Era la tarde del viernes 20 de enero de 2017 y un equipo de investigadores de la Wildlife Conservation Society (WCS) desembarcaba en el Islote Albatros en el Seno Almirantazgo, en Tierra del Fuego. Iban a monitorear una colonia de albatros de ceja negra y sus polluelos, ya que en esa fecha deberían estar eclosionando los huevos que habían visto en expediciones anteriores.

Para su sorpresa, al llegar al lugar ya no había rastro de los huevos ni de polluelos, y a pocos metros de la zona de anidación yacía un visón en una de las trampas que habían instalado para proteger a estas aves. Fue entonces que lo supieron: este verano se convertiría en la tercera temporada en la que esta singular colonia de albatros de ceja negra no podría reproducirse.

Única en el mundo

©Alejandro Vila/WCS
©Alejandro Vila/WCS

La primera vez que se vio a esta pequeña colonia reproductiva en el Seno Almirantazgo fue en 2003, lo que significó un gran hallazgo, ya que se trataba de el único registro en el mundo de albatros de ceja negra que habitaran en aguas interiores de canales y fiordos. Para 2014, un equipo liderado por Javier Arata del Instituto Antártico Chileno (INACH) junto a Alejandro Vila, Director Científico de WCS Chile, descubrió además que esta colonia también era la primera que se alimentaba exclusivamente en aguas interiores, en el Seno Almirantazgo y el Estrecho de Magallanes, por lo menos durante las etapas temprana y tardía de crianza de los polluelos – por lo general esta especie se alimenta la mayor parte del tiempo mar adentro y suele anidar en islas oceánicas–.

Para la comunidad científica estas características convierten a la colonia en una oportunidad única y un interesante reto para estudiar el comportamiento de este grupo, que escapa a lo que se conocía hasta ahora de la especie. “Esta colonia es interesante porque es de fácil acceso y permite estudiar la ecología y el manejo de una colonia de albatros a un relativo bajo costo en comparación a expediciones que se hacen a mar abierto o en mitad del océano”, señala a Ladera Sur Alejandro Kusch, Coordinador del Programa de Conservación de Biodiversidad Terrestre de WCS, y quien lidera la investigación y monitoreo de los albatros en la zona.

©Alejandro Vila/WCS
©Alejandro Vila/WCS

Kusch además agrega que lo interesante de esta colonia es que al no ir en busca de alimento en mar abierto “supone que las aguas interiores disponen de alimento suficiente para los albatros, quienes al ser depredadores tope dan cuenta de la salud del mar”.

Bajo amenaza

©Alejandro Vila/WCS
©Alejandro Vila/WCS

Desde 2009 que expertos de diversas instituciones y organizaciones como WCS, han monitoreado a esta singular colonia de albatros. Sin embargo no fue hasta 2015 que descubrieron un preocupante escenario: durante su campaña no encontraron actividad reproductiva alguna en la colonia de albatros, ni polluelos. Tampoco vieron ejemplares de otras aves que habían encontrado regularmente en el sector en otras expediciones, como la becacina grande (Gallinago stricklandii) y el salteador chileno (Catharacta chilensis).

Tras instalar cámaras trampa y recorrer los alrededores del islote durante un par de días, se encontraron con el primer indicador de lo que podría estar ocurriendo con los huevos y polluelos de estas aves: ahí, escondido entre la vegetación, había un visón (Neovison vison).

©Alejandro Vila/WCS
©Alejandro Vila/WCS

Al año siguiente, la situación fue igual de catastrófica. La colonia nuevamente perdió todos sus polluelos y huevos, quedando 80 nidos abandonados o sin crías. Y entonces, las hipótesis que se barajaban volvieron a tomar peso; la presencia del visón podría ser la principal causal del fracaso reproductivo de la colonia de albatros de ceja negra, aunque tampoco se descartaba la alternativa de que fuesen los pescadores y lugareños los que estuviesen robando los polluelos, como ocurre en localidades similares.

Ante cualquier escenario, la realidad era la misma: esta colonia se encontraba en peligro, sobre todo ya que su reducido tamaño –40 a 50 parejas reproductivas– la volvía altamente vulnerable a sufrir un proceso de extinción local. Y al no tener huevos o polluelos que cuidar, no tendrían necesidad de volver a tierra.

Visón americano: el principal sospechoso

©Alejandro Vila/WCS
©Alejandro Vila/WCS

El hecho de que ya hubiesen encontrado un visón en el área era una gran preocupación, ya que este pequeño carnívoro ha demostrado ser una especie altamente voraz. Según estimaciones realizadas en la Isla Navarino, donde también se ha encontrado a la especie, un solo visón podría comer hasta 32 aves de distintas especies en solo un mes. Y esto para colonias de aves isleñas, incluso podría significar su extinción.

Lamentablemente, aún no se ha podido determinar cuántos visones podría haber en el área. “No podemos aún estimar la cantidad de visones que están afectando a la colonia, porque al estar cerca de la costa de Tierra del Fuego, es probable que estén entrando y saliendo visones en el período de reproducción de albatros”, nos cuenta Alejandro Kusch de WCS.

Visón americano ©Needsmoreritalin
Visón americano ©Needsmoreritalin

El problema es que estos animales son semi-acuáticos y cuentan con una gran capacidad natatoria que les ha permitido expandirse a diversas áreas desde la isla de Tierra del Fuego, donde fueron introducidos cerca de la década de 1940 para ser criados en granjas debido a la buena calidad de su pelaje –sus pieles serían destinadas a la industria de la moda–. A esto se suma que la especie, nativa de Canadá y EE.UU, no encuentra depredadores naturales en estas latitudes, lo que le ha permitido reproducirse sin problemas invadiendo parte de la Patagonia y afectando directamente a las aves.

©Alejandro Vila/WCS
©Alejandro Vila/WCS

Alejandro Kusch nos cuenta que desde que identificaron la presencia de esta especie invasora en el área: “Lo primero que hicimos fue juntarnos con servicios públicos e investigadores locales para discutir el tema de la presencia del visón en el islote y ver qué hacer”. Entre ellos se encontraban representantes del Ministerio de Bienes Nacionales, el SAG, la Armada de Chile, la Seremi del Medio Ambiente y Ricardo Matus, investigador que hace algunos años estuvo ayudando en el monitoreo de albatros, junto a quienes WCS elaboró un Plan de Acción para la conservación del islote en la temporada 2015-2016.

“Después de eso hicimos la primera tanda de expedición para monitorear la colonia y sacar visones. Al año siguiente, el Ministerio de Medio Ambiente hizo una primera licitación para avanzar en este proyecto y ahora estamos ad portas de la segunda licitación”, añade el investigador sobre la licitación realizada por el MMA Magallanes para monitorear la colonia de albatros y la presencia del visión en el islote Albatros en 2016.

©Alejandro Vila/WCS
©Alejandro Vila/WCS

Sin embargo desde que comenzaron a implementar estas acciones, no han visto grandes cambios y este 2017 nuevamente la colonia vio frustrado su intento de reproducirse. “Lamentablemente los esfuerzos no han sido suficientes como para poder ver cambios sustanciales. Las nuevas generaciones de albatros siguen muriendo. El visón es el primer sospechoso, pero también hay otros carnívoros que podrían estar cazando los polluelos de la colonia”, nos explica Alejandro Kusch de WCS, quien agrega que “El visón particularmente es un animal de muy difícil reconocimiento y trampeo, son prolíficos y están ya distribuidos por todo Tierra del Fuego y gran parte del archipiélago. En las regiones de Aysén, Los Lagos y Los Ríos, en donde hay presencia de visón, se ha encontrado que ha disminuido la biodiversidad de aves acuáticas que anidan en lagunas y ríos. La problemática más allá del Islote Albatros, podría extenderse en toda la zona sur austral de Chile”.

Seno Almirantazgo desde Caleta María, Islote Albatros ©Guy Wenborne
Seno Almirantazgo desde Caleta María, Islote Albatros ©Guy Wenborne

Comenta esta nota

Comenta esta nota

Responder...