La primera vez que Álvaro Silberstein (34) viajó a las Torres del Paine fue un pionero. Luego de planificar su viaje y realizarlo junto a 10 amigos, se transformó en la primera persona en haber recorrido gran parte del circuito W en silla de ruedas, realizando los senderos hacia la Base Torres, el sendero Mirador Cuernos del Paine y un trayecto en kayak hasta el Glaciar Grey. Esto fue lo que impulsó posteriormente su iniciativa Wheel the World, y que incentivó nuevas formas de fomentar el turismo accesible.

©Pilar Elorriaga
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Actualmente, se estima que en Chile el 20% de la población se encuentra en situación de discapacidad, según cifras del Servicio Nacional de Discapacidad (Senadis). Esto corresponde a cerca de 2,6 millones de personas. Según la directora Nacional del Servicio Nacional de Turismo (Sernatur), Andrea Wolleter, si se aplica esta cifra al rubro turístico en Chile podría triplicarse porque una persona con discapacidad o movilidad reducida viaja con su familia.

Estas cifras representan una oportunidad para la industria turística nacional, pero también implica grandes desafíos, por eso es necesario el trabajo conjunto entre el sector público y privado para avanzar en mejorar la accesibilidad, tanto a nivel de atractivos como en el acceso a información, transporte, instalaciones, alojamiento o en las visitas a espacios naturales; que son la principal motivación para los turistas internacionales que llegan a nuestro país”, explica a Ladera Sur Wolleter.

¿Turismo accesible?

De acuerdo a la Organización Mundial de Turismo (OMT), no existe una definición consensuada y aprobada internacionalmente para el turismo accesible por la gran evolución de este concepto en los últimos 10 años. Sin embargo, el enfoque es que “las personas con discapacidad puedan hacer turismo de una manera autónoma hacia un turismo de calidad para todos, entendiendo que la accesibilidad es parte de esta capacidad”.

©Wheel the world
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En la Estrategia Nacional de Turismo 2012 – 2020 de Chile, el objetivo que se relaciona con el turismo accesible es aquel que busca “lograr que la oferta turística permita el acceso al segmento de mercado de las personas con movilidad reducida”. En este sentido, desde Sernatur explican: “Estamos trabajando por las personas con discapacidad y movilidad reducida, vale decir, cualquier tipo de discapacidad y adultos mayores, mujeres embarazadas o personas con movilidad temporal”. En este contexto, desde 2013 se capacitan a los funcionarios del servicio a través del Programa Conciencia Turística.

Panorama actual chileno

La Corporación Ciudad Accesible busca equiparar las oportunidades de desarrollo de las personas con discapacidad a través del diseño y la accesibilidad universal. En su página web evalúan distintas iniciativas de accesibilidad, así como usuarios que comparten sus propias experiencias en los lugares que dicen estar adaptados para personas con discapacidad.

En base a esto, junto con los mismos estudios que se han hecho por parte de la corporación, Pamela Prett, su presidenta, afirma que todavía queda por avanzar en relación al turismo accesible en Chile: “Los procesos por alcanzar un estándar aceptable de turismo accesible han sido lentos en Chile considerando los años que lleva el tema, la normativa existente y los recursos de información disponibles hoy en día a través de redes sociales y páginas web”.

Sin embargo, también destaca los avances en la incorporación de accesibilidad en algunos destinos y servicios turísticos. En especial el trabajo desarrollado por la Corporación Nacional Forestal (Conaf) en algunos lugares, así como el aumento del alojamiento accesible y las iniciativas de operadores turísticos que comienzan a incorporar actividades accesibles.

José Manuel Rebolledo, director ejecutivo de Conaf, explicó a Ladera Sur que desde hace 20 años se ha trabajado en la implementación de la Política Institucional en Accesibilidad Universal e Inclusión Social: “Se sigue avanzando en crear y habilitar en áreas silvestres protegidas del Estado, infraestructura adaptada para personas en situación de discapacidad, fundamentalmente facilidades de acceso (rampas), senderos de interpretación ambiental, servicios sanitarios y otras instalaciones que posibiliten el disfrute y el conocimiento de las áreas protegidas; mejorar las competencias laborales de los y las guardaparques, en materia de calidad de atención a este segmento de la población, logrando su mayor eficacia para conectarlos con la naturaleza; y promover a nivel de las organizaciones especializadas en la atención y terapia de personas en situación de discapacidad, el uso de la oferta de accesibilidad que existe en las áreas silvestres protegidas que administra Conaf, entre otras iniciativas en este ámbito”.

©Conaf
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Es así como hasta el minuto, si se consideran solo Parques Nacionales, Monumentos Naturales y Reservas Nacionales, existen 40 de las 105 áreas protegidas por el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas por el Estado (SNASPE) con alguna instalación o servicio accesibles para personas en situación de discapacidad, lo que equivale a cerca de un 38%. “Nuestro gran desafío es llegar a tener accesibilidad universal en todas nuestras áreas protegidas, eso a largo plazo. Ahora, como meta, al 2022, queremos integrar 16 nuevas áreas con infraestructura accesible”, afirma Rebolledo.

Más allá de sólo la movilidad

Si bien el diseño de una infraestructura accesible para aquellos con alguna limitación de movilidad es importante, es parte del turismo accesible adaptarse a otras distintos tipos de discapacidades, así como el apoyo a las familias. En este contexto, en 2017 nace el programa Senderismo Sin Límites bajo una alianza entre Fundación Sendero Chile, Fundación Eres y Conaf. Esta iniciativa busca abrir la experiencia del senderismo en espacios naturales para personas que se encuentran en situación de discapacidad motora y movilidad reducida.

©Conaf
Monociclo ©Conaf

La fundadora y presidenta del directorio de la Fundación Eres, Glenda Durán, afirma que es importante el enfoque en todo el entorno que rodea a la persona con discapacidad, por lo que el programa busca enfocarse además en las familias “que llevan una pesada carga y mucho trabajo en este camino de la rehabilitación”.

Es así como han desarrollado diagnósticos de accesibilidad a las áreas naturales, como la elaboración de monociclos especialmente diseñados. Junto a esto, se busca acompañar a las familias con profesionales con experiencia en senderismo, interpretación ambiental, autocuidado y respiro familiar. De esta forma, según información entregada por Conaf, ya se encuentran monociclos fijos en la Reserva Nacional Río Clarillo, en la Reserva Nacional Altos de Lircay y el Parque Nacional Chiloé.

Cortesía Fundación Eres
Cortesía Fundación Eres

En este sentido, Pamela Prett, de la Corporación Ciudad Accesible, afirma que se deben considerar todas las deficiencias del entorno y comunicaciones que puedan afectar a una persona. Esto, dice, incluye no solo a personas con movilidad reducida sino también las opciones de comunicación y comprensión que requieren personas con discapacidades sensoriales o cognitivas. “En turismo accesible y dado que se interactúa permanentemente con “clientes” uno de los pilares básicos y que ayuda a paliar deficiencias de infraestructura es la capacitación del personal para poder atender, responder o guiar a personas con diferentes discapacidades”, explica.

Lo que todavía falta avanzar

El Sernatur tiene disponible en su página web un buscador de servicios turísticos accesibles, en el que se armó una red de productos y servicios accesibles a lo largo de Chile, que se pueden encontrar por región y tipo de servicio. Para pertenecer a esta red, las empresas o servicios turísticos deben estar en el Registro Nacional de Prestadores de Servicios Turísticos del Sernatur, tener elementos de accesibilidad universal incorporados, contar con el apoyo de las Direcciones Regionales de Turismo según su ubicación y ser presentados por otro miembro de la red.

De acuerdo a información entregada por Sernatur a Ladera Sur, de los 24 mil prestadores servicios registrados en el Registro Nacional de Prestadores de Servicios Turísticos, 1.345 alojamientos han declarado estar adaptados para poder recibir personas con discapacidad. En este contexto, se debe seguir como herramienta la Guía de Recomendaciones para un Alojamiento Inclusivo. En el registro también hay 480 restaurantes que declaran estar adaptados para personas con discapacidad.

Sin embargo, según explica Pamela Prett, directora de Corporación Ciudad Accesible, una deficiencia del turismo accesible en Chile es la falta de información. “Nosotros partimos de una premisa muy cierta en turismo accesible: `lo que no informas no existe`, y ese sigue siendo el mayor problema en toda política pública al respecto. La información que se entrega sobre destinos y alojamientos accesibles es muy deficiente y poco creíble y eso nos ocurrió en la práctica con algunos documentos publicados sobre destinos accesibles. En accesibilidad debe entregarse una información detallada que explique la infraestructura, las condiciones de baños, estacionamientos para PcD disponibles, servicios de comunicación para discapacidades sensoriales, etc. Ha faltado una mirada algo más experta para clasificar y definir lo que es un destino o alojamiento accesible”, explica.

En esta línea, Glenda Durán, de Fundación Eres dice: “Lo que tiene al debe es que lamentablemente en Chile todo actúa por control o fiscalización (…) Hay muchos detalles de accesibilidad universal que no son fiscalizados y la verdad es que como tienen un público igual, entonces no se hacen esfuerzos. Yo tampoco creo que existan recursos ni recursos humanos para fiscalizar, entonces yo creo que hay un tema que es casi más respuesta a la voluntad de las personas que al deber de tener un aspecto de accesibilidad universal en todos los aspectos de los espacios turísticos”.

©Wheel the world
©Wheel the world

Por otro lado, Durán explica que, en el contexto de la falta de información, algo que todavía está pendiente es la difusión. “Yo creo que la oferta turística, la gran dificultad que tiene es que no es conocida por las personas con discapacidad. Lamentablemente, no hay buena difusión. La gente no sabe dónde ir y no conoce las capacidades que tiene (…) hoy hay montones de actividades pero que se ocupa solo por un grupo selecto de la población”, dice.

Álvaro Silberstein, de Wheel the World, quienes organizan viajes y aventuras para personas con movilidad limitada junto a tour operadores, dice que el turismo accesible en Chile todavía es un desafío porque hay mucho que hacer. “La infraestructura no es del todo óptima en cuanto a alojamientos, transporte y a accesos a áreas verdes principalmente, pero ya comprobamos que hay una oportunidad de hacerlo y sólo faltan los recursos y los esfuerzos”, comenta.

En la línea del transporte, Pamela Prett dice que si bien se han ido desarrollando actividades o servicios puntuales, todavía faltan muchos eslabones en la cadena de accesibilidad: “Uno de los principales es el transporte accesible para poder acceder a estos servicios. Por iniciativas particulares -y con hartas dificultades que han debido afrontar- han ido apareciendo servicios de transporte (autos-taxi accesibles) en algunas ciudades de Chile pero  en un número aún muy escaso para las necesidades”.

Experiencias imperdibles

“Es súper emocionante cuando voy a un lugar que nunca pensé que iba a poder acceder o tener una experiencia recreacional con mis amigos. Yo siempre digo que no hay mejor sensación e la vida que lograr algo que jamás pensaste que ibas a poder lograr. Esa es la mejor sensación de satisfacción de la vida. También le pasa a nuestros usuarios impactados, hemos tenido una cantidad de testimonios increíbles”, cuenta Álvaro Silberstein sobre su experiencia con el turismo accesible y la de los clientes de Wheel The World.

©Pilar Elorriaga
©Pilar Elorriaga/ Wheel The World

Así, cuenta, en menos de dos años más de mil personas han sido impactadas por Wheel The World, realizando más de 100 experiencias, en 20 destinos y 8 países del mundo. En Chile, organizan recorridos para Torres del Paine, Rapa Nui, San Pedro de Atacama, Pucón, Valparaíso, Santiago, Melipilla, Maitencillo, Huilo Huilo, Futaleufú y Chaitén. “Creo que un desafío para Chile es pensar cuáles son nuestros activos turísticos más importantes. Al final si haces infraestructura accesible del parque, los alojamientos, eso le sirve a una familia con guaguas y coche, a un adulto mayor, a persona con bicicleta o skate. Es súper importante acceder a accesibilidad universal, no es solo para discapacidad sino que para todos”.

Es por esto que Glenda Durán, de Fundación Eres, concluye que es necesaria la colaboración público y privada: “Si todos se unen con objetivos comunes, van a pasar cosas importantes no sólo para las personas con discapacidad, sino para todos aquellos que tienen menos accesos y mayores desigualdades”.

Así, desde Sernatur explican: «Nuestro desafío es concientizar a los empresarios para que puedan habilitar sus establecimientos y se abran a este mercado que ofrece oportunidades. Otro de los desafíos es fomentar la asociatividad entre actores del turismo para fomentar la generación de productos turísticos para esta materia y se amplíe el mercado».

 

*Para más información de Wheel The World, ingresa a https://gowheeltheworld.com/es/

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