La primavera es una de las épocas del año junto al otoño, donde mayores son las transformaciones que ocurren en la naturaleza, y mientras más nos distanciamos de la línea del Ecuador, más notorios serán los cambios.

Cría de pingüino papúa (Pygoscelis papua). Créditos ©Jean Paul de la Harpe
Cría de pingüino papúa (Pygoscelis papua). Créditos ©Jean Paul de la Harpe

Variaciones climáticas y cambios en el estado del tiempo como en la temperatura, la luz solar, la precipitación y la humedad del suelo, influyen en la vegetación. Los campos florecen, reverdecen los árboles y con ello, comienzan un montón de cambios en la fauna. Las condiciones son favorables, aumenta la disponibilidad de alimento y la fauna entra en su mayor actividad.

Algunas especies despiertan de un largo periodo de letargo, listas para abandonar sus refugios y aventurarse por el mundo, luego de sobrevivir un implacable invierno. Por otro lado, muchas especies comienzan migraciones de regreso a sus áreas reproductivas, cambian de dieta producto de la variación en la disponibilidad de alimentos y comienzan su época de reproducción y de crianza.

No es de extrañar que muchas especies de animales elijan esta época para dar a luz a sus crías, donde los días son más largos, hay abundancia de alimento y las condiciones son favorables para que los pequeños recién nacidos comiencen a aventurarse en el mundo exterior.

Sin duda, la primavera es época de nacimientos, lo que se visible en áreas naturales y parques nacionales, donde se pueden ver una gran cantidad de crías acompañadas de sus padres, mientras inician su camino en este mundo.

¿Qué hacer si me encuentro con crías de fauna nativa en estado silvestre?

Para la mayoría de los animales de latitudes medias, la primavera es el momento en que las crías tienen la mejor oportunidad de sobrevivir debido a la abundancia de clima y alimentos. Además, comienza la temporada de turismo que trae consigo una mayor afluencia de personas y vehículos en tránsito, aumentando las posibilidades de accidentes y avistamientos.

Desde el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), entregan una serie de recomendaciones para fomentar una convivencia armónica y respetuosa con los animales en su hábitat natural. Estas pautas buscan sensibilizar a la población sobre la importancia de preservar la biodiversidad y promover prácticas que minimicen el impacto humano en los ecosistemas.

Cría de lobo de mar. Créditos ©Jean Paul de la Harpe
Cría de lobo de mar. Créditos ©Jean Paul de la Harpe

En primer lugar, es necesario recalcar que, para colaborar con el cuidado de la fauna nativa, es clave resguardar y respetar a los individuos y sus hábitats. Jamás los alimentes. Obsérvalos a distancia, no los molestes ni acoses. Respeta sus espacios, como guaridas y nidos.

Es importante tener esto en cuenta ya que diversos factores pueden alterar el comportamiento natural de las especies y su percepción del ser humano, afectando su rol en el medio ambiente, así como su interacción con individuos de su misma especie y de otras.

La tenencia responsable es fundamental en ese sentido, por ello mantén confinados y controlados a animales exóticos domésticos como perros y gatos, ya que éstos últimos pueden atacar, acosar o transmitirles enfermedades a las especies nativas (y también viceversa).

Cría de pudú (Pudu puda). Créditos: ©Evan Hargus
Cría de pudú (Pudu puda). Créditos: ©Evan Hargus

Maneja con cuidado para evitar atropellos, denuncia la caza furtiva y evita poner venenos (por ejemplo, para ratones), ya que hay animales como las aves rapaces que pueden resultar intoxicadas.

Por otra parte, en el caso de que nos encontremos con crías, siempre debemos tener en consideración que si bien, podemos verlas solas, lo más probable es que los padres se encuentren en un área cercana buscando alimento. Por ello, es importante no intervenir, a no ser que sea completamente necesario.

Desde el equipo educativo del Centro de Conservación de la Biodiversidad Chiloé Silvestre, puntualizan: “Tener en consideración que no son animales domésticos y por ende el trato con estos debe ser muy distinto, es fundamental no interactuar ni actuar en desconocimiento. Conocer la ecología de la especie y saber cuándo la cría está en riesgo, necesitando ser rescatada. Por ejemplo, muchas crías de lobos marinos varan y descansan en playa mientras su madre busca alimento. Buscar siempre a los padres en un área cercana al encuentro, así mismo, dar espacio y tiempo para que estos se acerquen. Llamar a SAG si te encuentras con una cría de animal silvestre para recibir mayor asistencia e información, y si es una especie hidrobiológica contactar a SERNAPESCA o a tu CEREFAS más cercano”.

Crías de vicuña (Lama vicugna). Créditos: ©Jean Paul de la Harpe
Crías de vicuña (Lama vicugna). Créditos: ©Jean Paul de la Harpe

¿Qué hacer si encuentro un animal en problemas?

Lo primero es constatar que efectivamente el animal está herido o afectado, ya que en algunos casos puede estar simplemente descansando.

Si presenta un problema físico (reflejada en una postura anormal, jadeos, lesiones evidentes) o se encuentra en una situación donde se vea limitado su libre desplazamiento, es necesario llamar primero al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) o al Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), instituciones equipadas para trasladar a este tipo de animales y derivarlos a algún centro de rehabilitación, donde recibirán atención médica.

Llama a la sede regional del SAG que corresponda o al teléfono (+56 2) 2345 1100, esto en el caso de animales terrestres, como zorros, aves, entre otros. En Santiago solo se aceptan solicitudes si se trata de pumas o zorros (código rojo).

Guanaco (Lama guanicoe) y su cría. Créditos: ©Jean Paul de la Harpe
Guanaco (Lama guanicoe) y su cría. Créditos: ©Jean Paul de la Harpe

Contacta a Sernapesca al teléfono 800 320 032 cuando se trate de animales marinos, como mamíferos (lobos marinos, chungungos, entre otros), tortugas y pingüinos.

En cambio, si se trata de una situación de extrema urgencia y las instituciones mencionadas no responden o no pueden retirar al ejemplar, se puede contactar directamente a un centro de rehabilitación, siempre priorizando la seguridad personal y la del animal que, al ser silvestre, se comporta distinto a las especies domésticas.

Para que sepas qué hacer en caso de que te encuentres con un ejemplar que necesite ayuda, así como para apoyar la importante labor de este tipo de establecimiento, en Ladera Sur elaboramos un listado con los centros de rehabilitación o de rescate de Chile. Revísalo aquí.

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