Se desplazan por su hábitat natural y algo las detiene. Están atrapadas en una red de enmalle que está diseñada para pescar otro tipo de especies marinas como merluzas, jureles o corvinas. Pero no son peces, son tortugas y no pueden salir de donde quedaron estancadas. Así es como mueren cerca de 16 mil tortugas al año en las costas de Ecuador, Perú y Chile.

Son los pequeños pescadores los que utilizan, en su mayoría, redes de enmalle por su bajo costo y debido a que pueden ser usadas en botes pequeños y lanchas. Son paredes de tela que se instalan en el fondo del mar y se sujetan con pesos o anclas externas. Los peces, al intentar atravesar, quedan atrapados por sus branquias. Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Exeter, en los tres países investigados, este es uno de los métodos más usados para la extracción del pescado.

Sin embargo, en Ecuador y Perú la cantidad de barcos que ocupan redes de enmalle supera en el doble a los chilenos. Además, este tipo de pesca en Chile está restringido a ciertos recursos como el pez espada o la merluza.

Aún así, las tortugas se siguen viendo amenazadas por este sistema de pesca. Al igual que los peces, pueden quedar atrapadas en las paredes. La razón de esto se puede atribuir al tamaño de las mallas de la tela, que pueden abarcar más especies de sólo las que se buscan. Pero, ¿qué pueden hacer los pescadores si encuentran una tortuga? Se las llevan o las devuelven al mar.

Según el estudio, en Ecuador la mayoría de las tortugas eran liberadas vivas al mar. En Perú también, pero otras quedaban para comida o medicina. En Chile todas se liberaron. En total, de las 46.000 que fueron capturadas, cerca del 35% de ellas murió (16.000).

©ProDelphinus
©ProDelphinus

Mientras un pescador espera que los peces queden en la malla metros más abajo, en el fondo del mar, hay especies que quedan accidentalmente atrapadas. En cifras, a nivel mundial son 300 mil pequeños cetáceos y delfines, 250 mil tortugas en peligro de extinción y 300 mil aves marinas las que mueren al año producto de estas prácticas.

En algunos países ya se han tomado medidas para este problema. Por ejemplo, en 2017 México prohibió las redes de enmalle para salvar a la vaquita marina, luego de que se diera a conocer que sólo quedaban 30 ejemplares en estado salvaje. En Europa, las redes de enmalle a la deriva de más de 2,5 km están prohibidas desde 1992 y, desde 2002 la medida se enfocó en la captura de especies altamente migratorias.

Comenta esta nota

Comenta esta nota

Responder...