¡Impresionante! Descubren y rescatan tesoro de más de 15 mil imágenes históricas de Chile tomadas por el destacado fotógrafo Luis Mitrovic 

Placas de vidrio, negativos, fotografías y positivos, fue lo que recibió la Fundación Enterreno en 17 cajas guardadas durante décadas. Estos materiales, cuidadosamente almacenados durante años, revelaron ser un tesoro fotográfico inesperado perteneciente al prolífico arquitecto y fotógrafo chileno, Luis Mitrovic (1911-2008). Con más de 15.000 imágenes que abarcan desde los años 1950 hasta los 1990, esta colección proporciona una ventana única hacia el pasado de Chile.

El material, inicialmente propiedad de Mitrovic, fue adquirido por la Fundación Enterreno, quien se encargará de su digitalización y preservación. Si bien es posible reconocer algunos lugares históricos, la mayoría de las fotos carece de información contextual lo que dificulta su identificación precisa. Aún así el equipo de Enterreno, junto a su comunidad digital se encuentran intentando descifrar los lugares en los que fueron tomadas las fotografías.

El trabajo de digitalización es arduo,cada negativo o placa de vidrio se demora alrededor de 4 minutos en ser escaneada, por lo que Felipe Bengoa, director de Enterreno, estima que este proceso demandará alrededor de 1,000 horas en total. Una vez digitalizadas, las fotografías serán archivadas en la Universidad San Sebastián, con planes futuros de abrir el archivo al público y posiblemente realizar una exposición sobre la vida y obra de Mitrovic.

«El plan es abrir el archivo al público y ojalá realizar una exposición de su vida y obra. Un proyecto editorial también sería idóneo para mostrar el gran registro de Mitrovic y su talento fotográfico. Para llevar a cabo esto, lanzamos el Programa Apadrina un Archivo, donde se invita a instituciones a participar en el proceso de digitalización y comunicación, a través del financiamiento parcial o total del rescate. Luego, estas instituciones pueden utilizar el material para investigaciones, estudios y otros fines culturales o académicos», afirma Bengoa.

La inmortalización de las tradiciones, la vida urbana, rural y los paisajes de la época son un tesoro invaluable. “Mitrovic era un apasionado por la naturaleza, cargado de sensibilidad en cuanto a retratarla, junto a la flora y fauna. Dentro de sus más de 15.000 imágenes, una gran porción de ellas corresponden al registro más extenso que hayamos visto sobre flora endémica chilena. En todos sus viajes y paseos, se ve una delicada atención a los detalles de la naturaleza”, cuenta el director de Enterreno. 

El 5 de julio de 2007, un año antes de morir, Mitrovic hizo su testamento en el cual designó albacea a su gran amigo Carlos Alberto Cruz. El testamento indicaba que: «Se le deja un objeto que él elija, retrato de la señora de Luis, colecciones de fotografías, archivos fotográficos y que sean entregados a una institución cultural y educativa que conserve su trabajo a través de proyectos acordes y aprobados por el, y que conserve su correspondencia. «

Por su parte, Cruz delegó esta tarea a Alejandro Valdés, quién encomendó a la Fundación Enterreno el propósito de Mitrovic.

¿Quién fue Luis Mitrovic?

Hijo de un inmigrante croata y una porteña, Luis Mitrovic Balbontín, fue un destacado arquitecto y fotógrafo chileno. 

Estudió cuatro años de agronomía en la Universidad Católica, pero, impulsado por sus grandes amistades, tales como Sergio Larraín GM y Roberto Matta, decidió abandonar la carrera y seguir su verdadera pasión: la arquitectura. En consecuencia, dejó la agronomía y comenzó sus estudios de arquitecto en la <<Akademie de Meter Behrens>> de Viena. Terminó sus estudios en Chile luego de que Hitler asumiera el poder. 

Su infancia, al estar marcada por variados viajes con sus padres, influyó en su atracción por recorrer diversos lugares junto a su compañera Angela Gana, con quien contrajo matrimonio en 1943. 

En 1971, Luis Mitrovic se mudó a Estados Unidos. Trabajó como arquitecto para el Banco Mundial, liderando proyectos importantes en Centroamérica y Venezuela. Durante este tiempo, también adquirió valiosas obras de arte y muebles finos de diferentes partes del mundo. Estas adquisiciones muestran su faceta de coleccionista. 

Dejó una notable impronta en la arquitectura chilena durante su carrera de 1938 a 1970. Su trabajo incluyó la construcción de edificios de oficinas, el teatro Rex, el Edificio Baburizza en Viña del Mar, y proyectos industriales como la fábrica Carozzi en Nos, en colaboración con Emilio Duhart, y el edificio de Wagner y Stein.

Murió en julio de 2008, dejando tras de sí un vasto legado cultural que continúa enriqueciendo el patrimonio de Chile.