Desde un comienzo los seres humanos nos hemos sentido seguros en lugares altos. Y es lógico, porque la altura nos entrega una posición distinta, nos da la posibilidad de mirar las cosas desde otro punto de vista, desde un lugar donde podemos sentir que nada más nos sobrepasa, ni los pensamientos, ni personas, solo el aire y el cielo. Lo que sigue mas allá es un misterio para todos, lo que pasa más abajo, de alguna manera, ya ha sido absorbido y recorrido por alguien o algo, incluso nosotros mismos.

Llegar alto implica un esfuerzo, unas ganas de subir y ver qué es lo que hay arriba; o como se ve desde arriba, «relajarse significa acomodarse y no se puede«¹ como dice el artista Taote King, no mientras vivamos en este planeta donde todo lo que está fuera de nuestro alcance racional de alguna manera se sigue moviendo, sigue creciendo. Por alguna mágica y misteriosa razón, todo está en un continuo movimiento.

Por más estancados que nos sintamos, sobre todo en esta era de disconformidades, abusos, poderes y una constante oleada de mensajes sumamente desconfortantes, existe esta “otra parte extraordinaria” que se presenta siempre sobre el mismo estandarte. Estar ahí, permanecer, reinventarse y dejarnos una lección justamente de todo lo contrario.

Lago Verde dentro del Parque Nacional Huerquehue.

Lago Verde, Parque Nacional Huerquehue ©Andrea Riquelme

El fin de semana pasado conocí el Parque Nacional Huerquehue y quedé justamente con esta sensación de que no todo está perdido. Es un lugar de abundancia, de explosión de vida, de justicia, repleta de esa sensación de tranquilidad que te produce poder ver árboles enormes y viejos que a su vez muestran orgullosos sus semilleros y descendencia entre chauras, helechos y violetas.

En este parque todo se mueve, partiendo por uno, dándolo todo cerro arriba, sin respiro, literalmente, pero con bocanadas de vida que te van llenando por dentro y te hacen seguir el camino entre familias de carpinteros que ahuecan los estoicos coihues y lagunas tipo espejo que te hacen ver mucho más lo verde por lo que estás rodeado.

Musgo dentro del Parque Nacional Huerquehue.

Estás arriba y te sientes tranquilo. Entre los juncos y araucarias te sientas a observar, puedes sentirte esperanzado con este poder, este movimiento único e imparable, en el que nos debemos refugiar y desde el cual debemos observar y opinar, porque somos parte de él; de donde debemos aprender y al que debemos seguir, defender y respetar, porque somos muchos más los que queremos vivir con esto que los que lo quieren destruir, vivir en sintonía con este ambiente, donde todo lo que somos y hacemos está haciéndose mucho antes incluso que nuestra propia voluntad, donde todo es una demostración de vida y, ¿qué más legítimo y profundo entonces que la vida misma?

Árboles dentro del Parque Nacional Huerquehue.

Lago dentro del Parque Nacional Huerquehue.

¹ “Relajarse significa acomodarse y no se puede”, es la frase de un rapero español llamado Tote King, en su letra “Matemáticas” perteneciente al disco del mismo nombre.


Enlaces externos

Visita el siguiente link para aprender más sobre la flora del Parque Nacional Huerquehue.

Para reconocer sobre la flora chilena visita la página web de chilebosque.

Flores dentro del Parque Nacional Huerquehue.

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