Tres paseos para disfrutar de las aves en Valdivia

A propósito de nuestra visita a Valdivia a fines de octubre, donde participamos de la III versión de la Feria de Avistamiento de Aves organizada por el Instituto de Turismo de la Universidad Austral, quiero invitarlos a acercarse a esta disciplina que cada vez gana más adeptos alrededor del mundo.

La gracia del avistamiento de aves o birdwatching, es que se puede realizar prácticamente en cualquier lugar y no requiere de una gran inversión en equipo para empezar. Carolina Yañez, guía de aviturismo hace 6 años, dice que la mejor forma de aprender es “a la vieja escuela”; observando, escuchando, estudiando y buscando. “Hay aplicaciones muy buenas como Merlín, que pueden ayudar a identificar el ave que estás observando, pero creo que una mejor técnica para aprender es llevar lápiz y libreta e ir anotando ciertas características del ave (ejemplo: es más pequeño que una paloma y tiene las plumas de la cabeza rojas) y hacer un dibujo o esquema de su forma”, dice. A esto se pueden sumar unos binoculares y una guía de campo de aves que puede ser bastante útil ya sea para identificar el ave en terreno o para buscarla al regreso del paseo, tomando en cuenta las características anotadas.

Justamente esta fecha, entre septiembre y abril, es temporada alta de avistamiento de aves en Chile principalmente por el buen clima, pero también por otros factores. “La mejor época para observar aves es la temporada previa a la reproducción, entre septiembre y noviembre, porque hay más actividad, más contacto y cantos. Y hasta marzo, porque hay más juveniles, y de repente es más fácil observarlos”, explica Patricio Contreras del Departamento de Áreas Silvestres Protegidas de Conaf en la Región de Los Ríos. A esto suma que en Valdivia la actividad de avistamiento de aves resulta particularmente atractiva por la cercanía que existe entre distintos ecosistemas (bosque, costa y humedal), lo que permite avistar una gran variedad de especie y, a su vez, al haber una gran cantidad de humedales permite la realización de esta actividad a lo largo del año: “Las aves de pajonal son en general residentes, así que se ven durante todo el año”.

Remando en el humedal de Punucapa

Durante mi estadía en Valdivia no podía dejar pasar la oportunidad de navegar entre sus famosos pajonales. Quienes me guiarían en esta aventura serían Patricio Fernández y Daniel Arroyo de Sylvatica Outdoor y Wetland Expeditions, dos agencias de turismo en Valdivia que recientemente unieron fuerzas para crear Rio Cruces Explora.

Nos juntamos a las 7.30 de la mañana en Valdivia y partimos rumbo a Punucapa a 15 km de distancia. La ruta era un camino angosto rodeado de árboles, que pronto daban paso a una serie de quintas llenas de manzanos en flor, cuyos frutos muchos campesinos utilizan para hacer sus propias chichas y sidras (famosas en la zona, junto a las conservas, kuchenes y cervezas artesanales).

Nos dirigíamos al sector conocido como Potrero, en Punucapa, donde nos esperaban los kayak y canoa con los que recorreríamos el humedal homónimo. Después de disfrutar un exquisito café de frutos Tres Ríos (de origen valdiviano y elaborado con avellanas chilenas silvestres ¡muy recomendado!), partimos remando.

Dicen que por la mañana, justo entre el amanecer y las 12 horas, es el mejor tiempo de avistar aves ya que están más activas. Los cerca de 6 siete colores que se aparecieron junto a nosotros entre las totoras y el canto ininterrumpido de los trabajadores, definitivamente respaldaban la hipótesis. Estuvimos cerca de 5 horas navegando este sector empantanado, disfrutando de la tranquilidad que una actividad de bajo impacto como el kayak ofrece, donde no se escuchaba otra cosa más que el canto de las aves, el chapoteo de los cisnes al emprender vuelo o el sorpresivo chapuzón de un coipo que saltó junto al kayak.

Para mí, el kayak es un aliado ideal para los que disfrutan de las actividades en la naturaleza y quieran dar sus primeros pasos en el avistamiento de aves; es una actividad divertida que a la vez permite ir disfrutando tranquilamente, sin asustar a la fauna. Patricio Fernández coincide: “Esta ruta que hacemos, desde el humedal Punucapa hasta el estero San Ramón son 5 km por tramo. Es una distancia corta, pero la idea es ir lento, relajado, contemplando. El kayak o la canoa en este caso, son sólo los instrumentos para acercarnos a la naturaleza”, dice sobre esta ruta que tiene una duración total de 6 horas.

Terminamos el recorrido con una buena dosis de avistamientos: siete colores, cisnes de cuello negro, taguas grandes, trabajadores, run run, garzas grandes y cucas, hualas, bailarines, yecos y unos patos que no pude identificar. Y pese a que lo buscamos, el huairavillo se nos escapó… ¡tendrá que ser para la próxima! Lo mismo con el cuervo del pantano, una especie amenazada en Chile. Justamente el día anterior me habían comentado que cerca de Punucapa había una colonia nidificante de esta especie.

Para quienes quieran realizar este mismo recorrido  que une Punucapa y el estero San Ramón, cruzando el Santuario de la Naturaleza Carlos Andwanter (10 km en total), pueden contactar a Rio Cruces Explora en riocrucesexp@gmail.com o a través de Instagram en @riocrucesexplora.

Parque Urbano El Bosque

En plena ciudad de Valdivia, en el sector conocido como Barrio el Bosque, se encuentra este pequeño parque administrado por el Comité Ecológico Lemu Lahué. La gracia es que no demorarás más de 10 minutos en llegar desde el centro de la ciudad, la entrada general tiene un valor de 1.000 pesos y tendrás la oportunidad de avistar diversas aves (En una de las actividades realizadas en el marco de la Feria de Aviturismo de Valdivia, contamos más de 20!). Eso sí hay que tener dos cosas en mente: la primera, ¡no olviden sus binoculares! Ya que, pese a que se pueden ver bastantes especies, sobre todo en el área de los pajonales, éstas están algo lejos. Segundo: el silencio y la paciencia tendrán que ser sus mejores aliados.

Algunas de las especies que podrán encontrar aquí son: el chercán de la vega, picaflor común, pidén, bandurria, tiuque, choroy, churrín de la mocha, rayadito, trabajador, colilarga, siete colores, fio fio, cachudito, run run, golondrina, jilguero, tordo, trile.

¿Cómo llegar? Está ubicado en Av. Simpson 301 y se puede llegar a pie, en bicicleta (hay ciclovía) o transporte público (línea 20 o colectivo sector regional). También en auto, pero el parque no cuenta con estacionamiento privado.

Río abajo en Colún

Un mix perfecto de aventura, naturaleza y aves es la bajada en kayak por el río Colún, uno de los principales atractivos de la Reserva Costera Valdiviana. “Es una navegación de 12 km y la gracia es que aquí pasamos por bosque, río y costa, así que se pueden ver hartas aves”, comenta Erwin Martínez, fundador de Alerce Outdoor. Dentro de las especies que acompañan este recorrido, está la posibilidad de avistar las tres especies de churrete (común,  acanelado y ,en la costa, el churrete costero), el martín pescador, alguna de las 20 especies de passeriformes asociadas al soto bosque, y otras especies costeras como pilpilenes y playeros.

“Arrancamos desde Valdivia y tomamos la barcaza a Corral de las 8 am. Vamos a Chaihuín y al inicio del río Colún donde empezamos la navegación”, comenta Erwin sobre la ruta. Luego existe la posibilidad de visitar la playa Colún y las lagunas gemelas al interior de la reserva. “En las lagunas gemelas hay una pareja de halcones peregrinos que siempre se ven cazando”, comenta al respecto Patricio Contreras, de Conaf.

Para mayor información, puedes ingresar a la página de alerceoutdoor o contactarlos a través de sus redes sociales.