Conociendo el verdadero Cajón del Maipo: Fundo Cruz de Piedra
Nuestra colaboradora Elisa Izquierdo, nos cuenta sobre un valle desconocido y de difícil acceso en el Cajón del Maipo, pero que guarda todas las maravillas de la cordillera por la preservación que ha tenido. ¡Más detalles aquí!
Probablemente todos saben algo del Cajón del Maipo, icónico valle que se sumerge en la cordillera de los Andes por el sur-oriente de Santiago. Sin duda uno de los paseos obligados para hacer dentro de la Región Metropolitana. Sin embargo, si seguimos su principal ruta, el Camino al Volcán, nos damos cuenta de que ésta remata en los pies del volcán San José, y no del volcán Maipo.
Sin desmerecer al gran macizo del San José y sus paisajes, podríamos decir que el verdadero Cajón del Maipo es aquel que remata en los pies de su volcán homónimo y donde nace, por lo tanto, el río Maipo. Sin embargo, este valle es poco conocido ya que no tiene libre acceso por quedar inserto en una propiedad privada: el Fundo Cruz de Piedra de Gasco S.A., un autóctono valle de los Andes Centrales, que guarda todas las maravillas de la cordillera por la preservación que ha tenido.
Si bien la rigidez para obtener un permiso y poder acceder ha abierto una controversia, principalmente en los clubes andinos, (ya que es la única manera de subir el Volcán Maipo por el lado chileno), este lugar representa lo que fue el Cajón en todo su esplendor, antes de ser intervenido y agotado por una desmedida explotación humana.
Se cree que la parte alta del Cajón del Maipo nunca tuvo árboles altos y frondosos, ni guanacos pastando en sus laderas, porque hace años que este paisaje cambió producto de la caza y la deforestación. También se ha visto cómo la minería o la energía hidroeléctrica ha ido alterando su paisaje. Para bien o para mal, el valle ha cambiado, quedando el Fundo Cruz de Piedra al margen.
A este fundo se llega pasado San Gabriel, se toma el valle que gira hacia el sur, por la central los Queltehues, al final del sector de Las Melosas. Luego de una rigurosa fiscalización en el acceso del fundo, y luego de haber postulado una solicitud de acceso con meses de anticipación y suficientes requerimientos para dejar a una gran mayoría afuera, se abren las puertas para entrar a uno de los lugares más maravillosos de Los Andes, a sólo un par de horas de Santiago.
La única y gran intervención es el camino que remonta el valle hasta el límite con Argentina, que es en realidad la huella del gasoducto que pasa bajo él y que transporta gas desde Argentina. Siguiendo el camino uno pasa por vegas, formaciones rocosas, cerros de muchos colores, y si se tiene suerte, de repente se está rodeado por decenas de cóndores a una distancia tan próxima que es posible distinguir hasta sus crestas arrugadas.
También hay sectores en los que conviene dejar el auto y seguir a pie, de este modo se puede llegar a grandes glaciares colgantes, como el glaciar Argüelles, o los de Puntilla de Flores y encontrarse con laderas cargadas con fósiles, o llegar a unos pozones termales en unas impresionantes formaciones rocosas con el color del azufre y la sal.
Al final, se puede observar el imponente volcán Maipo y encontrarse con manadas de guanacos que pasean tranquilos por sus cerros. Como si fuera poco, hay que resaltar que a sólo 11 km de la frontera con Chile se encuentra la laguna del Diamante, reserva natural de la provincia de Mendoza. A pesar de su proximidad a Chile, hoy sólo es posible visitarla desde el lado argentino.
*La petición del permiso especial para el acceso, debe ser enviada por correo electrónico con al menos dos meses de anticipación a la fecha propuesta para la expedición, a la Sra. Loreto González, Administradora Fundo Cruz de Piedra, lgonzalez@gasco.cl.