Por unanimidad, el Consejo Regional de Antofagasta aprobó fondos por más de 248 millones de pesos para financiar y ejecutar el proyecto “Diagnóstico y conservación de los anfibios altoandinos, Región de Antofagasta”.

La iniciativa presentada por el Gobierno Regional a través de la Seremi del Medio Ambiente de Antofagasta, considera como principales productos del estudio  la realización de un diagnóstico de la condición actual de los anfibios altoandinos, la implementación de un plan piloto de conservación in situ, es decir, protección de sitios donde habitan, control de amenazas, aplicación de buenas prácticas, restauración de hábitat, y una cartera de iniciativas asociadas a la educación ambiental y turismo sustentable.

Ranita del Loa ©Parquemet (1)
Ranita del Loa ©Parquemet

“Este es el resultado de un gran trabajo de la Seremi de Antofagasta y su equipo, además de mostrar el compromiso regional por la biodiversidad y en especial el apoyo a los anfibios, que son centinelas de la biodiversidad. Este proyecto será fundamental para la recuperación de la población de la ranita del Loa, que está catalogada como en peligro crítico de extinción”, afirmó la Ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt.

Desde la Seremi señalan que en la Región de Antofagasta se reportan al menos cinco especies de anfibios del género Telmatobius: T. dankoi (ranita del Loa), T. fronteriensis, T. halli, T. philippii y T. vilamensis.

Rana del Loa ©Claudio Soto
Rana del Loa ©Claudio Soto

Todos ellos son microendémicos, es decir, se encuentran en territorios extremadamente acotados, restringiéndose a hábitats muy reducidos, como pequeños cursos de agua superficial (vertientes y riachuelos), algunos de no más de 70 metros de longitud (por ejemplo la vertiente en salar de Carcote), siendo también totalmente dependientes de los afloramientos de agua subterránea.

Los anfibios del altiplano de la región se encuentran con alto riesgo de extinción, principalmente por la pérdida y reducción de su hábitat, “siendo las principales fuentes de presión la extracción de agua subterránea y superficial; la presencia de especies exóticas introducidas como por ejemplo las truchas; contaminación de cuerpos de agua; construcción de obras; presencia de ciertas enfermedades como por ejemplo los hongos y la disminución de la recarga de los acuíferos. De allí la importancia de poder realizar este estudio que nos permitirá implementar un plan piloto para la conservación de la especie y con especial énfasis en la ranita del Loa”, afirmó Rafael Castro,  Seremi del Medio Ambiente de  Antofagasta.

Ranita del Loa Parquemet (3)
Ranita del Loa ©Parquemet

Emblemático es el caso de la ranita del Loa. Recordemos que en julio del 2019 la vertiente Las Cascadas en Calama, el único hábitat conocido de esta especie, experimentó una gran alteración bajando su caudal al mínimo. Esto obligó a expertos en anfibios, al Museo de Historia Natural de Calama y al Ministerio del Medio Ambiente a realizar un rescate y relocalización de los individuos capturados para su traslado a la Quebrada Ojos de Opache (62 ejemplares) y al Zoológico Nacional (14 ejemplares).

Gabriel Lobos junto a Andrés Charrier, quien dio aviso de la noticia ©Gabriel Lobos
Gabriel Lobos y Andrés Charrier avisaron el hallazgo de las ranitas ©Gabriel Lobos

Además, este año la ranita del Loa también fue elegida como la embajadora de la fauna chilena, relevando la importancia de la conservación de este anfibio.

Esta situación crítica también es la que están experimentando las otras especies locales que presentan tamaños poblacionales muy bajos y con hábitats muy impactados.

Cabe precisar que los anfibios del género Telmatobius son ranas que habitan lagunas, bofedales y ríos altiplánicos entre los 1.800 y 4.500 msnm, y que cuentan con adaptaciones fisiológicas para la vida en ambientes acuáticos de altura con poco oxígeno y alta variabilidad térmica, los que los hace especies únicas de nuestra fauna local.

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