Nos internamos por el valle con nuestras frontales, intuyendo el sendero que nos llevaría a la base del Nevado Juncal, nuestro objetivo en esta visita junto a Ismael Sepúlveda y José Antonio Pavón. Eran cerca de las once de la noche cuando comenzamos a escuchar los aullidos de muchos guanacos a nuestro alrededor, además de aves nocturnas y otros animales e insectos que no pudimos reconocer.

Esa noche avanzamos los primeros ocho kilómetros y unos 300 metros de desnivel hasta los 2800 metros sobre el nivel del mar.

Nevado Juncal. Créditos Chopo Díaz
Nevado Juncal. Créditos Chopo Díaz

Al salir de la carpa al día siguiente, nos maravillamos con el paisaje alrededor: el cerro Alto Los Leones estaba casi sobre nuestra cabeza y el glaciar del Juncal descendía prácticamente desde la cumbre hasta nuestros pies. Pensamos en lo mágico de este lugar y nos sentimos muy agradecidos de estar nuevamente ahí.

Con Ismael habíamos caminado sobre ese glaciar 22 años atrás, cuando hicimos nuestro primer curso de montaña, todavía como unos tímidos adolescentes. El motivo esta vez era la cumbre del Nevado Juncal y, en lo posible, descender esquiando. Junto a Antonio, en 2023, tuvimos la fortuna de esquiar el cerro Gemelos y nos maravillamos con este valle.

Luego, cuando nos enteramos de que querían desarrollar un proyecto minero en este lugar, casi nos da un infarto. Glaciares, humedales, fósiles y una delicada biodiversidad, en la que se incluyen algunas especies en peligro de desaparecer, serían intervenidos. Pensamos en las tronaduras, el permanente tráfico de camiones, el uso indiscriminado de agua y la filtración de tóxicos y metales pesados en las cuencas y napas, el ruido, el humo y la iluminación excesiva. Todo eso hace que sea prácticamente imposible que un proyecto de esta magnitud se desarrolle sin generar impactos irreversibles a su alrededor.

Nevado Juncal. Créditos Chopo Díaz
Nevado Juncal. Créditos Chopo Díaz

Nuestro itinerario constaba de cuatro noches, cada una en distintos lugares. Avanzamos sin prisa, pero sin pausa. Cada escenario era un espectáculo para los ojos, con nuevas montañas y glaciares que aparecían a medida que ascendíamos.

El último campamento, a 4700 metros sobre el nivel del mar, nos ofrecía una de las vistas más hermosas que hemos visto. El glaciar norte nos separaba del cerro Columna y teníamos el Alto Los Leones a nuestra izquierda, mientras el Aconcagua flotaba sobre un mar de montañas a la derecha. El clima no pintaba muy bien, pero decidimos atacar la cumbre desde ahí, así que nos levantamos a la una de la madrugada para asegurarnos la mejor ventana antes de las nubes y el viento.

Nevado Juncal. Créditos Chopo Díaz
Nevado Juncal. Créditos Chopo Díaz

Al día siguiente, la luna nos guio prácticamente todo el primer muro hasta el plateau —planicie de altura— glaciar. Desde ahí fue un lento progreso a través del hielo y la nieve, hasta los acarreos cumbreros. Aproximadamente a la una de la tarde, cansados, pero muy emocionados, tocamos la cumbre, junto a Ismael, del Nevado Juncal a los 5965 metros sobre el nivel del mar. José Antonio nos acompañó hasta el campo alto.

La bajada fue la mejor parte. Apenas terminaron los acarreos, nos pusimos los esquís y comenzamos el descenso. Esquiamos todo el cerro, excepto por una pequeña transición de hielo de unos cien metros. Fue un agrado llegar ese mismo día a nuestro primer campamento a los 2.800 metros sobre el nivel del mar.

Nevado Juncal. Créditos Chopo Díaz
Nevado Juncal. Créditos Chopo Díaz

Al caminar de regreso por el valle al día siguiente, pudimos apreciar el comienzo de la primavera en todo su esplendor. Los humedales rebosaban de vida entre vegetación, aves e insectos. Gracias a la gran labor de conservación que realiza el Parque Andino Juncal, se controlaron las veranadas de ganado, se delimitaron los senderos y se evitó el ingreso de la empresa minera Nutrex Spa., quienes este año querían comenzar las construcciones de la infraestructura para la extracción de minerales.

Fue gracias a la resistencia de su administración, en conjunto con las comunidades locales e instituciones ambientalistas organizadas por la Coordinadora por la defensa del Valle Aconcagua, que se logró evitar el ingreso de la empresa, quienes, amparados por el código minero y una orden judicial, solicitaron el apoyo de la fuerza pública para realizar el ingreso. Finalmente, no se concretó el ingreso. Esta nota escrita por Camilo Hornauer de Fundación Plantae, resume muy bien la historia del conflicto y la importancia de proteger este paraíso.

En este valle se encuentra una de las reservas de agua más importantes de la Región de Valparaíso, en una zona de Chile en la que existe crisis hídrica y sequía durante la mayor parte del año, desde hace al menos quince años. 

El valle principal ya ha sido muy intervenido; desde el paso internacional entre Chile y Argentina, con su interminable tránsito de camiones, hasta la gigantesca mina Andina de Codelco y innumerables centrales hidroeléctricas de paso, con sus alteraciones de cuencas y torres de alta tensión.

Otro gran proyecto en este lugar vendría a colapsar un valle completamente saturado. Este no sería solo un golpe a la delicada biodiversidad de este lugar, sino que además terminaría con uno de los pocos santuarios naturales que quedan en la precordillera central. Como bien sabemos, no son muchos los valles cordilleranos con acceso abierto entre la quinta región y la Metropolitana. Y menos con estas características naturales.

Nevado Juncal. Créditos Chopo Díaz
Nevado Juncal. Créditos Chopo Díaz

Nos vamos felices de haber logrado esta gran misión, que personalmente tenía pendiente hace años. Pero nos quedamos con una misión todavía mayor: levantarnos en defensa de cada uno de los glaciares, humedales, plantas y animales que habitan este lugar. Debemos proteger cada rincón de este paraíso, no sólo por la conservación de su delicada biodiversidad, sino además por respeto a nuestras futuras generaciones, a quienes cada vez les quedan menos maravillas naturales como esta y a tan poca distancia de las ciudades más grandes de Chile.

El Parque Andino Juncal, en conjunto con Vialidad, está evaluando las condiciones de los accesos para abrir el parque de forma segura, lo más pronto posible. Sigue la cuenta de @parqueandinojuncal para más información.

Comenta esta nota

Comenta esta nota

Responder...