La ciencia ha documentado el comportamiento sexual entre individuos del mismo sexo en unas 1.500 especies de todos los órdenes del reino animal, desde los insectos hasta los primates, tanto invertebrados como vertebrados. Se trata de un fenómeno que desafía las explicaciones convencionales de la reproducción y plantea importantes interrogantes sobre su función y evolución en el mundo natural.

monos abrazados. Créditos: Hung Chung Chih
monos abrazados. Créditos: Hung Chung Chih

Esto ya que, si lo vemos desde el punto de vista evolutivo, la homosexualidad supone un coste en la eficacia biológica del individuo al no tener un efecto directo en la perpetuación de la especie. No obstante, pueden existir otros efectos indirectos que expliquen no solo su pervivencia, sino que le den un papel destacado en la evolución de gran parte de los seres vivos.

Una pareja de pingüinos. Créditos: OMER MESSINGER - EFE
Una pareja de pingüinos. Créditos: OMER MESSINGER – EFE

Un reciente estudio realizado por investigadores españoles y publicado en la revista científica Nature Communications, ha revisado lo que la ciencia sabe sobre la homosexualidad entre los mamíferos, y ha logrado identificar que el comportamiento sexual entre individuos del mismo sexo parece ser una tendencia común en este grupo. Hasta ahora, se ha registrado en aproximadamente el 5 % de las especies y el 50 % de las familias. Además, lo practican con similar prevalencia machos y hembras.

En el estudio, además, los investigadores pudieron examinar dos hipótesis sobre la pervivencia de la homosexualidad animal. Por un lado, querían ver si estas conductas cumplían alguna función social. Por el otro, indagaron su relación con la agresión entre adultos.

Pinguinos rey en Falkland Islands. Créditos: D.Pettersson
Pinguinos rey en Falkland Islands. Créditos: D.Pettersson

Al respecto, el análisis constató que las especies que exhiben comportamiento social más desarrollado tienen una mayor probabilidad de manifestar estas interacciones sexuales, lo que apoya la hipótesis de que la homosexualidad se ha visto favorecida evolutivamente como una forma de establecer, mantener y reforzar relaciones sociales que pueden aumentar los vínculos y la alianza entre miembros de un mismo grupo.

Los investigadores también confirmaron una relación entre esta conducta sexual y la violencia intrasexual –entre individuos del mismo sexo–, pero solo en el caso de los machos.

Dos hembras frotan sus genitales en LuiKotale, en la República Democrática del Congo. Créditos: ZANNA CLAY
Dos hembras frotan sus genitales en LuiKotale, en la República Democrática del Congo. Créditos: ZANNA CLAY

El estudio sugiere, por tanto, que el comportamiento sexual entre individuos del mismo sexo exhibido por mamíferos no humanos es una adaptación que desempeña un papel importante en el mantenimiento de las relaciones sociales en ambos sexos y también, en la mitigación de los conflictos.

Comenta esta nota

Comenta esta nota

Responder...