Visitar la montaña en invierno: una guía con los mejores senderos para recorrer en los meses fríos
Como queda en evidencia cada vez que llueve en Santiago -donde ocurren cortes de luz, aluviones y las calles se inundan- los habitantes de la zona centro de Chile no estamos habituados al invierno. Es por ello que, con la llegada de los meses fríos, la nieve y la lluvia, miramos con miedo y recelo hacia la alta montaña. No obstante, es la época más linda para disfrutar de la belleza escénica que nos brindan los andes centrales, los cuales se tiñen de blanco y brindan unos hermosos paisajes invernales. Es por ello que, con la ayuda del destacado alpinista y guía de montaña, Diego Vergara, realizamos una guía con las mejores cumbres y senderos de la zona centro del país, donde puedes disfrutar de un hermoso paisaje invernal, de forma segura y con todas las precauciones. ¿Qué cumbres son más bonitas en invierno? ¿Qué implementos debo llevar? A continuación te contamos esto y mucho más.
El invierno es una época que para muchos, invita refugiarse y buscar calor al interior de los hogares, evitando a toda costa el frio y la humedad que ocurre en el exterior. Es por ello que, desde la calidez de nuestros hogares, solemos observar con miedo y recelo, como la cordillera lentamente se tiñe de blanco. Tanto así, que es impensable subir una montaña durante los meses fríos, ya que se ve como un sufrimiento.
No obstante, el invierno es la época más linda para visitar la alta montaña, y es que cada año nos entrega un espectáculo mágico y maravilloso. Durante el invierno, la vegetación cambia de color mientras los paisajes lentamente se cubren de espesas y brillantes capas de nieve, lo que le da una singular belleza a los paisajes de la zona central. Así mismo, el invierno es una época que trae consigo un montón de cambios para la fauna. Muchos animales bajan desde la alta montaña en busca de mejores condiciones ambientales y mayor disponibilidad de alimento, por lo que aumentan las posibilidades de avistar diferentes especies durante el trayecto.
Por lo anterior, y para desmitificar la idea de que no se puede hacer una cumbre durante el invierno, es que realizamos esta guía con las mejores cumbres y senderos donde puedes disfrutar de un hermoso paisaje invernal, de forma segura y con todas las precauciones. Con la ayuda del destacado alpinista y guía de montaña, Diego Vergara, te contamos todas las precauciones que debes tener en cuenta al momento de realizar un trekking en invierno, y también, te contamos sobre 6 hermosos lugares cercanos a Santiago donde puedes ir interiorizándote al mundo invernal.
“Hay un tema cultural en Chile que es que le tenemos miedo al invierno, pero en el fondo le tenemos miedo porque no lo conocemos. Si lo conocemos y abrazamos el invierno, en vez de combatirlo, vamos a poder disfrutarlo, porque verdaderamente es la época más linda del año en las montañas. Las montañas son cerca del 80% del territorio nacional, son nuestro patio, y en invierno ofrecen vistas maravillosas, experiencias increíbles y el avistamiento de otro tipo de naturaleza, es algo mágico. Entonces, en resumen, tenemos que aprender a normalizar la situación del invierno, utilizando ciertas precauciones y entendiendo que no tenemos que combatirlo, sino que lo tenemos que abrazar”, indica Diego Vergara.
Preparación, capacitación y experiencia
El trekking y el alpinismo siempre es un buen ejercicio que nos permite estar en contacto con la naturaleza y disfrutar de la belleza escénica que ofrecen los variados paisajes de la geografía chilena. Sin embargo, durante el invierno, la ausencia de calor y el aumento de la oscilación térmica pueden traernos diferentes complicaciones si es que no recurrimos con el equipamiento correcto y todas las precauciones necesarias.
“El reino de la naturaleza en invierno es poderoso, tiene oscilaciones térmicas fuertes, cae nieve, caen elementos que te mojan, que te enfrían y todo el entorno de la naturaleza se vuelve muy arisco para el ser humano, pero extremadamente bello. Por lo tanto, lo primero que debemos hacer es prepararnos. Debemos tener el equipo adecuado”, señala Diego Vergara.
En ese sentido, lo primero que se debe tener en cuenta es la elección de la ruta dependiendo de del nivel de experiencia, capacitación y preparación que se tenga. De esta forma, nos aseguramos de elegir una ruta que seamos capaces de realizar, evitándonos malos ratos y riesgos innecesarios.
“Es importante entender que la montaña tiene niveles, es decir, partimos desde un plano, por un valle o por un bosque, después comenzamos a subir a la montaña por senderos donde progresivamente va desapareciendo el bosque, y finalmente, subimos a la alta montaña. Entonces, durante esa progresión, cada uno de esos ambientes va a requerir un equipo distinto, y un equipo cada vez más complejo, por lo tanto, lo primero es definir nuestro nivel de experiencia, que es lo que yo sé, que es lo que yo he hecho, y en base a eso elegir una ruta”, agrega el alpinista.
Cabe destacar que no es lo mismo realizar una expedición por el día, que realizar un ascenso de varios días en la alta montaña, por lo que es sumamente importante informarse y llevar el equipo adecuado.
“Para saber que llevar y como ir vestido a una actividad invernal primero debo distinguir que tipo de actividad voy a afrontar, por ejemplo, si es una caminata por un valle o por el día, o si es una caminata de trekking o hiking o si es una actividad de alta montaña. Para esta última sin duda se requiere un equipo mucho más especializado, requiero capacitarme, ojala tomar un curso de condiciones invernales, (si es que no tengo experiencia invernal en montaña) y de esa forma adquirir todas las competencias que yo necesito para poder aprender cómo sobrevivir en la alta montaña. Por ejemplo, nosotros como montañistas en invierno nos deslizamos con esquís de randoné, que es la única forma de progresar sobre la nieve sin hundirte y recorrer la distancia necesaria para llegar al campamento, además, si me encuentro con hielo voy a ocupar crampones, y si es una zona más boscosa, donde no voy a poder desplazarme cómodamente con los esquís, voy a utilizar raquetas. Entonces, en cada entorno voy a necesitar un elemento de progresión y equipo adecuado, pero eso es solamente en la condición de alta montaña”, agrega Diego Vergara.
Sin duda, hay muchos elementos a considerar, pero lo principal es llevar la vestimenta. Para elegir una vestimenta adecuada, lo primero que se debe tener en cuenta es el pronóstico meteorológico, siempre se debe consultar el clima en más de alguna fuente confiable previamente a una actividad en la montaña. Esto permitirá adecuar la planificación del viaje y prepararse en cuanto a la ropa que usar, la alimentación y el tipo de equipamiento que voy a necesitar para realizar el ascenso. Además de otras consideraciones necesarias, por ejemplo, en caso de acampar.
Respecto a esto, las recomendaciones se enfocan en no pasar frío y tampoco mantenerse mojado, algo que se podría dar fácilmente por la lluvia, nieve, neblina o barro en el camino. Por ello, se recomienda usar una vestimenta liviana y por capas. La primera capa consiste en una camiseta y una calza de tejido técnico térmico, que no absorba agua y sea fácil de secar. La segunda capa superior debe ser una camiseta de manga larga y un polar. Y finalmente, la capa externa debe ser un elemento que proteja dependiendo de las condiciones climáticas del exterior. Si está lloviendo es recomendable usar un cortaviento y una membrana repelente al agua, mientras que si hace mucho frio y hay nieve, es recomendable utilizar una chaqueta de pluma, ya que entregan un abrigo muy superior a cualquier otro tipo de material. Para el tren inferior, se recomienda un pantalón térmico luego de la calza y calcetines especializados para la montaña.
El calzado es el elemento más importante, por lo que las botas de trekking o bototos, deben ser de buena calidad, tener una membrana impermeable y favorecer el aislamiento de la humedad. Junto a esto, deben tener una suela con buen agarre al suelo, ya que esto ayudara a reducir el riesgo de caídas, tropiezos o resbalones, favoreciendo el desplazamiento.
En cuanto a los implementos, dependiendo de la ruta que se escoja, se deben usar bastones de trekking que faciliten la estabilidad y equilibrio, o si hay mucha nieve, se debe utilizar un piolet y crampones para caminar con mayor seguridad.
Por otro lado, cuando se realiza actividad física durante el invierno, se eleva el gasto de calorías debido al frío, por lo que se recomienda llevar una alimentación calórica durante el desarrollo del trekking, lo que favorecerá la regulación de la temperatura corporal. Así mismo, siempre es importante llevar suficiente agua para hidratarse ya que en invierno los cursos de agua suelen congelarse o quedar cubiertos de nieve, por lo que no es fácil encontrar agua en estado líquido durante una caminata.
Así mismo, es importante ir equipado con un botiquín de primeros auxilios, bloqueador solar y anteojos para el sol con filtro uv, así como también será necesario contar con una capa extra de ropa en caso de que el clima cambie de manera drástica.
Si no tienes experiencia suficiente, es recomendable ir siempre acompañado por una persona que tenga experiencia en el terreno y en la actividad, buscar la ayuda de guías de montaña certificados, o bien, recurrir a un club reconocido donde se realicen salidas guiadas a la alta montaña. De esta forma, se adquiere experiencia en la montaña sin correr riesgos innecesarios.
El invierno es la época más linda para visitar la montaña, pero también la más complicada. Por lo que es importante prepararse, estar cómodo y disfrutar. De esta forma, sin duda, la montaña te va a ofrecer sus mejores y más maravillosos paisajes.
“el invierno es la fecha que tu estas esperando todo el año, es el momento donde se acumula la vida y donde la montaña se viste con su mejor piel. Todos los escenarios son magníficos en invierno, también se ve más la fauna, puedes leer las huellas sobre la nieve y se ven con más frecuencia animales silvestres que salen de cacería como pumas y zorros. Es un momento muy especial de la naturaleza. Entonces, hay que atreverse a ir a esos lugares, pero de forma controlada, con salidas diarias y con el equipo adecuado, sin duda es una forma muy positiva de aproximarse al entorno invernal de la montaña.”, finaliza Diego Vergara.
A continuación te dejamos algunos de los mejores senderos y cumbres para recorrer durante la época invernal en la zona centro del país.
Cerro Provincia
Ubicado en la zona oriente de Santiago, con 2.750 metros de altitud, se encuentra el Cerro Provincia, la cumbre más visitada de la sierra de Ramón, la cadena de cerros que se ve inmediatamente hacia el este desde cualquier punto de Santiago. En esta cadena montañosa destacan cumbres como la Punta de Damas, Ramón, Minillas y, por supuesto, el Provincia, el cual se constituye como uno de los cerros más visitados de Santiago los fines de semana. Esto debido a que es un cerro sin mayores dificultades y peligros.
Al formar parte de la precordillera de los Andes sus atractivos son variados. El bosque esclerófilo domina gran parte del trayecto, destacándose los boldos, peumos, arrayanes, entre otros. Mientras que, al mismo tiempo, es posible ver una gran cantidad de fauna como caranchos, lagartos del Ramón, tencas, codornices, cóndores e incluso zorros culpeo.
Desde la cumbre, mirando hacia el oeste, se puede presenciar una maravillosa vista panorámica del Gran Santiago y todo el valle central hasta la cordillera de la Costa; y hacia el este, en tanto, toda la magnificencia de la Cordillera de los Andes.
Cerro Alto del Naranjo
El cerro Alto del Naranjo es una pequeña explanada cordillerana coronada por un gran y longevo árbol de quillay, que entrega buena sombra en verano y protege en invierno. Es una de las rutas de trekking clásicas de Santiago, en donde se puede disfrutar de vistas increíbles y recorrer rutas de baja dificultad.
Ofrece excelentes vistas panorámicas a la cuenca del río Mapocho y al anillo de cumbres que rodean la capital de Chile, entre los que destacan los cerros Manquehue, Pochoco, Plomo, Altar, La Paloma y las cimas de la cordillera de la Costa.
Como dato curioso, la historia popular dice que este cerro tomó el nombre de “Alto el Naranjo” debido a que los excursionistas siempre dejaban restos de cascaras de naranjas bajo el gran quillay, mientras descansaban al reparo de su sombra, por lo que decía que era un naranjo. Otros, por otro lado, señalan que se debe al cambio de color de la vegetación de la zona, a colores más anaranjados, durante cierta época el año.
Laguna del Maule
A lo largo de su curso, el río Maule ha sido intervenido en innumerables ocasiones por centrales hidroeléctricas para usar sus aguas en la generación de energía. De los pocos puntos del río que aún no se encuentra intervenido y donde se mantiene una vegetación virgen, destaca la el sector de la Laguna del Maule.
Se encuentra ubicado en la región limítrofe de con Argentina de la Región del Maule, en el km 127 del Paso Pehuenche. La laguna del Maule corresponde a un complejo volcánico que en su totalidad cubre alrededor de 500km2, y está formado por conos, volcanes de escudo, domos y flujos de lava, identificándose en algunos estudios geológicos al menos 130 centros eruptivos individuales.
Es un sector que brinda una belleza escénica única, compuesta por una serie de formaciones geológicas impresionantes complementadas con la presencia del río Maule, el cual fluye creando imponentes cascadas y pozones de agua turquesa, y una vegetación que pareciera haber escapado de la mano del ser humano.
Dentro de estas, la más famosa es la llamada cascada Invertida y también la conocida como cascada Arco Iris. Los nombres de esta cascada se deben a los fenómenos producidos por el agua que, al caer al fondo del río, parece rebotar. Y en ocasiones, impulsada por el viento, se transforma en una cascada en dirección inversa, de abajo hacia arriba. Además de la cascada Invertida, el recorrido se ve acompañado por la vista a otras 4 cascadas, incluyendo el Salto del Maule, caída de agua de más de 70m de altura.
Laguna de Teno y Volcán Planchón
La laguna de Teno son dos lagunas cordilleranas de gran extensión, insertas en el paisaje de estepa alto andina, que nacen de las laderas del volcán Planchón y descargan en el río Malo. Se ubican a 50km al sureste de Los Queñes y a 90km.al noroeste de Romeral, en la Región del Maule.
Es una ruta sencilla con paisajes maravillosos. Durante los meses de invierno, el área permanece nevada hasta los márgenes de las lagunas, por lo que es un excelente paseo invernal.
Si se decide subir al volcán, la ruta requiere de pernoctación en la zona de las lagunas. La ascensión demanda unas 8 horas y no presenta mayores complicaciones hasta el final, donde se encuentra con un torreón de roca.
Cuando está habilitado el paso Vergara (desde diciembre a abril) se puede cruzar la frontera y subir por el lado argentino hasta el hito del Planchón. Desde ahí se toma la misma ruta acortándose la aproximación de 8 a 2 horas. Para esto es necesario notificar y dejar una lista con los integrantes de la expedición a Carabineros en Los Queñes y en el retén de Pichuante.
Cerro La Campana
La cumbre de la Campana es tal vez el mejor lugar para hacerse una idea de lo que es la zona central de Chile.
Caracterizado por su buen aire y microclima. Ubicado al fondo del valle de Olmué en el sector de Granizo, el cerro La Campana, no solo por la grandiosidad de su geografía rocosa y piramidal, que sobresale y resalta entre quebradas y bosques. Sino que también por la historia humana de la que ha sido testigo y su particular importancia ecológica. De hecho, el Parque Nacional La Campana es parte de la Reserva Mundial de la Biosfera Peñuelas-La Campana, nombrada por la UNESCO en 1985 debido a su relevancia natural.
Asimismo, la altura de la Campana lo hace ser un observatorio natural de los demás sistemas de cerros. Hacia el este se observa toda la cadena los Andes centrales, desde el Mercedario hasta la cordillera de Rancagua, dejando a muy pocas cumbres excluidas de tan impresionante paisaje. Hacia el oeste, en cambio, cuando se ha disipado la bruma costera, se divisa el Océano Pacífico.
En el cerro la división entre las laderas norte y sur no puede quedar más clara: El lado norte es seco, abundado por llanos de arena y maicillo, y salpicado por miles de palmas milenarias. En cambio, al otro lado se encuentra el tupido bosque vernáculo y los hermosos robles que se amontonan alrededor de la quebrada. Ambos lugares son excepcionales y dignos de visitar.
Parque Nacional Radal Siete Tazas
En la comuna de Molina, región del Maule, se encuentra el Parque Nacional Radal Siete Tazas, una de las áreas protegidas más conocidas de Chile. Creada como Reserva Nacional en 1996, pasó a la categoría de Parque Nacional en marzo de 2008, con el fin de servir para la protección y conservación de las especies de flora y fauna endémica de esta zona del país.
La unidad destaca por la protección de las especies de fauna como el pudú, el chingue y la perdiz chilena. En lo que ha flora se refiere, destacan olivillo, raulí, roble, coigüe y laurel. Los ecosistemas predominantes corresponden a los coironales (estepa altoandina del Maule) y el bosque caducifolio, formado por especies como roble, raulí, ñirre y hualo, cubriendo entre ambos, gran parte de la superficie del parque.
Uno de sus mayores atractivos son las aguas del río Claro, que a lo largo de los años han esculpido y dado forma a la roca basáltica que se ha depositado allí a raíz de las distintas erupciones volcánicas que han sucedido. Esto ha generado singulares saltos de agua y hermosos pozones que rodeados de vegetación endémica entregan una belleza escénica única.