Pasando por alto los recursos de casación que están pendientes en la Corte Suprema y que podrían terminar rechazando definitivamente el proyecto, el gobierno de Sebastián Piñera dio una señal clara sobre su falta de compromiso con la protección del Archipiélago de Humboldt y aprobó con condiciones el proyecto minero portuario Dominga, de propiedad del empresario Carlos Alberto Délano.

En medio de manifestaciones en contra de la empresa ocurridas en las afueras de la intendencia de Coquimbo, la Comisión de Evaluación Ambiental llevó a cabo la votación vía telemática, a pesar de que existen recursos judiciales pendientes. La instancia, conformada por diez secretarios regionales ministeriales, el delegado presidencial y la dirección regional del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) decidieron aprobar el proyecto de Andes Iron, pese a que ya había sido rechazado en dos oportunidades por ser incompatible con el ecosistema del Archipiélago de Humboldt y por presentar graves falencias técnicas.

“Los seremis votaron que aprobaban con condiciones, qué significa esto, que técnicamente no están satisfechos, o sea que técnicamente el proyecto sigue deficiente, pero políticamente los están dejando arreglar el proyecto una vez más. Hay que recordar que la empresa tuvo cuatro posibilidades de arreglar el proyecto y no fueron capaces”, espetó Liesbeth van der Meer, directora ejecutiva de Oceana Chile, quien añadió que “este proceso es irregular, ilegal, y nosotros lo vamos a reclamar ante el Comité de Ministros”.

©OCEANA / Eduardo Sorensen
©OCEANA / Eduardo Sorensen

“Es lamentable el mal uso del derecho por parte de la Comisión de Evaluación Ambiental, para favorecer intereses privados y en contra del interés público”, señaló por su parte Ezio Costa, abogado de la Alianza Humboldt. “Mientras sabemos que vamos por un camino de no retorno por la crisis climática y ecológica, se aprueba un proyecto muy dañino. Mal por Chile, pero seguimos esperando que resuelva la Corte Suprema en derecho y anule esta votación, junto con el fallo del Tribunal Ambiental”, agregó

En efecto, uno de los principales cuestionamientos de parte de la ciudadanía y organizaciones en este proceso, es lo que califican como una “instrumentalización” de la institucionalidad ambiental.

Al respecto, Van der Meer precisa que “efectivamente, la institucionalidad hoy se rompió, porque si hubiésemos ido por los conductos regulares, se habría dejado que la Corte Suprema tomara la decisión final. Pero esto se adelanta para salvar el proyecto. Obviamente que Dominga pone a votación el proyecto porque ya sabía cuál iba a ser el resultado. No hay ninguna empresa que empuje una votación sin tener la certeza de que esto sería así. Entonces, ellos saben que con esto van un poco más a favor, porque hay que recordar que, a pesar de que la sentencia del Tribunal Ambiental decía que había que retrotaer la votación hasta estas instancias, el fallo era muy malo, muy débil, y no abordaba los temas de fondo”.

Recordemos que en mayo pasado, pescadores, comunidades de la comuna de La Higuera y organizaciones medio ambientales presentaron recursos de casación ante la Corte Suprema para invalidar la sentencia del Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta (1TA) que ordenó la votación que se llevó a cabo hoy, pero aún el máximo tribunal no se ha pronunciado.

De todos modos, desde Alianza Humboldt aclararon que la aprobación de hoy no implica en ningún caso que Dominga pueda construirse, ya que reclamarán ante el Comité de Ministros, el cual tendría que esperar que se resolvieran las causas judiciales antes de pronunciarse. La vocera de Oceana precisa que “es la Corte Suprema la que tiene que dictaminar el final de este proyecto, porque ese es el proceso de la institucionalidad de Chile, primero están las votaciones, después se puede reclamar ante el Comité de Ministros, y después ir al Tribunal Ambiental y después a la Corte Suprema.

En otras palabras, es muy probable que este gobierno no tenga la última palabra respecto al caso.

No obstante, Van der Meer subraya que “en Chile hay muy pocos proyectos que se han rechazado por esta vía institucional, o sea, se están dando nuevas oportunidades a las empresas para que los proyectos se hagan a costa del medio ambiente”.

Delfín en Archipiélago de Humboldt ©Oceana /Eduardo Sorensen
Delfín en Archipiélago de Humboldt ©Oceana /Eduardo Sorensen

El proyecto Dominga fue rechazado en 2017, tanto la Comisión de Evaluación Ambiental de Coquimbo como el Comité de Ministros durante la administración de la presidenta Bachelet, porque presentaba una deficiente línea de base del medio marino, subestimaba su área de influencia y no caracterizaba las rutas de navegación, falencias técnicas de profundo riesgo para uno de los ecosistemas marinos más biodiversos de toda la corriente de Humboldt. Frente a esos rechazos, Andes Iron apeló y judicializó el caso.

Esta votación se llevó a cabo días después de la publicación del informe de expertos para el cambio climático (IPCC), en donde las áreas protegidas se vislumbran como una medida imprescindible para frenar la pérdida de especies y sostener al menos una posibilidad de sobrevivencia de las especies en estado vulnerable.

Lee también: Dramático reporte mundial del IPCC: El cambio climático se intensifica de manera extensa, rápida y sin precedentes 

Dominga considera la construcción de dos minas a rajo abierto y un megapuerto en medio del Archipiélago de Humboldt, un conjunto de ocho islas e islotes que resguardan uno de los ecosistemas más ricos del mundo, reconocido por el mundo científico nacional e internacional. La minera contempla una vida útil de apenas 25 años.

Pinguinos de humboldt ©César Villarroel
Pingüinos de Humboldt ©César Villarroel
Comenta esta nota

Comenta esta nota

Responder...