Una güiña nadando en las torrentosas aguas del río Cholguaco, en Caleta Cóndor, en la Región de Los Lagos. Eso se muestra en el video registrado por Gerardo Haeger el 22 de julio de 2020, que compartió con la Coordinación Felinos Silvestres, y que resulta ser inédito.

Según se explica en un artículo de Byron Guzmán Marín, presidente de la Coordinación de Felinos Silvestres Chile y fundador de Conservación del Gato Güiña, hasta ahora los reportes existentes sobre este felino no indican que sea nadador.

Una información que corrobora a Ladera Sur Constanza Napolitano, académica del Departamento de Ciencias Biológicas y Biodiversidad de la Universidad de Los Lagos y directora del Proyecto National Geographic de Implementación del Plan Nacional de Conservación de la Guiña en Chile, quien explica que con esto se revelan aspectos conductuales de la güiña.

“Ya sabemos que esta especie tiene una alta plasticidad que esta estrechamente asociada a cobertura vegetal, a bosque nativo. Se adapta bastante bien a habitar en paisajes fragmentados, atravesando éstos usando corredores de vegetación incluso muy pequeños, pero con cobertura vegetal”, dice Napolitano.

Teniendo eso en cuenta, explica la también investigadora del Instituto de Ecología y Biodiversidad que es interesante ver cómo también el cruce de ríos conversa bastante bien con los resultados estudiados de la especie, en relación a su genética poblacional: “Con la población de güiñas, específicamente, ya sabemos que no hay barreras a la dispersión o el flujo génico, y eso es importante porque hay ríos en la zona y estos no están siendo barreras».

Otro aspecto a tener en cuenta, explica Napolitano, es que esta es una especie territorial: “Los machos y las hembras tienen territorios exclusivos. Puede haber más de una hembra en el territorio de los machos, pero para un macho, si tiene un territorio extenso y lo atraviesa un río, me imagino que se va a ver forzado a cruzarlo. También podría haber estado escapando de perros. Existen distintas razones por las que los individuos se podrían dispersar o, como se ve en el video, cruzar ríos”.

El gato güiña  

La güiña es uno de los cinco felinos que habitan en Chile, y también es el más pequeño de América. Habita desde la Región de Coquimbo hasta la de Aysén, presentando físicamente características como un pelaje café a café amarillento con manchas circulares. Su cola es corta, gruesa y con anillos más oscuros. También existen ejemplares melánicos o de coloración más oscura.

Está catalogada en estado de conservación “vulnerable” según los criterios de la UICN, y en Chile se describen dos subespecies:  Leopardus guigna tigrillo -endémica, que habita entre Coquimbo y Biobío (subespecie endémica)- y Leopardus guigna guigna –que habita desde la Región de la Araucanía hasta Aysén-.

Según explica Byron Guzmán, de la Coordinación de Felinos Silvestres Chile, este felino cumple un rol importante para el ecositema dado que es un controlador de plagas, y que también tiene un importante rol sociocultural por su signicancia para las comunidades mapuche. Algo que no la salva de sus amenazas, que son principalmente la transmisión de enfermedades por parte de los gatos domésticos, ataques de perros, fragmentación de hábitat, incendios forestales y muerte por atropello.

Mientras tanto, registros inéditos como el compartido en Caleta Cóndor, sobre el comportamiento de este felino, dice Guzmán, evidencian que se debe ampliar el conocimiento que se tiene sobre esta especie y tomar medidas para proteger su ecosistema.

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