Ruta del Jardín Austral, la nueva apuesta turística en la Región de Aysén
Abrir las puertas de sus jardines y pequeñas granjas a quienes aman la naturaleza y los paisajes de Patagonia es el comienzo de la Ruta del Jardín Austral. En este artículo, nuestra colaboradora invitada Dinelly Soto nos detalla sobre el corazón de esta ruta, en el que se puede tener un encuentro con los pobladores y habitantes del territorio, participando de sus actividades diarias y también de talleres. ¡No te lo pierdas!
La Región de Aysén es un destino indiscutido; año a año es visitada por miles de turistas que buscan en su mayoría, conocer los paisajes y bellezas naturales que guarda este hermoso lugar. De hecho, sólo entre diciembre de 2018 y febrero de 2019 llegaron cerca de 222 mil viajeros a la zona, de acuerdo a cifras del Programa de Sistema de Información Turística de Aysén. Es a raíz de esto que un grupo de amigos cumplió su sueño de armar la Ruta del Jardín Austral, la cual hasta el día de hoy se ha convertido en una interesante apuesta. ¡Conozcámosla!
El amor que empezó la ruta
Para entender un poco más de la ruta y lo que busca, es necesario conocer a su grupo humano. Sus fundadores: el inglés Paul Coleman y la japonesa Konomi Kikuchi.
Comencemos con Paul. Él es un hombre alegre, conversador y de mirada sincera, quien ha caminado más de 47.500 kilómetros alrededor del mundo, a través de 39 países, plantando árboles y difundiendo un mensaje de paz a partir de la restauración ecológica. En uno de estos viajes exactamente en Tokio, conoce a Konomi, una mujer que derrocha cariño y amistad y quien, siendo escritora, decide dedicar un libro a la vida de Paul. Durante este trabajo, ellos se enamoran, se casan y Paul le promete construir una casa en el lugar más hermoso del mundo: uno que tuviera aire puro, agua limpia, con bellos y sanos bosques, además de ser pacífico y seguro. Así es como en 2007 llegan por primera vez a La Junta, lugar donde comienza esta ruta.
La Junta es una pequeña localidad ubicada en la confluencia de los estremecedores ríos Rosselot y Palena y es custodiada por el imponente cordón montañoso Barros Arana, en la parte norte de la Región de Aysén. Está rodeada de bosques nativos, arroyos, cascadas y aves se vive una vida tranquila bajo la premisa “de quien se apura en la Patagonia pierde el tiempo”. Aquí, con un arduo trabajo, levantaron su casa utilizando principios de sustentabilidad y reutilización. Ubicados en una bella colina con vista al Volcán Melimoyu, han revivido un bosque que había sido cortado y reemplazado por pasto.
Hoy es diferente y en el lugar hay muchos árboles nativos -más de 2 mil plantados por ellos mismos-, frutales, flores, plantas medicinales y muchas verduras que cultivan basados en la agricultura orgánica y permacultura. Es aquí que esta hermosa pareja comienza con el sueño de esta ruta, hoy una realidad que contagió a más integrantes.
Los otros jardines de la ruta
El camino sigue con los vecinos, y la siguiente parada es con Javiera Carvajal, Marcelo Cortés y su pequeña hija Aurora, quienes administran el Hotel de Montaña y restaurant: Terrazas del Palena. Aquí podrán disfrutar de un grato descanso con privilegiadas vistas, además de hacer un recorrido por el hotel que sirve como vitrina para muchos artistas regionales exhibiendo desde hermosas acuarelas, trabajos en xilografía, cerámica y fotografía; todos inspiradas en los bosques de la región. En el restaurant podrán disfrutar de ricas preparaciones culinarias basadas en ingredientes con identidad local.
Un poco más lejos, a 2 km de La Junta, Donald, de familia Mapuche/Patagona está creando un jardín de permacultura en medio del bosque nativo en la Aldea Ecolive de Donald Manquenahuel. Aquí ofrece talleres sobre permacultura, jardinería y una introducción a la cultura Mapuche y a su comunidad de la cual es miembro activo, además de preparar y degustar sabrosas preparaciones en base a todo lo que se cultiva en el lugar.
Otro jardín es Aonikenk Karho, un espacio ubicado en las cercanías del reconocido Parque Nacional Queulat. Aquí Leonardo Gallardo, hijo de colonos de estas tierras, cuenta con este lugar rodeado de bosque nativo y con hermosos refugios de montaña que se mezclan armoniosamente con los inmensos árboles que los rodean. Además de una vista privilegiada al ventisquero colgante y Fiordo Queulat, este espacio cuenta con increíbles senderos, entre ellos el del “bosque mágico” que invita a grandes y chicos a conocer más de la biodiversidad de la Región de Aysén. Este año, además, han comenzado una nueva ruta hacia el Valle el Quinto una aventura de tres días hacia un inmenso Valle en el interior de La Junta, con bellas cascadas, cabalgatas a caballo y el cruce de un río como lo hacía los pioneros.
A 15 kilómetros al sur de La Junta continúa la ruta en el sector “Los Empastados”. Acá los espera Mary Nieto, madre de Leonardo, con quien podrán compartir su experiencia de vida como familia pionera en la Patagonia. El inicio de esta aventura es cruzar el río Risopatrón en un carro colgante, para luego aprender entre otras cosas cómo convertir la lana de sus ovejas en ropa, usando el huso y otras herramientas de los colonos, además de muchas otras actividades en torno a la vida rural campesina.
Finalmente, y desde la región de Los Lagos se han unido Eric Mayorga y Roxana Tampier de la pequeña localidad de Chana. Eric es un pescador artesanal que también realiza excursiones en barco para observar ballenas y hermosos entornos naturales. Roxana por su parte es una tejedora que utiliza métodos tradicionales en su trabajo, además, de hierbas que recolecta del entorno local. Ella también ofrece talleres para transmitir las técnicas y tradiciones de antaño.
Actualmente se siguen sumando actores y la ruta se agranda con más amigos y experiencias como: José Daniel Urrutia y Dayana Paris de Refugio Río Cisnes en Villa Amengual y Sergio Gómez y Katherinne Provoste de Cocina Vegana De La Raíz en Puerto Cisnes en el litoral de Aysén.
Los talleres
Durante todo el año esta ruta suma a más miembros de la comunidad con talleres que fomentan el buen vivir, el aprendizaje colectivo y con especial énfasis la buena alimentación y conocimiento del bosque, sus alimentos, su utilización y buenas prácticas. Talleres de cocina vegana, de jabones naturales y aceites esenciales, permacultura y agricultura orgánica y hasta el reconocimiento, recolección y preparación de especies comestibles de hongos de la zona.
La Ruta del Jardín Austral llegó para quedarse como una hermosa oportunidad de conocer la Patagonia desde dentro, desde quienes han decidido vivir y convivir en estas salvajes tierras y quieren compartir su alegría de habitar en este paraíso, con sus ganas de protegerlo y fomentar su cuidado y valoración.
Para más información están su página web además de las plataformas de Facebook e Instagram con el nombre de la ruta.