Múltiples ciudades y localidades de Chile han desarrollado rutas patrimoniales. Es común ver circuitos y señaléticas que evidencian hitos identitarios, culturales e históricos respecto al desarrollo y evolución de los territorios y que permiten a los visitantes internarse en la identidad de la ciudad que están recorriendo. Y Llanquihue no será la excepción. 

A partir de este 2018 la ciudad espera contar con su propio circuito patrimonial, el cual tiene la particularidad de iniciarse sin conocer qué lugares lo compondrán. ¿Cómo se identificarán? Los mismos vecinos los están definiendo.

©Fundación Legado Chile
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Fundación Legado Chile trabaja desde 2016 en la ciudad de Llanquihue,  donde ha abordado  el desafío de la sostenibilidad y la conservación de ecosistemas urbanos de la ciudad en una perspectiva de trabajo que compromete a todos: sociedad civil, organizaciones vecinales, comunidad educativa, gobierno local y privados. Durante más de dos años de trabajo en la ciudad, han visto cómo entre los vecinos ha crecido la disposición hacia el cuidado y protección de estos espacios naturales, lo que se ve reflejado en la creciente participación de la comunidad en distintas iniciativas y proyectos locales.

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Por ello, postularon a un Fondart que se adjudicaron a fines de 2017 y que les permitirá desarrollar el proyecto Camina la identidad Llanquihuana, Circuito patrimonial natural y social en la ciudad de Llanquihue.  Durante la construcción participativa del Plan de Acción Medioambiental que Fundación Legado Chile desarrolló con la ciudadanía,  se hizo evidente que necesitábamos poner en valor el patrimonio, tanto natural como cultural de Llanquihue, de la voz de sus propios habitantes, logrando que cada uno reconozca y se sienta orgulloso de lo que su ciudad ha significado en esta región”, comenta Javiera Konig, encargada del proyecto. 

Proceso participativo

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Lo que caracteriza este proyecto de otras iniciativas de valoración patrimonial, es que mediante el proceso de identificación de los circuitos se está construyendo un relato participativo acerca de la memoria e identidad de quienes habitan y habitaron la ciudad. Desde abril se ha desarrollado un ciclo de conversatorios, en los cuales, tanto vecinos como representantes de organizaciones locales han acudido a contar sus historias y anécdotas en relación a esta particular ciudad.

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Una de las sorpresas de este proceso participativo ha sido el Hotel Kusch que, aunque se destruyó en un incendio en 1977, fue el centro social más relevante en la ciudad durante décadas, ya que además de ser hotel, cantina y cine, era sede de encuentros de box, matrimonios, banquetes y kermeses. Otro de los sitios identificados es la Ex Fábrica Iansa, que además de ser una estructura que recuerda la identidad industrial de la ciudad, trae recuerdos acerca del desarrollo económico y social que significó, sobre todo para quienes pertenecieron a “la familia Iansa”.

Hasta la fecha se han identificado más de 30 estructuras con significancia patrimonial, que representan aspectos culturales, espacios con relevancia natural, ecosistémica o paisajística y edificios vinculados a actividades industriales y económicas. Estos se han organizado en 3 circuitos: de la memoria e identidad inmaterial, de la biodiversidad y del patrimonio arquitectónico, los cuales serán visibilizados mediante un Plan de Señalética diseñada por Fundación Legado Chile y la Ilustre Municipalidad de Llanquihue.

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El potencial natural y cultural de Llanquihue poco a poco está siendo reconocido por sus habitantes, quienes ya no sólo observan con inquietud la presencia de sus ciudades vecinas, importantes focos de turismo, sino que comienzan a reconocer las cualidades y la identidad de su propio territorio.

“Llanquihue en los últimos años ha sido una ciudad que ha crecido bajo la sombra de las urbes vecinas, sin embargo, las historias que se construyen bajo esos paisajes hechos a mano, son fascinantes. Que la gente se reconozca como un sujeto histórico y que a su vez, la misma población construya un espacio histórico, es una labor que hemos querido comenzar a sembrar con este proyecto. Las diferentes visiones de la historia, del patrimonio y de la ciudad, nos han llevado a visitar múltiples hogares y grupo de personas, cada una de ellas con una particularidad, pero si hay algo que reconocer, es el cariño que existe por su ciudad, Llanquihue tiene aún, mucho que decir, y esperamos ser reflejo de esos intereses”, dice Roberto Matus Heim, encargado de caracterización histórica de la ruta.

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