En el mundo del deporte al aire libre emergen relatos inspiradores de mujeres que desafían las expectativas sociales. Entre ellas, encontramos a madres primerizas que llevan a sus guaguas a la montaña, mujeres que llevan décadas realizando deportes y otras que, a una edad socialmente poco convencional, descubrieron su pasión por el deporte outdoor, entre muchas otras experiencias. Desde el 2020, la labor de Titanas del Mundo ha sido dar a conocer estas historias de inspiración, dejando en claro que, en un mundo prioritariamente masculino, las mujeres destacan y dejan su huella. 

Fue a fines del 2019 cuando Francisca Vargas (27), quien, a pesar de ser enfermera de profesión — actualmente trabaja en el Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (SERNAMEG) pero sin ejercer su carrera— decidió lanzarse a la aventura. Con 23 años se incorporó al mundo de la escalada y poco tiempo después, se fue mochileando al sur para continuar con su nueva pasión. Allí conoció a mujeres que la inspiraron. “En ese momento de mi vida las sensaciones que me provocaba la escalada y la gente que iba conociendo eran sumamente sanadoras. Ese viaje me fue presentando personas súper mágicas y me dediqué a recopilar sus historias con el afán quizás de escribir algún artículo y de empapar a otras personas como ellas me empaparon a mi con sus historias”, cuenta. 

Una de las grandes mujeres que conoció fue Emma Osorio (67). Mientras estudiaba pedagogía en educación física en la Universidad de Chile, Osorio se enamoró del montañismo tras completar un curso relacionado con la materia. Inmediatamente se integró al club de montaña de su universidad y, tras un año de ardua preparación, lideró a un grupo de seis mujeres en la primera ascensión femenina por la ruta «Polacos» del cerro Aconcagua, la cumbre más alta del continente sudamericano. Pocos conocen su historia.

Al final del viaje donde conoció a Emma, la realidad se hizo presente para Vargas. Luego de haber conocido diversos relatos, surgió una revelación en un festival de escalada: al ver que todos los expositores eran hombres, se dio cuenta de que las mujeres no eran visibilizadas en este ámbito, lo que contrastaba con lo que ella había vivido en su camino. Por esto, tomó la decisión de convertir el artículo que había estado pensando, en una plataforma.

La plataforma: @titanasdelmundo 

“(…) la que quiere puede y TODAS PODEMOS”, así finalizaba el primer post de Instagram de @titanasdelmundo el 12 de marzo del 2020. Lo que comenzó como un perfil para compartir historias y pensamientos propios se transformó en una gran comunidad. 

Relatos como los de Paula, quien luego de ser madre por primera vez, llevó a su hija Olivia de 6 meses en un porta guaguas a subir la cumbre del cerro Mauco, en Concón. O como Tania, quien a los 47 años encontró su pasión por la escalada en boulder. También está la historia de Daniela, que a los 16 años fue diagnosticada con anorexia nerviosa y tras ser hospitalizada, y a pesar de las advertencias médicas, siguió su camino como runner y hoy tiene su emprendimiento de snacks saludables «Healthy Green Cook». Estos son solo algunos ejemplos de las numerosas historias y vivencias que convierten a Titanas en un punto de encuentro significativo para mujeres de todo Chile.

Cortesía de Titanas del Mundo

Actualmente, la plataforma cuenta con casi 11.000 seguidores. Manteniendo firme su identidad, continúa no solo recopilando historias inspiradoras de mujeres y disidencias, sino que también organiza actividades y convocatorias a lo largo del país, tales como talleres de mecánica básica para bicicletas -con el fin de trabajar en la autonomía física de las mujeres-, cursos de primeros auxilios y curso de escalda en roca para principiantes. 

La más icónica fue el 8 de marzo del 2023, donde realizaron una convocatoria a nivel nacional con organizaciones formales y no formales, podían ser incluso grupos de amigas que quisieran conmemorar a través del deporte. “Nos unimos a través de un mismo mensaje, que era: seremos semilla para las que vienen, y fue tan bonito ver cómo diferentes organizaciones confeccionaron estos lienzos que se desplegaron a nivel del país”, cuenta Vargas.

En Pucón, por ejemplo, cerca de 40 mujeres se reunieron en el centro cultural Amar Amar con el fin de hacer rafting en el Río Trancura. Luego de una performance y un conversatorio, se equiparon entre ellas y en cinco balsas, se lanzaron al río, cada remada llevándolas más allá de los límites de su zona de confort. «Fue algo demasiado lindo y creo que nunca había vivido algo tan particular en la vida como ver tantas mujeres en el río tan felices. En el rafting suele haber mucho miedo y no había nada de esto. En ese momento había solo mucha felicidad, mucho cariño, todas confiando en el equipo y en la emoción que era compartir en la naturaleza. Las chicas bailaron, cantaron, gritaron dentro del río. Fue todo muy muy, muy potente», explica Valentina Aránguiz (26), guía de rafting y kayakista, quien lidera la sección de río en Titanas.

Al final de la travesía desplegaron el lienzo que habían hecho el día antes con la consigna de la convocatoria. Lo mismo en Viña del Mar, donde el mensaje fue expuesto por más de 100 mujeres que se reunieron a nadar en aguas abiertas.

8M, Ser semilla para las que vienen. Créditos: Titanas del Mundo
8M, Ser semilla para las que vienen. Créditos: Titanas del Mundo

Con todo esto, ¿de qué manera crees que la participación de las mujeres en actividades al aire libre puede contribuir al desarrollo personal y empoderamiento individual?

-“En el desarrollo de los deportes en general, yo te voy a hablar particularmente de la escalada, pero creo que puede aplicar para otros deportes, pasa que en la escalada necesitas de alguna manera saber hablarte y eso es como algo que creo que es un desafío para nosotras las mujeres que enfrentamos condiciones sociales súper adversas. Hay veces también, obviamente por los roles de cuidado que se han ejercido históricamente, que es súper fácil estar al servicio de los demás, descuidando la conexión consigo misma. Creo que el desarrollo de diferentes deportes permite eso, poder generar conexión personal y conectar con la emoción del momento”, reflexiona Francisca Vargas.

Proyectos a futuro

Plantear la perspectiva de género en el deporte no es tarea fácil. Para Francisca todo lo que tenga que ver con el género es un desafío sostenido en el tiempo. Es más, según un catastro hecho por Titanas, en el cual participaron más de 500 personas, el 80,7% de las mujeres no se sienten representadas en medios outdoor y el 60% declaró haber sido violentada en espacios deportivos.  

Por otro lado, en la actualidad, Titanas mantiene una colaboración activa con Selk’n Chile, un emprendimiento especializado en el desarrollo de indumentaria deportiva para actividades al aire libre. Selk’n Chile destaca por su compromiso con la producción de productos de alta calidad, trabajando en estrecha colaboración con talleres de confección ubicados en la V región.

La alianza estratégica entre Titanas y Selk’n se enfoca en fortalecer la autonomía económica de las mujeres dentro de la industria textil outdoor. Selk’n Chile, consciente de las barreras que históricamente han enfrentado las mujeres en este sector, adopta una perspectiva de género en su enfoque empresarial. Esto se traduce en la oferta de programas de especialización, flexibilidad laboral y oportunidades de desarrollo específicamente diseñadas para mujeres.

Créditos: Titanas del Mundo

¿Cómo planean seguir apoyando el desarrollo femenino en los deportes al aire libre y motivar a más mujeres a compartir sus historias?

-Bueno, planes a futuro tenemos varios. Estamos a puertas de comenzar como fundación. Tenemos un equipo también territorial súper importante y creo que ya estamos en un momento en el que después de tres años ya hemos realizado un diagnóstico. Hicimos un catastro deportivo donde participaron más de 500 personas y hay información súper valiosa. Entonces estos años han sido de diagnóstico, de identificar, de empaparse y ya este 2024 es de accionar con cosas concretas. Queremos seguir construyendo, seguir animando a que más mujeres puedan sentirse parte de este proyecto que insisto, es un proyecto colectivo y del que esperamos también que se puedan apoderar, que lo hagan suyo también. Esto no es un proyecto de, insisto, unas pocas, sino que es de todas. 

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