La plataforma petrolera en desuso que se convirtió en un arrecife en Perú
El futuro de la plataforma MX-1 es incierto. Organizaciones civiles se oponen a su retiro por los posibles daños a la biodiversidad y a las actividades económicas. Te invitamos a leer la nota completa escrita por María Elena Carvajal en Diálogo Chino.
A las cinco de la mañana, el cielo se empieza a aclarar en el muelle de Los Órganos, un pequeño distrito pesquero de cinco mil habitantes ubicado al norte de Perú, a menos de 200 kilómetros de la frontera con Ecuador. A estas horas, junto con las decenas de botes repletos de pescado, llegan al puerto pelícanos, tortugas, lobos marinos y gaviotas expertas en recoger las migajas de los pescadores.
A pocos kilómetros de la costa, lejos del bullicio de este pequeño centro pesquero, se encuentra una oxidada plataforma petrolera que hoy cumple una nueva e inesperada función.
La plataforma MX-1, que se retiró en 2011 tras funcionar por más de dos décadas, se ha convertido desde entonces en un foco de biodiversidad marina, según investigadores. “Este es el hábitat de muchas especies, tanto nuevas para la ciencia como endémicas”, afirma Yuri Hooker, biólogo marino con más de 30 años de experiencia investigando el mar peruano. Afirma que alrededor de la plataforma se pueden encontrar mantarrayas, tiburones ballena y praderas de corales abanico, así como una abundancia aparentemente “infinita” de especies de peces.
Pero este arrecife accidental podría tener que ser eliminado debido a requisitos legales. Biólogos marinos, conservacionistas y miembros de las comunidades locales temen que este rico ecosistema recién descubierto desaparezca con él.
Un ecosistema sin querer
La plataforma MX-1 es una de las siete plataformas petrolíferas en desuso de la costa norte de Perú ―todas ellas propiedad de la petrolera estatal Petroperú― que actualmente se enfrentan a su retirada. Pero, al haberse convertido en un santuario submarino, es la que más atención atrajo.
Anclada frente a Los Órganos desde 1985, el fin de la búsqueda de petróleo en la zona y su posterior abandono permitieron que la plataforma floreciera como hogar de 26 especies de peces y 57 de invertebrados, según el último estudio de Hooker.
Las superficies rugosas de la estructura MX-1 son ideales para que distintos organismos marinos se adhieran a ellas, explica Hooker. Los sólidos pilotes anclados al lecho marino favorecen a la presencia de corales, invertebrados y algas.
La ubicación de la plataforma MX-1 entre aguas cálidas y el encuentro de corrientes oceánicas ha contribuido a crear un abundante ecosistema. Aunque la región experimenta variaciones estacionales, el mar frente a Los Órganos tiene una temperatura media anual en superficie de unos 20°C, mientras que la corriente cálida del Pacífico Sur converge aquí con la corriente de Humboldt. Esta última transporta agua más fría y nutrientes de las profundidades a la superficie y ayuda a la productividad biológica de la zona de Los Órganos, alimentando toda la cadena alimentaria.
Las condiciones de esta parte del mar peruano han convertido al MX-1 en un hábitat para millones de microorganismos, que luego sirven de festín a especies de peces como el jurel.
También abundan los peces damiselas y dos especies vitales para la pesca artesanal en el norte de Perú: la doncella y la cabrilla de callao o de roca. Por este motivo, la plataforma ha atraído a pescadores artesanales y buceadores. Además, es hábitat de aves costeras y oceánicas, lobos marinos, delfines y mantarrayas, y, durante la temporada de migración, las ballenas jorobadas dan saltos sin parar en un espectáculo de danza al aire libre.
“Es uno de los mejores puntos de buceo del Perú y perderlo sería una pena, tanto para el ecoturismo, la conservación y la pesca artesanal”, afirmó Adriana Zavala, bióloga marina y fundadora del centro de buceo Chelonia, que trabaja en esta zona del país. Empresas como la suya organizan excursiones por la plataforma desde 2012.
Zavala destaca la ambigüedad de la normativa que rodea la retirada de la plataforma MX-1 y la falta de reglamentos específicos para los arrecifes artificiales en Perú. Esto puede poner en peligro las diversas actividades económicas que han surgido en torno a la plataforma en su segunda vida, dijo la bióloga.
Obligaciones legales
Desde 2011 ―el mismo año en que cesaron las operaciones de MX-1― la concesión de la plataforma pertenece a Savia Perú. La empresa, propiedad de la estadounidense De Jong Capital, se dedica a la extracción y exploración de petróleo y gas en aguas peruanas.
El contrato de concesión de Savia finaliza el 15 de noviembre de 2023, tras lo cual está obligada a retirar toda la infraestructura instalada en el yacimiento en virtud del Reglamento para la Protección Ambiental en las Actividades de Hidrocarburos de Perú. Esta normativa establece que el operador de una concesión debe presentar al Ministerio de Energía y Minas (MINEM) un “plan de abandono” para la finalización de su contrato. El retiro de MX-1 “es parte de este plan e incluye otras siete plataformas, así como líneas submarinas, tanques y la remediación de tierras”, dijo Orlando Mercado, gerente de responsabilidad social de Savia Perú.
Savia presentó su plan de abandono a la Dirección General de Hidrocarburos del MINEM en noviembre de 2018.
“Pensábamos que se aprobaría en 2019, lo que nos daría cuatro años para llevar a cabo el retiro de las instalaciones sin problemas. Son más de 500 toneladas de fierro que no se pueden sacar de la noche a la mañana”, comentó Mercado.
Sin embargo, el plan fue aprobado recién en abril de 2022, y se estableció que Savia está obligada a no dejar ningún pasivo ambiental al término de su contrato. De lo contrario, perdería la fianza de 20 millones de dólares dispuesta por OEFA ―la agencia gubernamental de evaluación y aplicación de la normativa ambiental― por incumplir los planes de abandono.
Aunque la regla general establece el retiro de las infraestructuras una vez termine su periodo de uso, existen dos excepciones: la primera es cuando hay alguna entidad interesada en quedarse con la instalación y la otra es cuando el retiro ―en vez de su permanencia― causa un mayor daño al medioambiente.
La plataforma MX-1 no es la primera infraestructura petrolera o de gas que encuentra una nueva vida tras el cese de sus operaciones, lo que ha obligado a países a plantear marcos jurídicos para su gestión. Países como Australia, Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Malasia, Noruega y Países Bajos tienen políticas relacionadas con el abandono que incluyen, por ejemplo, permitir su uso continuado como arrecife artificial.
Otras iniciativas han encontrado usos creativos para infraestructuras en desuso. En el Reino Unido, una plataforma fue rebautizada See Monster y convertida en una instalación artística temporal antes de su eventual desmantelamiento. En la costa de Malasia, una plataforma ahora se llama Seaventures Dive Rig y se convirtió en un centro turístico.
En este contexto, la Asociación de Empresas Turísticas Los Órganos (ASETUR Los Órganos), ha promovido esfuerzos para conservar la plataforma, buscando que el Estado implemente políticas relacionadas con arrecifes artificiales.
“En Perú, aunque no existe una legislación que regula este tipo de prácticas sobre estos espacios, hay muchas estructuras como muelles, buques hundidos y, en este caso, la plataforma, que al ser sumergidas en el agua comienzan a atraer una gran cantidad de organismos y, finalmente, se convierten en arrecifes artificiales”, dijo Hooker.
En caso de que Savia no cumpla con su obligación de desmantelar MX-1, sigue sin estar claro quién puede asumir la responsabilidad del mantenimiento y la gestión de la estructura una vez que finalice su concesión. Para Percy Grández, asesor jurídico del programa de gobernanza marina de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), abandonar una estructura tan grande sin un plan de mantenimiento es un riesgo, no sólo para el ecosistema, sino también para turistas y pescadores.
“En la situación actual, la plataforma es un pasivo ambiental; quiere decir que no extrae nada, por lo que no se ve como una inversión, sino más bien como una responsabilidad social. No es advertida como una infraestructura productiva, por lo que no hay un interés real por parte de las empresas”, dijo Zavala.
El debate en los tribunales
El pasado 6 de julio, a través del Observatorio Marino Costero (OMC), una organización formada por defensores del mar, se presentó una demanda de amparo en contra del Ministerio de Energía y Minas (MINEM), el Ministerio del Ambiente (MINAM), el Organismo de Evaluación de Fiscalización Ambiental (OEFA) y la empresa Savia Perú para que se deje sin efecto el plan de abandono respecto al retiro de la plataforma MX-1.
“Lo que debe suceder lo más pronto posible, debido a la urgencia del asunto, es que el juez admita la demanda y se detenga el desmantelamiento”, dijo Grández. Además, confirmó que el desmantelamiento ha sido detenido hasta que se conozca el veredicto del juez.
En declaraciones a Diálogo Chino en julio, Grández calificó el futuro de la plataforma de “asunto prioritario” que debería decidirse “en las próximas semanas”. Sin embargo, aún no se ha fijado una fecha para la conclusión del caso.
El futuro de la plataforma MX-1 está en una encrucijada. Por un lado están las empresas de turismo y la sociedad civil haciendo campañas para que no se retire la plataforma, pero aún no hay propuestas claras por si esto se llega a dar.
«La extracción de la plataforma podría desencadenar consecuencias ambientales desconocidas y aún más perjudiciales»
Yuri Hooker, biólogo marino
Para Grández, si se llegara a evitar el desmantelamiento de la plataforma, se deberían tomar todas las precauciones para evitar una futura emergencia ambiental. Según el asesor, sellar los pozos, y retirar todos los niveles de plataforma debería ser el primer paso, tareas que se habían completado en agosto, según Savia. Lo que no se debería mover es “la estructura de soporte, que es lo que se ha convertido en un importante arrecife artificial”, dijo.
“Las infraestructuras que aún permanecen y que se convierten en pasivos ambientales se han integrado de tal manera en su entorno que su extracción podría desencadenar consecuencias ambientales desconocidas y aún más perjudiciales”, apuntó Hooker, que también exige “mayor investigación y una normativa clara para estos casos a los que nos seguiremos enfrentando”.
El 7 de agosto, Savia emitió un comunicado en el que exponía su intención de pausar el desmantelamiento de la plataforma e instaba a las autoridades y a la sociedad civil a identificar una entidad que asumiera su gestión al expirar su contrato. A la fecha de publicación de este artículo, aún no se había encontrado tal solución.
Este artículo se publicó originalmente en China Dialogue Ocean.