El cóndor andino (Vultur gryphus) es una de las aves con las tasas reproductivas más bajas del mundo y la que cuenta con una de las mayores tasas de supervivencia entre plumíferos. En el último tiempo se han dado a conocer el declibe de las poblaciones alrededor del mundo llevando a la especie a estar catalogada como vulnerable (en Chile y Argentina) y en otros casos, como los de Ecuador, Colombia y Venezuela en peligro crítico de extinción.

©Jorge Vidal/Erratica Photo
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Hoy son Chile y Argentina los países que albergan las mayores poblaciones de cóndores. Si bien aún no se conoce el número exacto de cóndores que habitan en el país, Eduardo Pávez director de la Unión de Ornitólogos de Chile, ha asegurado que serían las regiones de Aysén y Magallanes donde se concentra el 70% de la población nacional.

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«En Tierra del Fuego y hacia el sur de la isla Grande, se pueden observar posaderos con conteos por sobre los 100 individuos juntos«, dice Jorge basándose en los censos periódicos realizados por guardaparques del Parque Karukinka de WCS Chile.

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El cóndor se distribuye por la cordillera de Los Andes desde Venezuela hasta Tierra del Fuego en la Patagonia. Muy por debajo de las cumbres de Los Andes centrales, en Tierra del Fuego el cóndor andino se puede ver incluso al nivel del mar. «Se reúnen para pernoctar y alimentarse de tanto en tanto de los guanacos, caballos salvajes y ovejas caídas junto a otras especies carroñeras como el tiuque, el carancho común y el carancho cordillerano del sur», dice el fotógrafo quien además destaca que aún se desconocen muchos aspectos de la biología de esta especie y que por lo mismo «impera de forma urgente una mayor investigación para poder conservarla y evitar que en un futuro más próximo que lejano ésta sea solo un recuerdo«.

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Actualmente destacan dentro de las principales amenazas de la especie, la destrucción de su hábitat, la caza furtiva, el choque con líneas eléctricas y el envenenamiento con sustancias para proteger al ganado de pumas y perros asilvestrados.

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