En medio del desierto de Atacama, a 35 km del centro de San Pedro y 3.475 mts sobre el nivel del mar, un cañón esconde un paisaje único: Un río con aguas termales que baja sinuosamente entre rocas y “colas de zorro” formando pozones, un lugar que durante cientos de años ha sido utilizado para el descanso y goce de sus aguas entre los 25°C y 30°C.
Puritama © Alfonso Abé

Entre el año 1998 y 2000 un tramo de 1km de esta quebrada fue sutilmente intervenida por el arquitecto chileno Germán Del Sol –el mismo arquitecto que diseñó las Termas Geométricas–, para mejorar su administración y ser habitado y disfrutado tanto por los lugareños como por las visitas, aspirando a su uso de forma controlada y sostenible en el tiempo en pos de su preservación.

Puritama © Alfonso Abé

La característica pasarela de madera impregnada de color rojo nos permite el paseo e ingreso a los 8 pozones, acompañando y respetando la geometría del río Puritana. En la llegada a cada pozón, una plataforma nos permite ingresar de forma más cómoda y segura al agua.

Puritama © Alfonso Abé

En algunos puntos estratégicos existen sombreaderos y zonas de picnic, elementos fundamentales considerando que  aquí prácticamente todos los días son soleados.

Puritama © Alfonso Abé

Los baños y camarines están construidos bajo las mismas leyes de simpleza y respeto por el entorno, potenciándolo y mejorando la visita. También existen algunas construcciones de piedra y pircas que nos recuerdan la historia del lugar, todo integrado dentro de la nueva intervención.

Puritama © Alfonso Abé

Las termas de Puritama son un excelente ejemplo de cómo la intervención humana y la incorporación de infraestructura puede mejorar el uso de estos espacios naturales privilegiados. Es de esperar que este tipo de operaciones sobre el paisaje austera y precisa sigan mejorando el acceso y uso de tantos lugares que cada vez tienen más visitas.

Acceso/Datos útiles

Puritama © Alfonso Abé

Para acceder a las termas existe un camino en muy buen estado apto para cualquier tipo de auto. Como muchos otros atractivos cercanos a San Pedro, no se puede llegar en transporte público. Es necesario contratar un “tour” que es más bien un traslado hasta el lugar.

También se puede acceder en bicicleta, pero es recomendable informarse bien sobre las distancias, desnivel, y dificultad del paseo.

Las termas quedan en el camino hacia los Gaisers del Tatio, por lo que se pueden hacer ambas cosas en un día. Se recomienda también visitar el “valle de los Cactus” que queda en el camino hacia las termas.

Llevar abrigo, ya que en las zonas de sombra baja bastante la temperatura.

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