“El año pasado, subiendo por el camino a Farellones, me sorprendió ver un zorro culpeo hembra (Lycalopex culpaeus) que se paseaba en medio del camino como si fuera su propia casa. Si bien era conocido el hecho de que zorros siempre andaban rondando por el sector, me llamó igualmente la atención lo doméstico que parecía y me detuve a un lado del camino a observar su comportamiento”, nos cuenta nuestra colaboradora, la fotógrafa María Teresa Zegers.

Zorro culpeo Farellones ©María Teresa Zegers
Zorro culpeo Farellones ©María Teresa Zegers

A esto agrega que mientras observaba, se percató de que comenzaban a pasar vehículos y el zorro ni se inmutaba. Incluso pasó un ciclista muy cerca de él y éste, descansando en medio del camino, se dignó tranquilamente a mirarlo sin ni siquiera pestañar.

“Queda claro que estos pequeños animales silvestres están a la espera de la mala costumbre de algún visitante que les lance alimento, haciéndolos perder su propia naturaleza de alimentarse por sí solos y más aún corriendo el riesgo de ser atropellados”, añade.

Zorro culpeo, Farellones ©María Teresa Zegers
Zorro culpeo, Farellones ©María Teresa Zegers

Se trata de un caso que puede mostrar los efectos negativos que puede tener el alimentar fauna silvestre. Cabe recordar junto a este caso, otros como el de Alma, una cóndor que deambula por las terrazas de Vitacura, en Santiago de Chile; o el del difundido video por Ladera Sur en 2019 de más de 40 zorros chilla a la orilla del camino acostumbrados a que las personas les den comida.

Zorro culpeo, Farellones ©María José Pedraza
Zorro culpeo, Farellones ©María Teresa Zegers

De hecho, en esa última oportunidad, la Corporación Nacional Forestal (Conaf) resumió en tres puntos por qué no se debe alimentar fauna silvestre. En ellos abarcaron que ésta se puede enfermar porque no es parte de su comida o dieta habitual; que pueden perder la capacidad de alimentarse solos al acostumbrarse a que los alimenten humanos; y que puede ser peligroso para las personas porque los pueden atacar al acercarse.

Zorro culpeo, Farellones ©María José Pedraza
Zorro culpeo, Farellones ©María Teresa Zegers

También, frente a esa misma situación, a principios de este año el Servicio Agrícola Ganadero publicó un comunicado, advirtiendo que alimentarlos podría generar hábitos de dependencia, que el no comer alimentos que sean parte de su dieta alimentaria puede producirle problemas gastrointestinales, que si se acercan al costado de la carretera pueden ser atropellados, o incluso se puede alterar la cadena trófica porque los zorros son cazadores y permiten mantener un control del equilibrio de los ecosistemas.

Zorro culpeo, Farellones ©María José Pedraza
Zorro culpeo, Farellones ©María Teresa Zegers

En este sentido, el mensaje de nuestra colaboradora es a proteger a la fauna silvestre y domesticar a los animales salvajes alimentándolos. Tal como ella misma dice: “Cuidemos nuestra propia naturaleza, ya que somos parte de ella”.

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