Los paisajes y territorios pueden ser tremendamente impactantes en sí mismos y si a esto se le suma la interpretación y puesta en valor por parte de artistas, tenemos entonces una mezcla muy potente, digna de mostrar.

En este artículo conoceremos la obra de los artistas chilenos Antonia López y Diego Santa María, ambos tienen en común su condición de observadores, nómades, errantes y recolectores de fragmentos de lugares cargados de contenidos. Los dos son también captadores y voz de relatos de personas; no conciben el territorio o paisaje sin hacerse cargo de sus habitantes lo que sucede con ellos.

Antonia es una artista polifacética, entregada, errante, vagabunda y espontánea. Está en constante movimiento, cambia de ciudad, de país y de condición. Su obra se define por el movimiento y su motivación es estar constantemente buscando el hogar o capullo, como ella le llama. Es una mujer que vive su obra y tremendamente prolífera. En palabras de ella “no necesito de un taller para hacer”.

Instalación en Playa de Atacama
Instalación en Playa de Atacama

Desde la naturaleza toma elementos e inspiraciones y las traduce en textiles, esculturas, objetos de cerámica (sus “seres” o “fetiches geográficos”), instalaciones, performances y talleres, entre otros. Se encuentra constantemente produciendo algo, sola o a través de su colectivo Silvestre. Una hoja de choclo se transforma en tela, el barro en seres mitológicos, el merkén o las semillas de la tierra en elementos para una instalación, el pelo de oveja y un montón de palos en estructura para la creación de uno de sus capullos (cacoon) y las hojas de árboles en patrones de impresión sobre ropa.

Cacoon, instalación en la naturaleza, capullo errante.
Cacoon, instalación en la naturaleza, capullo errante.

Costuras con fibras vegetales
Costuras con fibras vegetales
Impresión vegetal en textil
Impresión vegetal en textil

Parte de su trabajo tiene que ver con tomar objetos de la naturaleza, transformarlos en obra de arte y luego devolverlos a la naturaleza y ver cómo se van camuflando con el tiempo; ejemplo de esto es lo que hace con sus obras de cerámica y la relación de estas con el musgo.

Ser de cerámica
Ser de cerámica
Suculenta de cerámica
Suculenta de cerámica
Pan de piedra, instalación que habla de recolectar un poco de cada rincón mágico del sur de Chile. Entre tierras, merkén, mote, mate, arena, conchitas, cereales, porotos mapuches. Todo esto a partir de una obra en proceso, una antropología poética de Chile
Pan de piedra, instalación que habla de recolectar un poco de cada rincón mágico del sur de Chile. Entre tierras, merkén, mote, mate, arena, conchitas, cereales, porotos mapuches. Todo esto a partir de una obra en proceso, una antropología poética de Chile

La obra de Diego es diversa, desde pinturas a instalaciones, su trabajo habla de lo cotidiano, del desgaste, del paso del tiempo, el vacío y la historia en los procesos. Lo que hace tiene relación con los lugares por donde deambula, vive o trabaja. Es por esto que el vínculo con el paisaje y los territorios es inminente y constituye un sello fundamental.

Su última instalación, Borde Costero, expuesta entre marzo y abril del presente año es una muestra de lo frágil e inestable de esta porción geográfica de nuestro país. Estrechamente relacionado con uno de los lugares que el artista habita, recoge fragmentos de hormigón vaciado azarosamente en un poblado costero y los transforma en objetos de galería: esculturas esculpidas por el viento, docas, aloes, insectos y raíces. La naturaleza se cuela y crece en la obra y, con esto se evidencia su fuerza y magnitud.

Borde Costero
Borde Costero
Borde Costero
Borde Costero
Borde Costero
Borde Costero

Otra de sus obras, Capa Histórica (probablemente la luz se apague cuando se conozca la verdad), corresponde a una instalación con restos escombros de cerámicas y cunetas recolectados de la calle; cemento, madera, tierra, pasto y sistema eléctrico. Según palabras del artista: “Esta pieza pretende hablar de la ciudad y de cómo se acumulan una encima de la otra las capas históricas, como si pegáramos papeles murales uno contra el otro y al cortarlos nos encontramos con todos ellos. Nuestro suelo contiene siglos de civilizaciones y bajo nuestros pies circula una energía misteriosa que no podemos explicar con exactitud.”

Capa Histórica (probablemente la luz se apague cuando se conozca la verdad)
Capa Histórica (probablemente la luz se apague cuando se conozca la verdad)

Cuando el paisaje es interpretado y transformado en obra de arte, entonces cambia su condición, se potencia y modifica su valor: tenemos un nuevo lugar, presentado por un artista o artesano y percibido de infinitas maneras por todo el resto. Entramos entonces en el potente lenguaje de la interpretación y la percepción, del silencio y la apreciación.

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