Junto al estrecho de Magallanes y perdida en la inmensidad patagónica, se ubica una de las estancias más imponentes del fin del mundo. Conocida también por el famoso vapor “Amadeo”, varado junto a la playa, la estancia San Gregorio congrega una serie de construcciones de albañilería y planchas de zinc, tan propias de estas latitudes.

Fundada a fines del siglo XIX por el empresario José Menéndez, su particular emplazamiento –junto al estrecho y a 120 kilómetros de Punta Arenas-  da testimonio del auge ganadero que experimentó la zona austral en aquella época.

Declarada Monumento Nacional en el año 2000, su estado de conservación lamentablemente no está a la altura de lo que debiese suceder para un conjunto de tal envergadura y significación histórica.

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