Cielo abierto y sol radiante, un valle de arena, harto viento sonando en las orejas y un ruido blanco de  fondo que quizás sea el mar pocos kilómetros más abajo del farellón costero. A lo lejos se ven algunos artefactos artificiales esparcidos por los cerros: torres de alta tensión, medidores atmosféricos, refugios y atrapa-nieblas, un extenso espacio con pocas cosas y mucho aire entre ellas. Pero este aire vacío se llena y toma protagonismo durante la tarde y hasta la madrugada, cuando una serie de interacciones entre el terreno y el clima generan una densa niebla que atraviesa a distintas velocidades este valle: la camanchaca¹.

Plano Territorial de Alto Patache y la zona de intervención © Mauricio Lacrampette
Plano Territorial de Alto Patache y la zona de intervención © Mauricio Lacrampette

De pronto, la vasta aridez del lugar se transforma en un denso, oscuro y húmedo ambiente que apenas permite ver a un par de metros alrededor y que corre por el valle a merced del viento. Al observar la aparición de la camanchaca pude entender de dónde obtienen agua para sobrevivir los pequeños líquenes que están pegados a las piedras del suelo y que no había visto hasta que puse más atención. Nunca esperé que este desértico lugar se inundara de vapor fresco y denso durante la noche.

Este es el paisaje que me recibió 60 km al sur de Iquique, en octubre del 2013, cuando participé en el programa de residencias artísticas «Proyecto Norte», gestionado por el Área de Nuevos Medios del Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes en conjunto con el Magíster en Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Chile y el Centro del Desierto de Atacama: el oasis de Niebla de Alto Patache, un lugar bastante surrealista con un carácter muy especial.

En ese entonces, mi intención fue inventar un dispositivo que interactuara con todos estos fenómenos y que, combinados, otorgan a Alto Patache su peculiar carácter. Un dispositivo que transformara efímeramente el ambiente sin violentar ni alterar el paisaje de forma permanente y sin introducir ningún tipo de energía externa. Un dispositivo que desde su inevitable artificialidad estuviese acoplado a los ritmos naturales del paisaje y que se convirtiera un poco en parte de él.

Diseñé y armé un conjunto de artefactos en Santiago. Un panel solar, baterías, cables y punteros láser, todo los monté en un viejo pupitre de colegio y paralelamente armé seis atriles con espejos. Embalé todo el sistema y me lo llevé a Alto Patache. Una vez ahí instalé estos artefactos estratégicamente por el terreno, separados por distancias de 100 metros aproximadamente.

¿El resultado? un panel solar que durante el día carga unas baterías con el sol, unos punteros láser que se alimentan de estas baterías y que proyectan un rayo de luz verde durante la noche, un sensor fotovoltaico que enciende/apaga automáticamente los punteros láser cuando se pone/sale el sol, y una serie de espejos montados en distintos puntos del terreno, que reflejan y propagan los rayos láser por el paisaje y van iluminando la camanchaca desde adentro en medio de la oscuridad de la noche.

Artefactos repartidos por el paisaje © Mauricio Lacrampette
Artefactos repartidos por el paisaje © Mauricio Lacrampette

Los romanos usaban el término Genius Loci para referirse al “espíritu del lugar” y el teórico Christian Norberg-Schulz lo usa para referirse análogamente a la cualidad que resulta de la combinación de los distintos factores naturales o artificiales que caracterizan a un paisaje determinado². De aquí sale el nombre de la obra: Médium³, ya que este conjunto de artefactos básicamente actúa como un médium para la manifestación del “espíritu del lugar”.

Artefactos repartidos por el paisaje © Mauricio Lacrampette
Artefactos repartidos por el paisaje © Mauricio Lacrampette

La instalación funcionó durante los días que duró la residencia y luego fue desmontada dejando el paisaje intacto. A continuación les dejo algunas imágenes y un video de la instalación.

“Médium” en plena interacción con la camanchaca y la oscuridad de la noche © Mauricio Lacrampette
“Médium” en plena interacción con la camanchaca y la oscuridad de la noche © Mauricio Lacrampette
“Médium” en plena interacción con la camanchaca y la oscuridad de la noche © Mauricio Lacrampette
“Médium” en plena interacción con la camanchaca y la oscuridad de la noche © Mauricio Lacrampette
“Médium” en plena interacción con la camanchaca y la oscuridad de la noche © Mauricio Lacrampette
“Médium” en plena interacción con la camanchaca y la oscuridad de la noche © Mauricio Lacrampette
“Médium” en plena interacción con la camanchaca y la oscuridad de la noche © Mauricio Lacrampette
“Médium” en plena interacción con la camanchaca y la oscuridad de la noche © Mauricio Lacrampette
“Médium” en plena interacción con la camanchaca y la oscuridad de la noche © Mauricio Lacrampette
“Médium” en plena interacción con la camanchaca y la oscuridad de la noche © Mauricio Lacrampette

Aquí les dejamos un video:

 


Notas

¹ La camanchaca (del aimará kamanchaka, “oscuridad”) «es un tipo de neblina costera, dinámica y muy copiosa. Se trata de condensación en altura que se mueve hacia zonas costeras por el viento y se produce gracias al anticiclón del Pacífico (…) Específicamente, durante el día el mar absorbe calor irradiado por el sol actuando como moderador térmico. Durante la noche y la madrugada libera este calor, que a la vez produce vapor. Este vapor en la mañana no sube lo suficiente a causa del anticiclón del Pacífico y permanece (…) A medida que transcurre el día esta vaguada se calienta con el sol y se eleva (…)”. Ver Wikipedia <www.wikipedia.com> 
²
Ver Christian Norberg-Schulz, Genius Loci, Towards a Phenomenology of Architecture (New York: Rizzoli, 1991).
³ Médium: “(Del lat. medĭum, medio). 1. com. ‘Persona a la que se considera dotada de facultades paranormales que le permiten actuar de mediadora en la consecución de fenómenos parapsicológicos o de hipotéticas comunicaciones con los espíritus”. Ver Diccionario de la Real Academia Española <www.rae.es> 

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