El Parque Nacional Torres del Paine cuenta con un circuito de trekking reconocido a nivel internacional, uno que recorren miles de turistas de todo el mundo cada año para descubrir los impresionantes paisajes que este rincón de la Patagonia chilena tiene para ofrecer. Sin embargo, muchos de estos senderos fueron creados hace años sobre viejas huellas marcadas por el paso de los animales y el ganado en la zona. Esto, sumado al intenso aumento de tráfico que ha tenido el parque en los últimos años y el inclemente clima de la zona, han hecho que senderos como el emblemático trekking que lleva hasta la base de las famosas Torres del Paine hoy se encuentre gravemente deteriorado y erosionado.

El fin de semana estuvimos presentes en el lanzamiento de la campaña “Tu Mejor Huella para el Paine” en la Patagonia, una iniciativa que busca concientizar en el cuidado de los parques nacionales y recolectar fondos para la reconstrucción del Sendero a Base Torres al interior del Parque Nacional Torres del Paine. En nuestra visita tuvimos la oportunidad de recorrer esta emblemática ruta y ver con nuestros propios ojos cómo se ha degradado con el paso de los años.

©Antonia del Río
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A propósito de ello, entrevistamos a Jacob Brett, especialista en diseño de senderos y principal consultor técnico de la organización Shuswap Trail Alliance que desde 2015 ha comenzado una colaboración con la ONG AMA Torres del Paine, para ver la manera de restaurar y mejorar la red de senderos al interior de uno de los parques más visitados en el país para asegurar un desarrollo sustentable de sus senderos, que perdure en el tiempo.

Su primer desafío, será rediseñar el Sendero a Base Torres. Una ruta que para Brett se presenta como uno de los mayores retos que ha tenido que enfrentar en su carrera. “A nivel técnico, tengo que decir que el sendero Las Torres está dentro de los proyectos más desafiantes en los que he participado. El tipo de erosión que vemos en este proyecto es muy singular como lo veo yo, pero no inesperado. Es un testamento de la absoluta belleza del parque que tantas personas valientes recorren en ocho horas día a día, para pararse frente a esas inmensas columnas de granito”.

©Antonia del Río
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¿Cuáles son los principales problemas que pudiste identificar en el sendero? 

Desde un principio era evidente que había varios problemas, principalmente debido a los excesivas pendientes. Desde el punto de vista ambiental, los principales y más evidentes signos del daño eran la severa canalización del sendero y la gran cantidad de escombros depositados en el fondo de las pendientes por el agua atrapada en el interior y moviéndose por la superficie del sendero hacia abajo. Desde el punto de vista social, esto se hacía evidente en la cantidad de líneas cruzadas que han dejado los usuarios mientras intentaban encontrar rutas más fáciles y –en tiempos de lluvias– más secas.

¿Qué desafío representan estos problemas específicamente para un sendero de esta envergadura?

Sólo el volumen –de los daños– pondría una presión en casi cualquier sendero, pero el hecho que esté en un terreno montañoso y altamente sensible, pone una gran presión en el ambiente circundante. No sé si alguien realmente concibió qué tan popular se volvería esta área, pero con un crecimiento tan rápido como el que ha tenido en los últimos años y sin señales de que se desacelere, la administración del parque está abrumada y sin los recursos suficientes para mantenerse al día. Nosotros sabemos dónde empezar y sólo necesitamos ayuda para obtener los recursos necesarios para arreglarlo.

©Antonia del Río
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¿Cuáles dirías que son las principales consecuencias para la flora y paisajes del parque nacional si no se hace ninguna intervención?

Tal como está ahora, el sendero está actuando como un arroyo o pequeño riachuelo en la estación húmeda, capturando toda el agua de la nieve derretida y la lluvia, enfocándola en una fuerza altamente erosiva. Si se deja como está, la canalización seguiría aumentando, creando grietas más profundas y una erosión mucho más significativa. Cuando esto llega hasta la roca, como ha ocurrido en varios otros lugares, arrastra toda la tierra y el material suelto. Esto puede desestabilizar laderas, socavar la vegetación y eliminar la materia orgánica y bancos de semillas viables.

A su vez, todo el material eliminado en este proceso es depositado cuesta abajo, asfixiando las capas orgánicas, vegetación e incluso cambiando los cursos de agua. Y en ambientes montañosos y sensibles como éste, la vegetación puede tardar muchos años en recuperar el daño creado.

Infraestructura sustentable 

©Antonia del Río
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Dentro de las principales intervenciones que esperan realizar en el sendero se encuentran su enrutamiento y mejoras en la infraestructura. Tal como explica Jacob Brett, decidieron que la mejor forma de asegurar un sendero de calidad y sustentable, era construir una nueva sección de 3 km que irá bordeando el río Ascensio:“Nos permitirá diseñar el nuevo sendero desde cero, para que sea sostenible a nivel ambiental y social utilizando el paisaje circundante y los contornos para aumentar el drenaje y minimizar el agua, mientras enfocamos a los usuarios a seguir el sendero y no buscar acortes de camino. A esto suma que usarán esta oportunidad para mejorar la experiencia de los usuarios “mostrándoles la belleza natural del paisaje en nuevas y diferentes formas, revelando vistas y paisajes aún desconocidos”.

¿Qué implementarán dentro de las mejoras en infraestructura y cuánto tiempo pronosticas que demorarán en hacer los cambios?

Un proyecto como éste no es simple e involucra múltiples fases. Dado lo accidentado del terreno, se deberán instalar varias estructuras diferentes; diferentes tipos de retención, escaleras de roca, y puentes colgantes. Con todos los planes en marcha anticipamos que esto llevará entre 4 y 6 meses para completarse.

La nueva ruta además nos permitirá eliminar los impactos generados por los usuarios en el sendero original y tomar un enfoque más sensible y calculado. Será un proceso de varias temporadas en las que tendremos que remover el flujo del agua y la superficie erosionada. Luego se realiza el recontorneado, se reemplaza la tierra perdida y el banco de semillas y, finalmente, se vuelve a plantar la vegetación nativa y se monitorea constantemente.

©Antonia del Río
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¿Cuáles dirías que son las principales características con las que todo sendero sustentable debería contar? 

A lo largo de los años y con incontables senderos construidos en ambientes muy diferentes, hay una gran cantidad de conocimientos sobre construcción de senderos. Tomando en cuenta que hay muchos tipos de usuarios, hay muchas verdades que aún son verdaderas en la gran mayoría de los escenarios. Lo primero es que una menor inclinación es mejor, mientras más empinada es la pendiente, más propenso es el sendero a atraer agua, que es la principal fuerza erosiva en el diseño y construcción de senderos. En segundo lugar, mientras más empinado es el sendero, los usuarios interactúan de forma más agresiva con éste.  Esto se ve en acciones como intentar desgastar el suelo con los pies o tratando de hacer un orificio a un costado para obtener una mejor tracción, también arrastrando los pies al deslizarse al bajarlo.

También ¡drenaje, drenaje, drenaje!, el agua necesita una de dos cosas para comenzar a generar un daño, volumen o velocidad. Si tienes ambas estás en problemas. Hay que buscar constantemente formas para que el agua salga del camino. Con este fin, se emplean elementos tales como el trazado y la alineación del camino, la pendiente, la corona rodante, las inversiones de pendiente y otras reglas y técnicas diversas.

¿Y qué se requiere para que una vez construidos, estos senderos no se deterioren tan rápidamente por el clima y su uso? 

Esta es una pregunta difícil de responder, porque cada sendero es único. Creo que todo se reduce a cuatro conceptos principales: una planificación cuidadosa, una construcción sólida y consistente con técnicas ya probadas y materiales resistentes, su adaptabilidad –ya que al trabajar con la naturaleza los planes pueden cambiar por razones inesperadas– y el compromiso a largo plazo, ya que el trabajo recién está comenzando cuando el sendero está construido. Aún falta la fase de administración, donde se implementa el plan de monitoreo y mantenimiento.

No hay que alejarse de la planificación e investigación del área en la que uno está trabajando. Siempre le digo a las personas que un 70% de un buen diseño de senderos es psicología. Podrías construir el sendero más técnicamente perfecto, pero si no es intuitivo, si no se ajusta a las necesidades de los usuarios, ni les entrega lo que vinieron a buscar, entonces nadie lo usará y empezarán a manipularlo hasta obtener la experiencia deseada. Hay que entender al usuario, por qué están ahí y qué buscan. Un buen sendero facilita esto mientras protege el entorno natural. Hay que entender que los senderos son más que eso, son experiencias.

©Antonia del Río
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En los últimos años hemos visto cómo la naturaleza está cada vez más presente en las conversaciones y debates cotidianos. Tomando esto en cuenta , ¿dirías que las personas están más interesadas y motivadas a considerar los posibles impactos sobre la flora y fauna en el diseño de infraestructura al aire libre? ¿O crees que el diseño sustentable aún no ha recibido la atención que merece?

He tenido muchas conversaciones sobre este tema y creo que, para mí, cuando veo las tensiones del mundo moderno y el deseo y necesidad de las personas de liberarse de este estrés, veo que cada vez son más los buscan un lugar natural al aire libre para hacerlo. A esto se suma al continuo crecimiento de la población, que está poniendo una creciente presión a las áreas remotas para ampliar las áreas pobladas.

Estas áreas que alguna vez fueron remotas y con escasos visitantes, están viendo cómo las ciudades y pueblos se acercan a sus fronteras a un ritmo acelerado. Definitivamente hay una presión de las personas que quieren ver estos lugares protegidos y el interés de un acercamiento sustentable está aumentando en todos los aspectos de nuestras vidas, pero si está creciendo a la velocidad a la que los pies están llegando a estos lugares, no lo sé.

Creo que aún nos queda un largo camino por recorrer, pero debemos ponernos al día si no, los perderemos. Y podría ser que no los perdamos debido al crecimiento de la industria, sino al aumento de la cantidad de personas que buscan las maravillas y belleza de estos lugares.

Si quieres conocer más acerca de la campaña Tu Mejor Huella para el Paine, puedes leer este artículo

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