¿Jaibas o cangrejos? Llamativos colores y tamaños de estos increíbles crustáceos en Chile
Nuestros colaboradores Vicente Valdés y Ricardo Varela, fotógrafos de Biodiversidad Chilena, nos comparten una galería fotográfica de jaibas y cangrejos. Para precisar, estos no tienen diferencia entre ellos porque son nombres comunes que se les dan a diferentes especies, que en realidad se distinguen por sus nombres científicos. Aquí, ambos fotógrafos nos cuentan algunas de sus experiencias “capturando” con sus lentes a estos crustáceos, la dificultad de lograr estas tomas y sus principales motores para compartir su trabajo. “Nos gusta transmitir a través de la divulgación esta belleza desconocida y que la gente sepa que son cruciales para el sistema intermareal y los respeten”, es parte de lo que comentan.
De pequeño, en sus paseos a la playa, Vicente Valdés se sentía más atraído por estar en las rocas que bañarse en el mar. Se entretenía levantando piedras y viendo a los cangrejos que aparecían, como el ya conocido cangrejo de porcelana y sus colores galácticos. Años más tarde, viajaría hasta Arica con el objetivo de ver al cangrejo fantasma, una especie de arena, que habita en las playas del norte de Chile, pero que también se puede encontrar en muchas partes de América. Ese es el clásico cangrejito relativamente grande, con los ojos levantados y conocido por ser extremadamente carismático. “Una ternura”, dice Vicente entre su descripción.
Con el paso del tiempo, a sus expediciones y también con cámara en mano, se sumaría Ricardo Varela, con quien forman Biodiversidad Chilena. Ahí, en las visitas a la zona intermareal -cuando recién iniciaba en la fotografía- vio que podían aparecer 50 cangrejos de porcelana solo levantando una piedra. “Eso me impactó y por eso quería llevarlo a la fotografía. Por que se tiene a pensar que pueden ser comestibles y no necesariamente es así”, recuerda Ricardo.
Así, se han dedicado a buscar y capturar bajo su lente a distintas especies de estos crustáceos. Sobre si existe alguna diferencia entre lo que es un cangrejo y una jaiba, Vicente explica que “son dos maneras de llamar a distintos decápodos. No es que las jaibas sean de una familia y los cangrejos de otras, sino que son formas vernaculares de llamarlos”. Es decir, no existe una diferencia una diferencia sustancial entre ambos, sino que son nombres que se le dan a diferentes especies. En otras palabras, lo que puede ser una jaiba en Chile, en otro país -o en alguna otra parte del territorio nacional- puede ser un cangrejo. Por eso los nombres científicos son claves para su identificación.
– ¿Qué es lo más difícil de sacar fotos a estos crustáceos?
– Vicente: A diferencia de otras especies que fotografiamos con Ricardo, lo difícil no es encontrarlos. Son comunes y accesibles en el intermareal. El tema es que son bastante movedizos, fuera y dentro del agua. Están en un lugar que se inunda cuando sube la marea y que después queda expuesta a la intemperie cuando baja la marea. Cuando uno levanta una piedra, enseguida buscan refugio. A veces quedan a la vista, con su espalda apoyada en una zanjita de roca y ahí uno tiene la oportunidad de hacerle fotos, sea fuera o dentro del agua. Entonces, a mi parecer, hay un tema de dificultad de cosas técnicas fotográficas (enfoque, luz, etc.), pero en temas de comportamiento es justamente eso, que se mueven mucho y que siempre estén buscando un refugio.
-Ricardo: Claro, en el tema técnico hemos trabajo con Vicente distintas técnicas para sacar fotos a especies en el intermareal. El flash puede rebotar en el agua y generar manchas gigantes. Y lo otro es que son complicados de poner en escena, porque se escapan y la dinámica tiene que ser rápida. También, dar con ellos no es el problema, sino que también las rocas son resbalosas y hay que estar con cuidado. Pero esos peligros no lo son tanto si actuamos de buena manera. Tiene sus dificultades, pero se puede fotografiar con paciencia y con cariño, sobre todo.
– ¿Qué les llama la atención de estos crustáceos y qué les motiva para fotografiarlos?
-Vicente: Voy a hablar por los dos. Esto es nuestra vocación, lo que más nos llama la atención. Tenemos una obsesión por la naturaleza, entonces somos susceptibles a que nos llame la atención lo más mínimo. Hasta lo que la gente no pesca. Entonces vemos esos cangrejos y es como: “¡Le estamos sacando fotos a la criatura más hermosa del mundo!” Y después vemos otro decimos “¡No, este lo es!”. He escuchado a Varela decirlo en terreno mil veces. Entonces es el gusto personal y la vocación de querer compartirlo por las redes sociales y a través de nuestras excursiones, donde en Biodiversidad Chilena vemos fauna carismática y no carismática. Los cangrejos son un objetivo más difícil. Los crustáceos en general. De hecho, la fauna marina más difícil en general que lo terrestre. La idea es mostrar que son abundantes, pero que sepan que son extremadamente frágiles. Para cada foto hay que ser muy cuidadoso, porque puede haber 20 especies en una piedra de un montón de invertebrados más. Eso nos gusta transmitir a través de la divulgación, que sepan de esta belleza desconocida, que son cruciales para el sistema intermareal y que por eso no hay que sacarlos, ni jugar con ellos, ni ponerlos al sol. No, los van a respetar.
-Ricardo: También nos motiva ver la reacción de la gente al enterarse de la existencia de estos seres que tienen un cierto abandono por parte del resto de los fotógrafos. En Chile se peca mucho de que la fauna mayor es como la más visibilizada. Con Vicente hemos intentado meter lo más posible, de muchas familias y géneros. Entonces cuando terminamos yendo a la intermareal, nos damos cuenta de que es una verdadera selva subacuática, que se esconden cientos de especies. Creo que cada vez que levantamos una piedra encontramos una especie distinta e impactante, dada la cantidad de vida que alberga. Y justamente, sin necesidad de tener que meternos con buzo, con equipo submarino, simplemente levantando un par de roquitas en el horario de la marea baja. Uno puede estar varios días encontrando cosas maravillosas en realidad.