi equipaje: la entrega de libros que traía en mi bicicleta como un regalo a Michael por parte de los voluntarios del Programa de Hipoterapia UACh de la cuál fui participe en mis años de universidad, un pequeño aporte para que pueda seguir creciendo aún más la biblioteca de “Nahuelpichi”.

Día 3: Acercándonos al paso

Ya con el cuerpo descansado y con el corazón contento era momento de continuar con el viaje y acercarme a la zona más complicada de la ruta: el Paso Las Llaves, que se ubica en la ruta que une Puerto Guadal con Chile Chico en su punto medio, correspondiendo un tramo de 18kms aprox. de los 116kms., que separan ambos pueblos. Se le conoce por su camino zigzagueante, subidas y bajas rectas y tramos al borde de los riscos. Sin duda, el lugar perfecto para sentir la Patagonia en todo su esplendor.

El Paso Las Llaves ©Juan Pablo Delgado
El Paso Las Llaves ©Juan Pablo Delgado

En la ruta, al principio hay algunas rectas, pero prontamente se hacen presentes las grandes quebradas que han sido labradas por la fuerza de los ríos, el viento es fuerte donde pega con fuerza las laderas de los cerros donde hay muchas zonas desnudas de vegetación. En otros puntos más resguardados es posible encontrar grandes bosques de lengas, ideal para acampar y prepararme para la gran batalla del día siguiente.

Día 4: La batalla por el paso

A los pies del “Paso Las Llaves” se comienza con una larga cuesta con pocas curvas, pero que en su cima te permite ver una panorámica de todo el lago General Carrera y si miras al oeste, puedes ver la Cordillera de los Andes y los glaciares que cubren los valles y las montañas haciendo recuerdo que en dicho punto se encuentra los Campos de Hielo Norte.

En ruta por el lago General Carrera ©Juan Pablo Delgado
En ruta por el lago General Carrera ©Juan Pablo Delgado

Al continuar, es evidente la altura que se logra por ese ascenso ya que el camino va bordeando acantilados que llegan directamente al lago y los vientos es lo que más caracteriza esa zona, por tanto se debe ir pedaleando con mucho cuidado. Bajadas largas que te llevan al nivel del lago existen pero que después deberás volver a subir por cuestas en zigzag, el paisaje irá cambiando, los bosques irán quedando atrás por riscos y pequeños matorrales dando pie a la estepa patagónica pero no el término del paso.

Se llega a un punto en que el camino se abre bastante donde el viento puede correr sin problemas hasta que nuevamente ascendemos a un punto muy alto donde se encuentra un camión abandonado al borde del risco como una clara advertencia de las precauciones que se debe tomar en la ruta, posterior a ello las grandes quebradas y riscos van quedando atrás pudiendo así encontrar una zona amplia y plana al borde del camino para instalar el campamento sin antes tener la visita de pequeños escorpiones que salían de las piedras para buscar calor de mi cocinilla cuando preparaba mi cena. Comprenderán que tuve que dejar bien cerrada mi carpa para que no entrase ninguno de los escorpiones.

Campos y glaciares de la Patagonia ©Juan Pablo Delgado
Campos y glaciares de la Patagonia ©Juan Pablo Delgado

Día 5: Llegando a destino.

Era un nuevo día de viaje, el día en que llegaríamos a Chile Chico, sin antes pasar por la laguna verde a unos 25 kilómetros de dicha ciudad que fue marcada por un accidente minero tiempo antes, un recuerdo de los peligros de la vida del minero. El camino se va haciendo mucho más amigable y tranquilo dada a la disminución de las pendientes pero el sol de la estepa se hace presente en todo momento, evidencia del microclima propio de la zona que permite el cultivo de cereales y árboles frutales donde el cerro Bayo es vigía en los últimos kilómetros, punto donde pinché la rueda trasera de mi bicicleta.

No tuve el deseo de repararla dada a que era un pequeño pinchazo y con mi inflador le podía dar un poco más de presión para llegar a destino pero debía de apresurarme y es así que vería el Cerro Las banderas, lugar donde es posible tomar foto de la postal panorámica de Chile Chico demostrando así que había completado la ruta por el “Paso Las Llaves”, un lugar donde la Patagonia me mostró su fuerza y belleza que tanto me ha cautivado como una de las rutas en bicicleta más difíciles que he realizado. Descansé unos días en Chile Chico para después cruzar la barcaza hacia Puerto Ibáñez y continuar mi viaje. ¡Que las ruedas sigan rodando!

En el Cerro Las Banderas en Chile Chico ©Juan Pablo Delgado
En el Cerro Las Banderas en Chile Chico ©Juan Pablo Delgado

Para mayor información como otros detalles de esta ruta como lugares para acampar, fotos y videos o de otras rutas que he realizado dentro de mi hermoso país, Chile entren a este link.

 

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