Verano altiplánico: Chile – Bolivia – Perú
LO MEJOR DEL 2015. Con el correr de los años y su creciente popularidad, te mostramos un trayecto en forma de flecha recta que une a Chile con sus vecinos altiplánicos.
Tan frecuentes son los viajes de Atacama a Bolivia como los de Perú a Bolivia. Sin necesariamente visitar los tres países a la vez, esta publicación puede ser útil para quien sencillamente esté en el altiplano o quiera visitar alguno de los siguientes destinos.
Partimos por el salar de Surire (entra acá), fotografiado por Augusto Domínguez, quien lo describe como un lugar que se debe visitar antes de dejar la tierra. Y más aún si consideramos la llamativa fauna que habita este solitario y hermoso salar, donde el avistamiento de aves es la especialidad de la casa.
El salar se esconde a 140 kilómetros al sureste de Putre y se puede llegar fácilmente en auto. No obstante, hay que estar muy atentos al informe del tiempo, ya que de tocar un mal clima, las temperaturas pueden bajar incluso a -5º en verano y -15º en invierno, aún teniendo un día caluroso.
El primer trazo de la flecha nos lleva a Bolivia y Francisco Sánchez se encarga de convencernos para visitarla. “Es un milagro de la naturaleza… Bolivia es cultura”, dice en su artículo. Y es que tanto el relato como las imágenes hablan por sí solas y nos hacen preguntarnos cuándo iremos a conocer este lugar mágico, con oscilaciones climáticas inimaginables, poseedor del salar más grande del mundo y dueño de una cultura inigualable, resultado del legado de tres etnias distintas.
Pero los antiguos cementerios se roban la película de este paseo, en el que momias y huesos esparcidos son un aliado constante. Te recomendamos echar un vistazo.
La punta de la flecha termina en el valle de Urubamba, Cusco, Perú. Ahí se ubica un atractivo comercial, pero natural. Hablamos de las Salineras de Maras, escondidas a 10 kilómetros del pueblo que lleva el mismo nombre.
El lugar es impactante visualmente, pero también atrayente en parte porque el proceso de extracción de la sal no ha sido modificado en sus 600 años de actividad. Lía Aliaga nos maravilla con sus imágenes capturadas y nos cuenta más en detalle acerca de este atractivo peruano que, a pesar de su larga data, aún pareciera no ser tan invadido por el turismo. Mira de qué se trata.