Más allá de “las Torres”: un recorrido con nuevas perspectivas por los paisajes del Paine

“Con los años he aprendido que es más linda la vista de Torres del Paine desde lejos y desde fuera del parque, tienes una vista 180, más panorámica y la aprendí a valorizar con el tiempo, buscando senderos con menos gente, menos concurridos que Base Torres y con más perspectiva que la famosa W”. Lo dice Hernán Jofré, quien lleva más de 25 años emprendiendo diferentes iniciativas turísticas en la región, y alguien que sabe y conoce muy bien toda la zona. Todavía recuerdo cuando años atrás, en torno al glaciar Grey, me dijo: “esta es mi oficina, aquí paso todo el día, qué tal, espero verte más seguido por acá, lo mejor es cuando acaba la temporada y nos arrancamos a escalar con varios guías al solitario valle Bader, un pequeño tesoro para desconectarse”, y eso que aún no era época de celulares ni redes sociales.

Hace rato que muchos buscan alternativas cuando viajan a “las Torres”, ya no es sólo cargar la mochila y partir a recorrer los senderos de la W o “el circuito” como se le conocía antes a la O. Hoteles, refugios, cabañas, estancias y hostales de todos los estilos han abierto en Puerto Natales o en Torres del Paine. Hernán encontró, luego de mucho buscar, un terreno en el sector de río Serrano, pero no en donde están todos los hoteles y cabañas “que se ven unos a otros” nos dice, sino que en un sector junto al río en donde sus vecinos son una familia local y “tenemos toda esa panorámica al macizo del Paine que me encanta, con perspectiva, el suroeste del Paine”.

Lo entiendo perfecto, en 2010 realicé un ascenso en zodiac por el río Serrano, el viento pegaba en nuestras caras mientras veíamos todo el tiempo al frente el gran macizo del Paine, cambiaban los tonos y esa brisa era sentir la naturaleza. Luego desembarcamos y montamos caballos para cruzar entre lengas y ñires teñidos de rojo, naranjo y amarillo, un viaje en otoño, para muchos la época más linda. “Todos van al Grey, nosotros mismos también, pero podemos ir en kayak hacia allá o cambiar y desde acá remar por el día en kayak o en zodiac al lago y glaciar Tyndall, la joya escondida de esta zona”, nos cuenta Hernán para graficar mejor todo lo que le gusta de la ubicación del hotel Kau Río Serrano.

La principal “gracia” de su Kau es que desde la misma puerta del hotel puedes hacer una de las varias actividades de turismo activo. Por ejemplo, te pones los bototos y sin transfer de por medio tienes varios trekkings, fáciles o difíciles, o sales a pescar con mosca por el río Serrano. También te puedes poner el salvavidas y te subes a un kayak, o pedalear en una mountain bike al atardecer con el macizo del Paine al frente, al igual que cuando realizas una bella cabalgata. Hoy -en tiempos normales, se entiende- muchos quieren opciones, alternativas y no sólo largas caminatas. Desde Kau puedes tener trekkings sencillos y fáciles hasta una larga excursión de 14 km a Lagunas Escondidas o hacia el cordón Chacabuco.

Kau es que uno de los hoteles miembros del programa Club de Hoteles con Sentido que lanzó Smartrip, agencia de viajes que recomienda iniciativas con foco en la sustentabilidad y que dona el 20% de sus ingresos a programas que fortalezcan comunidades y fauna locales en donde están estos hoteles. Inspirado en los antiguos galpones de esquila de la región de Magallanes, sus amplios ventanales muestran esa “panorámica en  180” a la que se refiere Hernán.

En otro sector de “las Torres” como se llama en general a toda esta zona, sea del parque o no, está el otro hotel recomendado por Smartrip y que es parte de su “Club de Hoteles con Sentido”: el Tierra Patagonia, con el sello propio de los Tierra, cuyo origen muy familiar está en Portillo.

Desde acá vemos el otro lado del Paine, tenemos el Monte Almirante Nieto y las 3 torres al frente, las que dan el nombre al parque nacional, es un paisaje más seco, mucha fauna, ñandúes, guanacos y territorio de pumas al acecho.

Durante una caminata por las condoreras, mientras apreciamos el vuelo de estas inmensas aves sobre los riscos, miramos hacia la Sierra del Toro y junto al lago Sarmiento se ve algo que se camufla con la estepa, es la silueta curva del Tierra Patagonia, un hotel que se mezcla perfectamente con el paisaje, que no aparece ni rompe la armonía. Desde sus inicios lo que más  destaca del Tierra ha sido su arquitectura “modelada por el viento” como nos explican, una de las fuerzas de la naturaleza más protagonista de la región. Ese es su sello, mimetizarse de manera natural y sustentable.

“Una de las cosas que más nos dicen los viajeros es que estar sentados acá en el living o en el restaurant es ya sentirse envueltos en una excursión. Tú ves pasar a los ñandúes o a los guanacos frente al hotel como si no estuviera, es una construcción muy adecuada al lugar, como que emerge de la tierra”, nos cuenta Paula Valdés, gerenta residente de uno de los hoteles Tierra. “No sólo atraen las excursiones como ir a las torres, las cabalgatas observación de aves o todas las actividades al aire libre que hacemos desde acá, lo mas destacable es la vista del macizo del Paine desde un lugar tan cálido, con colores que cambian aunque esté nublado, que los aprecias desde las habitaciones, las piscinas, el spa o desde los masajes. A veces hasta el oleaje del lago Sarmiento cuando parece mar es espectacular”, nos dice Paula.

Desde acá también se cumple la sentencia de Hernán Jofré cuando nos dijo que con los años aprendió que las mejores vistas están afuera del Parque Nacional Torres del Paine,  con perspectivas: Kau desde oeste más húmedo, Tierra desde el este más seco.

En estos tiempos donde todos tenemos ansiedad o ganas de viajar y explorar, el Parque Nacional Torres del Paine siempre es y será una de las mejores opciones, aunque no necesariamente nos instalemos al interior del parque, sino que lo contemplemos desde sus límites, en donde estar sea más importante que cualquier otra cosa y en donde también la perspectiva nos pueda regalar un verdadero viaje con sentido.