El cambio climático es uno de los grandes desafíos de esta época. Las proyecciones muestran que América del Sur es una región muy vulnerable, que se ve fuertemente afectada por el cambio climático, situación que se amplifica por la desigualdad, la pobreza, el crecimiento demográfico, el cambio de uso de la tierra y la alta dependencia de las economías nacionales y locales de los recursos naturales. Uno de los efectos previstos en esta zona es la disminución del suministro del agua, lo que afectará la producción agrícola, la pesca tradicional, la seguridad alimentaria y la salud humana. En Chile ya estamos viviendo estos impactos: los grandes incendios actuales, así como el reciente decreto de emergencia agrícola por déficit hídrico establecido en Magallanes son muestra de ello. 

Para enfrentar este desafío, se han establecido distintos espacios institucionales que establecerán las metas y acciones a seguir.  Por ejemplo, en Magallanes está el Comité Regional de Cambio Climático, dependiente del Ministerio del Medio Ambiente; el Gobierno Regional decretó “Situación de Emergencia Climática y Medioambiental” y la región comenzó el proceso para elaborar el Plan de Acción Regional de Cambio Climático. 

“Incorporar a la sociedad civil en la toma de decisiones ambientales contribuye a robustecer las políticas, planes y programas definidos, pues enriquece la información con perspectivas que provienen desde el habitar del territorio. Nuestro país así lo ha reconocido al hacerse parte del Acuerdo de Escazú. Por ello, como SCAC Magallanes realizamos el proyecto ‘Diálogos de la ciudadanía: Propuestas para enfrentar la Crisis Climática desde Magallanes’, que esperamos contribuya a construir una visión de futuro de la región respecto del cambio climático con el conocimiento, la experiencia y las necesidades de sus habitantes”, indicó Gabriela Simonetti-Grez, directora de la iniciativa.

El proyecto consistió en la realización de espacios de diálogos en Punta Arenas, Puerto Williams, Puerto Natales y Porvenir y un espacio virtual, donde más de 100 personas conversaron sobre causas, efectos, metas y medidas que debiese adoptar la región para enfrentar la crisis climática. Las y los participantes consideraron que las áreas que más contribuyen al cambio climático en Magallanes son las actividades productivas, la generación de energía y el desarrollo de las ciudades. Asimismo, identificaron la biodiversidad y otros bienes comunes como los más afectados por este fenómeno. 

Tamára Aránguiz, participante del taller realizado en Puerto Natales, indicó que “fue una gran experiencia ya que nos asegura una participación activa desde las organizaciones y la sociedad civil en vincularnos en estas propuestas y problemáticas, y a su vez analizar las medidas para ver cómo podemos llegar a cumplir nuestras metas para mejorar lo que es la  crisis del cambio climático. Encuentro que fue una gran oportunidad, ya que rescatar estas problemáticas con actores relevantes del territorio permite visualizar una realidad, porque somos nosotros y nosotras quienes vivimos a diario con estos conflictos y por lo mismo, quienes podemos evidenciar algunas posibles soluciones”.

Respecto a los resultados obtenidos, si bien hay diferencias entre las percepciones y propuestas a nivel local, todas las provincias coincidieron en que las metas a priorizar en la región debieran ser el cambio de la matriz energética regional incorporando energías limpias, la planificación de las ciudades, el ordenamiento territorial, y hacer cambios a la institucionalidad ambiental. Algunas medidas propuestas para alcanzar estas metas fueron estimular la producción local de energía limpia, con uso distribuido de escala local; diseñar un Plan Regulador en base a los servicios ecosistémicos; y que las entidades que realicen los Estudios de Impacto Ambiental sean independientes y no contratadas por las mismas empresas.

Para Inti González, encargado de contenido del proyecto, “esta iniciativa se destaca porque no sólo reúne percepciones sobre el diagnóstico, sino que también una serie de metas consensuadas por las y los participantes con medidas concretas a implementar, que pueden ser abordadas desde distintas escalas de gestión territorial. Hay metas y medidas que apuntan a cambios legislativos y otras que son materia de gestión de los gobiernos locales”. 

Los resultados obtenidos en estos diálogos fueron presentados a distintas autoridades regionales -como la Seremi de Ciencia, Verónica Vallejos, y la Seremi de Medio Ambiente, Daniela Droguett- y seguirán siendo socializados con miras a ser incorporados en procesos de tomas de decisión sobre esta materia. Para la Seremi Droguett, “este tipo de proyectos son de gran relevancia, ya que nacen de la sociedad civil, entonces tenemos una conexión directa con las comunidades a las cuáles algunas veces no llegamos como estamentos públicos. En ese sentido, tener una visión de todo el territorio de la región de Magallanes nos ayuda a tener un nuevo insumo para el armado del Plan de Acción Regional de Cambio Climático, el cual se va a desarrollar durante este año, para tener un plan para la región, y desde ahí van a nacer los planes comunales. Así que este insumos nos viene muy bien, y esperamos utilizarlo dentro de todo el proceso”.

Directiva entregando resultados de los diálogos territoriales a Seremis.
Directiva entregando resultados de los diálogos territoriales a Seremis.

Así mismo, el documento con resultados está disponible para toda la ciudadanía en la plataforma web de Fundación Mar y Ciencia, organización asociada del proyecto, la cuál se suma a una decena de organizaciones de diversa índole y con presencia en el territorio que fueron parte de la iniciativa: Alerta Isla Riesco, Asociación Namati, CEIA, Centro de Formación Técnica de Tierra del Fuego, Ciudadanos y Clima, Comité Cultural de Puerto Williams, El Galpón Lab & CoWork, Fundación Lenga, Hach Saye, Junta de Vecinos N° 1, Universidad de Magallanes y WCS.

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