Hace 12 años, cuando tenía sólo 18 sufrió un accidente automovilístico que lo dejó tetrapléjico. Desde entonces se mueve en silla de ruedas, pero esto no ha impedido que continúe disfrutando de algunas de sus grandes pasiones: el deporte y la naturaleza. Él es Álvaro Silberstein, chileno y el impulsor de una iniciativa que ha dado mucho que hablar últimamente: Wheel The World, la primera expedición a Torres del Paine con uno de sus integrantes en silla de ruedas.

©James Alfaro
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Recorrer la llamada octava maravilla del mundo siempre fue un sueño para Álvaro y hoy a sus 31 años de edad al fin puede decir que lo ha cumplido. Por muy increíble que parezca, hace pocos días Silberstein se convirtió en la primera persona en recorrer gran parte del circuito W de Torres del Paine en silla de ruedas, realizando los senderos hacia la base de las Torres, el sendero Mirador Cuernos del Paine y un trayecto en kayak hasta el glaciar Grey. Pero esta travesía no la realizó solo, junto a él iban 10 amigos del colegio que se embarcaron en esta aventura que busca imponer un turismo inclusivo en los diferentes parques nacionales de Chile. Una idea que surgió gracias a la experiencia de Álvaro quien hace algunos años vive en California, donde estudia un MBA en la Universidad de Berkley y trabaja en la startup WHILL que desarrolla sillas de ruedas eléctricas de alta tecnología.

© Pilar Elorriaga
© Pilar Elorriaga

En EE.UU él ha tenido la oportunidad de recorrer diversos parques como Yosemite, Sequoia, Redwoods y Big Sur, entre otros. «(En WHILL) desarrollamos sillas de rueda de alta tecnología. El primer modelo es una silla 4×4 y yo me dediqué a probarla por los parques nacionales de Estados Unidos. Fuimos a trekkings, senderos y centros de esquí en verano para probar su rendimiento 4×4 y encontramos que era una súper buena forma de llegar a lugares difíciles a través de un dispositivo eléctrico, no obstante los dispositivos eléctricos tienen el problema que una vez que la batería se acaba estás frito, por lo que que tiene ciertas limitaciones para lo que pensamos hacer en Torres», cuenta Silberstein.

Sin embargo, poco después Álvaro descubrió una nueva silla, una que había sido utilizada para llegar a la base del Everest en otra expedición y que estaba diseñada especialmente para trekkings de alta complejidad, donde otras personas pueden ayudar a empujar y subir. Así que este joven ingeniero industrial se las arregló para conseguir  a través de un crowdfunding un aporte de 11 mil dólares para financiar la silla de ruedas y el viaje a Torres del Paine.

© Pedro Paredes Haz
© Pedro Paredes Haz

El viaje duró 7 días -5 días en el parque- y lo acompañaron 10 amigos que lo ayudaron a trasladarse en la silla especialmente diseñada para trekking llamada Joelette, la cual fue confeccionada en Francia para personas con discapacidad y que tuvo un costo aproximado de 8 mil dólares.

“La experiencia fue increíble para mí, mis amigos y las personas con las cuales interactuamos en el parque. Esta fue la primera de muchas expediciones que queremos hacer. La idea es identificar y promover actividades outdoor en lugares turísticos del país, y así hacerlos inclusivos y que todos puedan disfrutar de ellos”, señaló Silberstein.

©James Alfaro
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Hoy gracias al aporte de empresas privadas y al apoyo de The North Face –quienes entregaron la indumentaria necesaria para la expedición–, el logro del ingeniero industrial podrá ser replicado. Ya que esta silla, al igual que el kayak que utilizó Álvaro para llegar al glaciar Grey y que contaba con algunas modificaciones especiales, quedaron en el parque bajo la administración de la Asociación de Hoteles y Servicios de Turismo de Torres del Paine para que más gente con discapacidad pueda recorrer el parque.

¿La mejor noticia? Esta donación ya está dando sus frutos. La nueva silla adaptada la usará una familia este 14 de enero para recorrer el parque junto a un niño con parálisis cerebral. “La invitación está para que otras personas con discapacidad disfruten de la octava maravilla del mundo. Es una aventura totalmente factible. En nuestro equipo no había ningún experto en trekking y lo pasamos espectacular”, agrega Silberstein.

© Pilar Elorriaga
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Esta iniciativa marca un hito en nuestro país, donde sólo el 31% de parques nacionales chilenos cuenta con algún elemento de accesibilidad para personas con discapacidad. Una realidad que para los 2,8 millones de personas con problemas para desplazarse ha significado no poder cumplir el sueño de conocer los inigualables monumentos naturales que ofrece nuestro país.

© Pilar Elorriaga
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Puedes ver aquí un video que resume el primer día de su expedición:

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