Quienes alguna vez han sentido el chorro de una ballena cerca de sí, o han tenido la oportunidad de nadar junto a estos gigantes marinos, suelen describir esta experiencia como una de las más espectaculares que hayan vivido. Y es que la sensación de estar junto al animal más grande del planeta, como es el caso de la ballena azul con sus 30 metros de largo y 180 toneladas de peso, sencillamente no tiene comparación.

Mientras unos podrían creer que la oportunidad de ver ballenas es algo que sólo unos pocos podrían tener la suerte de experimentar, en realidad en Chile esto es más fácil de lo que se pensaría. Cerca de 43 especies de cetáceos pasan por nuestras aguas, lo que representa poco más del 50% de las especies conocidas a nivel mundial, y muchas de ellas se acercan a la costa para alimentarse en su viaje desde el trópico hasta la Antártida, en los meses de diciembre a mayo. Por esta misma razón, la Presidenta Michelle Bachellet promulgó en 2008 una ley que declara a Chile una zona libre de la caza de cetáceos y que transforma 5,3 millones de km2 de nuestra Zona Económica Exclusiva (ZEE) en el primer Santuario Ballenero de Sudamérica y uno de los más grandes que existen.

Para todos aquellos que quieran conectarse con la naturaleza y vivir la experiencia de ver a una ballena en vivo y en directo, hemos creado una lista de 7 lugares en los que se puede avistar ballenas en Chile, de norte a sur. ¡No se la pierdan!

1. Arica

©Alejandroven
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A 130 metros de altura, el Morro de Arica no sólo se yergue como un imponente cerro costero en la ciudad nortina, símbolo de la guerra del salitre donde tuvo lugar la batalla entre Perú y Chile. Desde su cumbre se tiene una espectacular vista de la ciudad y, con suerte, de algunos cetáceos como rorcuales tropicales y ballenas Bryde, que nadan a lo lejos en el mar. Pero para aquellos que quieran probar suerte y conocer a estos gigantes oceánicos de cerca, saliendo del morro, en el muelle pesquero, algunos botes ofrecen paseos mar adentro para ver ballenas, delfines, las colonias de pingüinos y lobos marinos alrededor de Arica.

2. Caleta Chañaral de Aceituno

A unos 120 kilómetros al norte de La Serena, en la región de Atacama, se encuentra la pequeña caleta de Chañaral de Aceituno que hace ya unos años se ha convertido en un gran polo de atracción para los turistas que buscan ver ballenas. De hecho sólo en febrero de 2017 llegaron hasta aquí 5 mil personas. En Chañaral hay pescadores que se han especializado y realizan paseos para ver a estos gigantes, donde por lo general pueden avistarse especies como la ballena fin –la más común, de 27m de largo–, la ballena jorobada, minke e incluso la ballena azul, entre otros cetáceos como cachalotes y delfines.

3. Punta de Choros

Punta de Choros es una caleta de pescadores artesanales en la región de Coquimbo, ubicada frente a la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt. Aquí también son los pescadores quienes en sus botes y pequeñas embarcaciones, realizan paseos de avistamiento de ballenas en la temporada estival, donde se ven principalmente ballenas jorobadas. 

4. Isla de Chiloé

©Sarah Kather/Ecomarine Piñihuil
©Sarah Kather/Ecomarine Piñihuil

En el Golfo Corcovado y el noroeste de la Isla de Chiloé se han registrado la mayor cantidad de avistamientos de ballenas azul en todo el hemisferio sur y se cree que en la zona hay una población cercana a los 300 ejemplares. En la isla, recomendamos dos sectores para avistar ballenas: uno de ellos es Caleta Puñihuil, a 25 km de Ancud, donde la asociación Ecomarine Puñihuil cuenta con una embarcación apta para navegar en alta mar con ocho pasajeros. La otra es una experiencia muy diferente y se trata de la navegación en kayak que se puede hacer desde el Parque Tantauco hasta el sector de caleta Zorra donde se ven ballenas azules.

5. Melinka, en el archipiélago de las Guaitecas

©Archipiélagos de la Patagonia
©Archipiélagos de la Patagonia

Melinka era un pueblo desconocido de la región de Aysén, hasta que en 2003 el biólogo marino Rodrigo Hucke, de la Universidad Austral, publicó un estudio sobre el descubrimiento de una nueva zona de alimentación y recuperación de ballenas azules en la zona. Ahora, aquí también se ha desarrollado el turismo ballenero con embarcaciones como la Petrel IV, con capacidad para 28 pasajeros, donde se pueden ver especies como la ballena azul, jorobada, sei e incluso orcas.

6. Parque Marino Francisco Coloane

©Alberto García
©Alberto García

Esta área marina protegida en la región de Magallanes, cercana a la Isla Carlos III, es uno de los mejores lugares para avistar ballenas jorobadas –se han registrado más de 100 ejemplares en la zona–, que llegan al lugar a alimentarse de camarones, sardinas y krill para luego partir a Colombia y costa Rica a reproducirse. También se pueden ver ballenas sei. Aquí lo interesante es que no sólo se pueden ver uno o varios avistamientos en poco tiempo, sino que además el entorno natural es espectacular marcado por sus imponentes montañas canales rodeados de bosque nativo y glaciares.

7. Antártica

En la Antártica se realizan todos los días expediciones en zodiac que permiten tener encuentros con ballenas a pocos metros de distancia. Además en este sector hay una gran variedad de especies como la minke, azul, pigmea azul, fin, sei, jorobada y franca austral, que migran a estas aguas para alimentarse.

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