Mauricio Álvarez (@mauricio_alvarez_art) es un chilote por naturaleza. Nació en Chiloé y pasó muchos años de su infancia entre Castro y Cucao. Junto a sus hermanos conoció sobre el bosque, la playa y las montañas. Su papá lo incitaba a conocer paisajes del sur de Chile y Argentina. Su mamá, quien era licenciada en Ciencias, le mostró lo que era un laboratorio científico y le traspasó la sensibilidad por la naturaleza. Eso, más lo que aprendía en el Club de Ciencias Celacanto, le enseñó sobre metodologías de investigación y divulgación. “Desde temprano empecé a hacer dibujos para científicos (…). En Chiloé nació mi conexión intensa con la naturaleza, que aplico en lo que hago ahora”, dice él.

Mauricio Álvarez
Mauricio Álvarez

Es en este mismo lugar donde actualmente se inspira para dibujar, ilustrar y pintar. Mirando el bosque desde su ventana, busca generar imágenes para “traducir” investigaciones complejas y llevarlas a la comunidad. Eso se resume en ilustraciones, mapas, infografías y libros que, para él, aportan a la educación sobre ecosistemas y sus interacciones con las comunidades en distintas áreas, como la ecología, el patrimonio natural y cultural, arqueología, paleontología y geología, entre otros. Todo junto a científicos, medios e instituciones de Chile y el mundo. También sin dejar de lado su amor por la pintura.

Portada revista Nature de dinosaurio Stegouros
Portada revista Nature de dinosaurio Stegouros

Así, sus trabajos han llegado a exhibirse en revistas científicas internacionales como Science, Science Advances, o Nature, donde su ilustración sobre el descubrimiento de Stegouros elengassen fue portada en diciembre de 2021. También en National Geographic o en museos y galerías en Chile, Argentina, España, México, Inglaterra, Perú y Estados Unidos, donde fue parte de la exposición Guild Natural Science Ilustrator (GNSI) en el Museum of Atlantics de Maine o en la prestigiosa exposición de ilustración científica “Focus on Nature”, del Museo del Estado de Nueva York.

Pese a todo eso, él se toma su trabajo con humildad y dice no perder su foco: “Lo que más me importa es ver que mis monos estén en lugares masivos (…). Que estén en todas partes, porque de alguna manera u otra, eso va a significar algo a un niño en alguna localidad, que le de valor a las cosas que lo rodean”.

Los primeros pasos en la ilustración

Cuando Mauricio estaba en el liceo, llenaba sus cuadernos con dibujos de dinosaurios. Años más tarde, entró a estudiar diseño a la Universidad Católica de Temuco, donde tuvo como profesor a Carlos Cárcamo que, entre sus muchos trabajos, dibujó para la Corporación Nacional Forestal (Conaf). “Fue un excelente maestro. Era sumamente exigente (…). Además, hice mi tesis en museografía, que es traducir investigaciones y transformarlas en medios visuales. De esta forma, se pueden entender de forma didáctica y la comunidad puede interpretar los procesos o relaciones ecosistémicas, históricas o patrimoniales que hay en su entorno”, explica Mauricio.

Mauricio Álvarez dibujando en el Parque Tantauco.
Mauricio Álvarez dibujando en el Parque Tantauco.

Ese trabajo siempre le ha fascinado mucho. La ciencia, según aclara, siempre ha tenido un lugar importante en su corazón. En especial, la paleontología. Por eso, fue a muchos congresos sobre esa disciplina, sumando algunos de arqueología, antropología e historia. Ahí conoció a científicos con los que más adelante trabajaría.

De esta forma, se adentró a la geología haciendo imágenes de formaciones geológicas con el profesor Mario Pino. Luego, hizo ilustraciones de sitios arqueológicos con la arqueóloga Ximena Navarro. En paralelo, siempre le dio un espacio a la paleontología, ilustrando hallazgos de dinosaurios chilenos con los paleontólogos David Rubilar, Alexander Vargas y la paleobióloga Karen Moreno. “Tuve la suerte de ir a Argentina y trabajar con Zulma Gasparini, ‘madre’ de varios profesores actuales, y trabajar con reptiles marinos. Con ella aprendí a hacer un trabajo metodológicamente súper revisado, porque era un proyecto de la National Geographic”, recuerda.

En todo esto, reinaba su curiosidad por expandirse a muchas áreas de la ciencia: “Mi idea es tener un abanico amplio porque así tengo más trabajo y puedo aportar a muchas áreas. Siempre estoy en paleontología, pero también en paleobotánica, geología, arqueología, historia, patrimonio, naturaleza, etc. (…). Es todo lo que uno pueda hacer como granito de arena para que tenga impacto a nivel mediático y que la comunidad sepa de su entorno. Yo doy herramientas para interpretarlo, tener conocimiento de donde se vive y tener conciencia de que nuestros actos afectan. Entonces, es transmitir la ciencia y ayudarle a tener un significado (…). No es solo divulgar lo que a uno le gusta, que es lo que me apasiona, sino que divulgar lo que es más urgente”. 

Ilustración en pastel seco acerca de reptiles marinos del Mesozoico de Chile y Argentina, asesoradas por Zulma Gasparini.
Ilustración en pastel seco acerca de reptiles marinos del Mesozoico de Chile y Argentina, asesoradas por Zulma Gasparini. Ilsutración de Mauricio Álvarez

¿Tienes algún recuerdo de un dibujo que te haya gustado mucho cuando empezaste con este trabajo?

-Me impresionó mucho trabajar en Argentina con los restos fósiles reales de las especies. Acá en Chile era más escaso el material y estar trabajando al lado de un reptil marino cuyo cráneo media dos metros y tanto fue fantástico. Yo siempre trato de vincular los dibujos con la práctica de ir a los lugares donde encuentran los fósiles, por ejemplo (…). Eso va generando un trabajo de reconstrucción en ilustración más responsable, en el sentido de que a mí me preocupan mucho los detalles. Por ejemplo, la del Stegourus, que también me gustó mucho y salió en la portada de Nature, la hice con la Universidad de Chile. Ahí fui al lugar y era un equipo interdisciplinario de un montón de personas. Entonces yo les comenzaba preguntando respecto al paleoambiente y eso lo trato de dibujar (…). No es solo mostrar al animal perfecto, sino representar varias cosas y para eso combinas un dibujo que se conecte con la experiencia del lugar (…). Ahora estoy mucho más preocupado de empezar a vincularme a instituciones que están trabajando en la protección de ecosistemas.

Sitio arqueológico de San Vicente de Tagua Tagua para el Nucleo de Investigación Tagua Tagua -NITT (@nucleotaguatagua)
Sitio arqueológico de San Vicente de Tagua Tagua para el Nucleo de Investigación Tagua Tagua -NITT (@nucleotaguatagua)

– ¿Cómo era dedicarse a la ilustración científica en el tiempo que tú decidiste hacerlo?

– Cuando empecé a trabajar en ciencia fue de una manera relativamente precaria. Mucho trabajo lo hice gratis solamente porque quería hacerlo. Me conectaba con científicos y les decía: “Oye, puedo hacer esto, quiero hacer un aporte”. En esa época estos trabajos no se transmitían tan masivamente como por Instagram o redes sociales, pero la idea era generar imágenes que aporten una comunidad.

La paleoilustración

En 2021, la paleontología chilena dio a conocer una nueva especie descubierta: el Arackar licanantay. Esta fue la tercera especie de dinosaurio no aviar reconocido para Chile y la primera de la que se encontraron fósiles, a principios de este siglo. El encargado de ilustrar tal descubrimiento fue Mauricio, quien trabajó directamente con los paleontólogos David Rubilar y Alexander Vargas. “Alex me pidió que lograra una textura de piel parecida al monstruo de Gila, que es un reptil con una piel súper extraña. La idea no era hacer un dinosaurio arrugado como un elefante”, recuerda Mauricio.

Arackar Licanantay. Dinosaurio saurópodo de fines del Cretácico de Formación Hornitos, Región de Atacama. Ilustración de Mauricio Álvarez, aseosrada por la Red Paleontólogica de la Universidad de Chile.
Arackar Licanantay. Dinosaurio saurópodo de fines del Cretácico de Formación Hornitos, Región de Atacama. Ilustración de Mauricio Álvarez, aseosrada por la Red Paleontólogica de la Universidad de Chile.

Entonces empezaron dos meses de trasnoche. Mauricio generó una escama para la piel y después la repitió. Hizo un patrón, sin utilizar ningún tipo de tecnología 3D con las que ahora trabaja con Gabriel Díaz (@paleodgy). Tenía sí una base de anatomía previa, que cubrió con una “manta” que resultó del patrón de escamas repetidas. Después empezó a darle efecto. “Es bien salvaje, son muchas capas hasta generar algo que le guste tanto al científico como a mí. Mis trabajos pasan por mucha corrección”, dice. Al Arackar licanantay lo hizo cuatro veces. La primera, a él no le gustó. La segunda, a los científicos no les pareció. La tercera a nadie lo dejó contento. Y la cuarta fue la vencida.

– ¿Cómo es el proceso de reconstruir criaturas que no viven actualmente?

-Hay periodos que a mí me fascinan, como el Paleozoico (542 millones de años atrás) donde empezaron a surgir ciertos animales o plantas. El mundo era muy distinto y especial. Esas ilustraciones las hago con fotografías de fósiles. Le doy vida a eso y le genero el desgaste, que es súper importante, como, por ejemplo, huevos de insectos. Eso es absolutamente corregido por los científicos, cada boceto. He hecho muchos de estos trabajos con la Red Paleontológica de la Universidad de Chile y el Instituto Antártico Chileno (Inach). Vamos viendo montón de detalles y revisando lo que se quiere transmitir. La comunicación interdisciplinas es súper importante, incluso entre científicos con diferentes áreas de expertiz. Eso es una característica que te valida dentro del medio nacional e internacional, al ser sumamente minucioso y metódico. Cada figura tiene un sinnúmero de bocetos increíbles. Hay monos que los corrijo 100 veces.

Chilesaurus diegosuarezi. Dinosaurio del Jurásico Superior, de la Región de Aysén. Ilustración de Mauricio Álvarez, asesorada por la Red Paleontológica de la Universidad de Chile
Chilesaurus diegosuarezi. Dinosaurio del Jurásico Superior, de la Región de Aysén. Ilustración de Mauricio Álvarez, asesorada por la Red Paleontológica de la Universidad de Chile

¿Cuánto tiempo te puedes demorar en hacer una ilustración paleontológica?

-Hay distintos tiempos. Lo que pasa que además hartas técnicas (…). Cada ilustración, generalmente, es un mes de trabajo… Casi todos los trabajos tienen mucha corrección. A veces hago un collage fotográfico y después la pintura. Entonces, por ejemplo, hice una de San Vicente de Tagua Tagua en que me demoré un mes en la maqueta de Photoshop y otro mes en la ilustración a mano. Pero para cada cosa hay una técnica. Las últimas figuras las estoy trabajando con apoyo en 3D. Una de las últimas que hice y se divulgó en un montón de medios, la hice para un amigo. Él me pidió un cuadro para su casa de dinosaurio de Potrerillos, porque él vivía ahí. Yo le pedí asesoría a mis amigos Jhonathan Alarcón y Erick Vargas, para que esa imagen se use para divulgación. Pregunté cuál era el ambiente, la anatomía de estos “bichos” y logré hacer una obra de arte, una pintura en acrílico. Eso también toma su tiempo.

-Esa imagen se difundió harto…

-Hay algunas que se muestran en muchos medios y eso es entretenido. Una vez me pillé una ilustración del Arackar en la India, en algo nada que ver. Me han salido entrevistas para medios en Corea. En otras cosas, me están resultando cosas súper bonitas con mis acuarelas, como una exposición en China. Ahora vienen más lanzamientos mediáticos. El tema de la National Geographic es emocionante, imagínate que nosotros en mi familia éramos fanáticos, siempre teníamos una revista. Y ahora me escribe la editora en jefe y me pide una ilustración en exclusiva. Eso es super bonito. La portada de Nature fue igual. Es un tremendo logro chileno y se logró gracias al increíble equipo interdisciplinario que hizo esa investigación. Además que aparece Chiloé de fondo, logré hacer ese fotomontaje.

– ¿Cómo fue para ti haber sido portada de esa revista?

-Es bonito, son revisores súper exigentes. Esta portada compitió como con siete investigaciones súper potentes de astronomía, medicina del Covid, de todo. Lo que yo estoy haciendo es tratar de trabajar las imágenes con cierta terminación que sirva como una buena portada del tema. Todo eso no lo hago con las acuarelas, sino con las ilustraciones científicas. Esta imagen fue diseñada para esta portada. Entonces cuando pidieron el ejemplo, ya estaba. Yo creo que llegar a esto me dio satisfacción, pero lo que más me importa y me da alegría es ver que tus monos están en lugares masivos: en el museo, el Instituto Antártico, en medios, en todas partes (…). Es como usar la ciencia también para generar sensibilidad.

Trabajar por lo que te apasiona

Para Mauricio, cada imagen en la que trabaja es compleja. Para una perdiz hace un patrón de plumas, donde cada una la ilustra por si sola. Las güiñas las trabaja pelo por pelo. Primero hace sus fotomontaje y después trasnocha con cada detalle. En la ilustración científica hay todo un proceso metodológico y eso hace que cada trabajo se haga con un cariño que lo hace especial. Pero para él, parte importante de su corazón y lo que más le gusta, está en la pintura.

Lápiz de policromo de Martín Pescador (Megaceryle torquata). Ilustración de aves en base a fotografía de @fernandoborquezb y @chilotebirds.
Lápiz de policromo de Martín Pescador (Megaceryle torquata). Ilustración de aves en base a fotografía de @fernandoborquezb y @chilotebirds. Ilustración de Mauricio Álvarez.

Es feliz de vincularse con su lado emotivo a través del arte. Se sienta en una micro a pintar o en los mismos aviones, solo comunicando en el papel lo que sus ojos ven. Se puede sentar con días ventosos, nublados, lloviendo o soleados a pintar los paisajes que ve, lo que llama la “emotividad del momento” con una técnica que es difícil de controlar. Él considera que la pintura le da experiencia para los siguientes trabajos que se vienen por delante.

¿Qué es lo que más te gusta de seguir haciendo este tipo de ilustración?

-Yo creo que es como algo que uno tiene del alma, cuando te nace expresarte. Lo que yo más disfruto es poder expresarme, pintar, dibujar, ir experimentando. El arte significa eso, no quedarte con lo que lograste o con ciertas técnicas, sino es probar nuevas cosas…Es chistoso, porque uno en esencia en el tiempo histórico tiene que actualizarse sin parar.

Acuarela plenair, en Estancia Cerro Guido realizada en el Congreso Chileno de Paleontología 2018.
Acuarela plenair, en Estancia Cerro Guido realizada en el Congreso Chileno de Paleontología 2018. Pintura de Mauricio Álvarez.

¿Cuáles son tus próximos pasos?

-En todo hay un tema de reserva información. Yo trabajo con varios grupos en paralelo que están investigando cosas y cuando lo publican es el momento en que se muestra a la comunidad. Yo respeto mucho eso y no filtro nada de lo que me confían. En lo pronto para mí, por un tema de sostenibilidad económica, trabajo para varios medios, instituciones y científicos de todo el mundo. Y a la vez trabajo en productos míos, como un libro, preparar exposiciones de acuarelas e ilustración científica y ponerme desafíos de impacto. Entonces tengo metas de largo plazo y bien grandes.

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