Hasta hace unos pocos años no se conocían registros de arte rupestre al sur del Estrecho de Magallanes, situación que cambió cuando en 2014 se dio a conocer el primer registro de pinturas rupestres en Tierra del Fuego  –las pinturas más australes del mundo–, emplazado en el sector sur del archipiélago fueguino en la isla Sapinij (Shapine) en el Seno Ponsomby (55°S), junto a la isla Hoste.

Hoy, es otro hallazgo el que llama la atención: Mientras el equipo liderado por Francisco Gallardo, investigador del Centro de Estudios Interculturales e Indígenas (CIIR), se encontraba levantando información arqueológica en Yendegaia como parte de un trabajo encargado por el Ministerio de Obras Públicas (MOP), encontraron un sitio de arte rupestre, el primero y único registrado hasta ahora en el sector de isla Grande de Tierra del Fuego. 

Mapa de distribución de los pueblos indígenas en la Patagonia austral. ©Janitoalevic
Mapa de distribución de los pueblos indígenas en la Patagonia austral. ©Janitoalevic

Las pinturas, de color ocre rojo, corresponderían a la etnia canoera Yagán, que según señala Gallardo, cuenta con varios asentamientos en el área de la Bahía Yendegaia. Además, pese a que aún no se conoce con exactitud su data, se estima que corresponderían a la época de contacto con los europeos en el siglo XVI o algunos siglos antes.

Dentro de las particularidades de este hallazgo, se encuentra que las pinturas rupestres se enmarcan dentro de un llamado «sistema visual» de cobertura regional, cuyos diseños se asemejan también a los utilizados en la pintura corporal indígena registrada por el sacerdote y etnólogo Martín Gusinde a inicios del siglo XX.

Participantes en la ceremonia de iniciación del Chiejaus, realizada en Bahía Mejillones, Isla Navarino en 1922. ©Martín Gusinde/Museo Antropológico Martín Gusinde
Participantes en la ceremonia de iniciación del Chiejaus, realizada en Bahía Mejillones, Isla Navarino en 1922. ©Martín Gusinde/Museo Antropológico Martín Gusinde

“Sabemos que en el siglo XIX había comunidades yaganes viviendo aquí. (…) La pintura es un hallazgo fantástico porque si uno mira el arte rupestre de toda la región, incluyendo la Patagonia chilena austral, conforma un extenso sistema visual creado mediante líneas y puntos con muchas semejanzas”, explica Gallardo sobre los dibujos en los que se pueden ver figuras antropomorfas, animales y figuras geométricas simples y elaboradas, formadas con líneas y puntos. Para el experto, esto demuestra que existía una interacción recurrente entre las etnias fueguinas de cazadores terrestres y marinos, algo de gran importancia si se toma en cuenta las escasas vías de comunicación y el difícil acceso con el que cuentan estos territorios.

Para Gallardo, esto significaba para las etnias australes «la disminución del riesgo de vivir en un ambiente hostil y permitía que sus interacciones con otras personas estuvieran siempre abiertas, operando como un mecanismo de supervivencia”.

©Martín Gusinde/Museo Antropológico Martín Gusinde
©Martín Gusinde/Museo Antropológico Martín Gusinde

Por ahora los investigadores, que ya terminaron la primera etapa del trabajo, están en proceso de informar al Consejo de Monumentos Nacionales sobre los hallazgos y prontos a comenzar la segunda etapa: excavar en esta bahía habitada por el pueblo yagán, en donde también ingresaban los kawéskar al cruzar la cordillera de Darwin.

Por otra parte, recomendarán también al Consejo de Monumentos Nacionales, generar medidas de protección de los antiguos asentamientos indígenas. Esto, debido a que el nuevo camino en construcción que unirá a Puerto Williams e isla Navarino con Punta Arenas, pasa cerca del bloque rocoso en el que fue encontrado el nuevo sitio de arte rupestre.

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