Fauna marina en peligro: radiografía de los varamientos con heridas en los últimos 10 años
Durante los últimos 10 años, según el registro del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA), más de 600 animales marinos han varado con heridas en las costas de Chile. De estas lesiones, un 37% corresponden a heridas causadas por acciones humanas (antrópicas) y un 49% son indeterminadas. Además, se ha registrado un aumento sostenido de fauna marina varada con lesiones, llegando a su mayor cifra histórica el 2022, con un total de 124 registros en solo los primeros diez meses de ese año.
El 4 de marzo de 2021, a las 10 de la mañana, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA) recibió una denuncia donde se reportaba una ballena muerta en la bahía de Mejillones. Al llegar al lugar, los funcionarios realizaron la necropsia del individuo, determinando su causa de muerte por descarte: “Con la presencia de agua en sus pulmones desintegrados, de marcas de cabo alrededor de su cabeza y cola y, dado que se trata de un animal juvenil, junto con la presencia de comida en su estómago e intestinos, se puede hipotetizar que la causa de muerte fue enmalle en arte de pesca durante la alimentación del individuo. Los juveniles que comienzan a alimentarse por sí solos sin la presencia de la madre muestran una conducta de forrajeo donde la búsqueda de alimento como anchoveta o camaroncillo los hace acercarse a la costa donde son más propensos a quedar enredados en artes de pesca costeras», se enuncia en la base de datos de SERNAPESCA.
Este documento, según explica Ricardo Sáez, encargado Unidad de Conservación y Biodiversidad de SERNAPESCA, es la base de datos oficial de Chile en cuanto a varamientos de animales marinos. Para su realización, el servicio cuenta con dos veterinarios y expertos que corroboran la información por lo que, según explica, “quedamos muy tranquilos con el respaldo que tenemos”.
La información recopilada a partir de esta base cuenta la historia de 5.534 episodios de varamientos de más de 8 mil ejemplares de 12 especies distintas como lobos marinos, pingüinos, ballenas, delfines o chungungos en los últimos 10 años.
Javier Cabello, director de la ONG Chiloé Silvestre, que desde 2017 cuenta con una clínica veterinaria para la rehabilitación de animales, explica: “el aumento de casos de varamientos que recibimos durante el último tiempo ha sido significativo. Nosotros hemos tenido un aumento constante hasta ahora. Por ejemplo, el 2017 nosotros recibimos 87 animales y el 2022 recibimos 209. Esto se ha dado por varias cosas: estamos más consolidados como ONG, la gente tiene más conciencia y también SERNAPESCA ha reforzado el área de biodiversidad, por lo que hay más rescates”.
Sumado a este aumento, entre 2015 y 2016 SERNAPESCA registró cifras históricas de varamientos. Carlos Olavarría, Director del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA), el cual ha participado en campañas de concientización sobre varamientos de animales en el norte del país, explica que “en este evento se encontraron más de 300 ballenas sei (Balaenoptera borealis) muertas en el Golfo de Penas. No se logró realmente saber qué pasó, pero probablemente lo que está detrás de esto es un envenenamiento por marea roja”.
Además, Olavarría relata que tras este episodio “ha habido nuevos varamientos y este asunto sigue sucediendo, pero a una escala mucho menor en el último tiempo”. Tal es el caso de lo ocurrido en el año 2016, donde se registró un varamiento de aproximadamente 70 ballenas en Aysén. Esta situación también fue atribuida a toxinas producidas por algas.
Varamientos con heridas en aumento
Junto al aumento de animales varados, la cantidad de eventos donde se registraron ejemplares varados con heridas también incrementó en los últimos 10 años, llegando a su récord histórico en 2022 con 124 registros.
En esta línea, de acuerdo con la base de datos de SERNAPESCA, un total de casi 660 animales fueron encontrados con heridas, siendo aproximadamente 240 de estas lesiones por factores antrópicos, es decir, por causa humana. Sin embargo, los principales causantes de heridas no son especificados en la base de datos y descripciones como “cortes paralelos en sentido diagonal” y “lesiones lineales ” se repiten en esta categoría.
Olavarría explica que “es difícil categorizar todos esas causas porque esto también requiere que hayan especialistas que sepan que buscar, principalmente veterinarios que puedan analizar a un animal y determinar qué le pasó. Estamos bien lejos de poder tener muchos especialistas a lo largo de todo el país”.
Frederick Toro, veterinario que estudia los efectos antrópicos sobre poblaciones de mamíferos marinos, es uno de estos especialistas. Toro ha participado en necropsias de animales muertos en varamientos y explica que “uno tiene que llegar lo antes posible para que el animal no se descomponga. Ahí uno observa las lesiones y, por ejemplo, en las lesiones lineales a lo largo del cuerpo lo más probable es que sea una red. Las líneas en paralelo por lo general son las hélices. Cuando una lesión es muy irregular, probablemente es una mordida de un depredador, entonces ahí uno descarta acción humana, pero pasa muy poco”.
En esta misma línea, Javier Cabello, de la ONG Chiloé Silvestre, relata que para él “la mayoría son de causa antrópica. Yo asumo que son por causa antrópica y ahí hay que diferenciar si son intencionales o son accidentales. Hay muchas que son accidentales y hay otras que nosotros asumimos que pueden ser incluso arpones que les han enterrado. El problema no es que hayan muchos animales, el problema es que hay muchas razones por las cuales se hieren estos animales: la población humana ha aumentado, la gente se ha ido a vivir a las playas, la pesca, etcétera”.
Factores antrópicos como una gran amenaza
En mayo del 2015, un informante anónimo denunció la presencia de varios pingüinos muertos en la comuna de Lebu. Al llegar, los funcionarios de SERNAPESCA se percataron de que eran 48 de estas aves muertas. “Algunos animales tenían restos de material de red de enmalle y debieron ser decapitados para poder liberarlos”, describe la base.
El enmallamiento con cordeles o insumos de pesca representa la causa más común de heridas antrópicas. Así, de las casi 240 heridas por factores antrópicos, 88 corresponden a este tipo de eventos.
Por su parte, Ricardo Sáez relata que los factores antrópicos más comunes que han detectado es “el tema de la basura, sobre todo de plástico. El tráfico marítimo también es bastante relevante, sobre todo en este país. Además, las malas prácticas de observación y lo que nosotros llamamos tenencia irresponsable de mascotas, que son principalmente perros con registros de ataques a pingüinos, crías de lobos marinos y elefantes marinos. También, en menor medida, hemos detectado temas de faenamiento”.
Así, las heridas antrópicas por elementos pesqueros o relacionadas con la industria acuícola representan aproximadamente un 60% de los casos. Frederick Toro explica que, realizando necropsias en ballenas, delfines, lobos, nutrias y aves marinas “hemos visto de todo: en aves, lo que más hemos visto es ahogamiento por redes de pesca. De hecho, especies no tan costeras mueren por redes de pesca”.
Según su experiencia, agrega, “la mayoría de las muertes son por causa humana, de hecho hay muy pocas que son por causas naturales. Además, hemos visto cierta tendencia en algunas fechas, por ejemplo en verano se ven más animales heridos, pero coincide con la llegada de la gente a las playas, entonces no sabemos si varan más o hay más gente para observar”.
Los Lagos y Biobío: líderes en varamientos
Según datos de SERNAPESCA, las regiones de Biobío y Los Lagos lideran los índices de captura de peces a nivel nacional. Con aproximadamente un millón de toneladas anuales por región, ambas se han convertido en epicentros de la industria acuícola y pesquera respectivamente.
En cuanto a la pesca artesanal, estas regiones también se han posicionado como las principales productoras, siendo la Región del Biobío la que aporta con mayor volumen de especies como jurel y la de Los Lagos de especies como moluscos y crustáceos.
Por otro lado, la base de datos del servicio pesquero muestra a estas mismas regiones como aquellas con más varamientos con heridas visibles. Los Lagos lidera la tabla con más de 130 episodios, seguida de cerca por la Región de Biobío con 127.
Desde la Unidad de Conservación y Biodiversidad, Sáez explica que estas “son regiones que tienen una flota de pesca artesanal bastante grande comparado con otras regiones, y lamentablemente aún hay una fracción de la pesca artesanal que ve, sobre todo el tema de los lobos marinos, como una molestia para la misma actividad y lamentablemente cada cierto tiempo ocurren estas interacciones negativas”.
Olavarría, por su parte, pone en duda la correlación entre la industria pesquera y los varamientos: “Es difícil poder saberlo porque sí, Concepción y todo ese sector de Biobío es conocido por las flotas pesqueras, pero en el norte de Chile hay también muchas. También puede ser que allá sea un asunto mucho más rápido y de mejor el aviso porque hay mayor concentración de personas y de actividades asociadas con el borde costero. Aquí en la Región de Coquimbo no hay tantas caletas ni gente como en la zona centro sur”.
Frederick Toro resume esta situación como una competencia entre pescadores y fauna marina: “Hay dos grupos que están compitiendo: las aves y mamíferos marinos contra los pescadores, y el recurso es escaso. Entonces cada vez la interacción va a ser más estrecha y van a competir más y esto, obviamente, aumenta la probabilidad de muerte de estos animales porque los pescadores los ven como competencia”.
Desde su experiencia, el veterinario relata que “muchas veces los pescadores atacan a los lobos con cuchillos. Los pescadores son super complejos de trabajar, es difícil que entiendan que estos animales cumplen un rol en el ecosistema y que si los sacan a la larga va a ser más perjudicial que beneficioso”.
Lobos y pingüinos: las principales víctimas
El 24 de febrero de 2018, SERNAPESCA acudió a un club de yates ubicado en Concón por la denuncia de un lobo marino adulto varado. “Al llegar al lugar efectivamente constatamos la presencia del ejemplar (macho adulto). Este estaba vivo al momento de llegar, al acercarnos comienza con movimientos involuntarios y luego de unos segundos muere, se decide sacar del lugar debido a la sospecha de que este se encontrara baleado. Se traslada al Centro de Rescate de la Universidad Santo Tomás para tomar radiografías, las cuales concluyen que este efectivamente fue baleado en el rostro y tiene al menos 10 perdigones de distinto calibre (entre 3mm y 10mm)”.
Los lobos marinos figuran en más de un tercio de los eventos registrados de varamientos con heridas. Estos son seguidos por los pingüinos y por las tortugas, con 177 y 81 registros respectivamente. Además, dentro de este grupo destacan las ballenas, con 48 registros de varamientos con heridas.
Ricardo Sáez detalla que las causas de heridas que más frecuentemente se ven en lobos marinos son los plásticos en el cuello, elementos cortopunzantes, proyectiles o perdigones, colisiones con embarcaciones, anzuelos de pesca y mordeduras de perros. En las ballenas, explica Sáez, las colisiones con embarcaciones y enmallamientos son los principales causantes de heridas y muertes, mientras que en los delfines destacan las heridas por heridas cortopunzantes, faenamiento, redes de pesca y proyectiles.
En esta misma línea, Frederick Toro explica que “en Chile la mayoría de ballenas y delfines varan muertos porque la mayoría de las causas son redes de pescas o golpes con embarcaciones y la probabilidad de mortandad de estos eventos son muy altas”.
En animales más pequeños, Toro explica que los ataques de perros se vuelven más comunes. “En el caso de las nutrias hemos hecho un estudio y tenemos muertes por perros y redes de pesca. Hemos visto perros que matan a pingüinos y chungungos o atacan a lobos”.
Así, la Unidad de Conservación y Biodiversidad de SERNAPESCA, desde 2018 han interpuesto 18 denuncias en fiscalía por maltrato animal y por dar muerte a cetáceos. “A la fecha nosotros no tenemos conocimiento de que haya habido sanciones y tampoco nos han comunicado esa información. Pero yo me atrevería a decir que es muy difícil tener resultados positivos en cuanto a encontrar culpables”, explica Sáez.
Sumado a esto, la Unidad de Conservación trabaja en instancias que buscan disminuir los varamientos y lesiones de fauna marina. Entre estas, destaca Sáez, se encuentra la colaboración con The Blue Boat Initiative, de Fundación MERI junto al Ministerio del Medio Ambiente, la cual busca instalar boyas inteligentes capaces de alertar en tiempo real a las embarcaciones sobre la presencia de ballenas en zonas concurridas.
Así, las lesiones antrópicas, intencionales o no, se han convertido en una realidad cotidiana para los animales que habitan las costas chilenas. Los varamientos con heridas continúan en aumento y, aunque las razones no han sido determinadas, el rol que juega la sociedad civil es crucial. Por esta razón, explica Sáez, “hemos trabajado en una difusión y educación constante respecto a temas de observación, desde no molestar animales descansando, hasta temas de observación responsable en el mar, donde están normadas las distancias de avistamiento”.
Si presencias un varamiento, puedes denunciar llamando al número 800 320 032 o mediante las redes sociales de SERNAPESCA. Recuerda mantener una distancia prudente y respetar el espacio del animal.
*Los datos sobre varamientos con heridas recopilados para este reportaje representan una cifra aproximada obtenida a partir de un análisis de datos propio.