Hace unos años en Ladera Sur compartimos con ustedes un trekking espectacular que se interna por bosques nativos de coigües, robles, lengas y ñirres, para llegar a la laguna Pirquinco. Un trekking que lleva a los paisajes montañosos de la Región del Biobío que nada tienen que envidiar a los de la Patagonia. Lamentablemente, hoy nos vemos en la obligación de hacer un llamado a toda la comunidad… no digo a los amantes de la naturaleza, porque nos cuesta creer que alguien que realmente ame la naturaleza, sea capaz de dañarla tanto y, si es así, estamos ante un GRAN problema.

©Parque Pirquinco
©Parque Pirquinco

Pero partamos por el inicio… en Ladera Sur creemos en la importancia que tiene la naturaleza en la vida del ser humano y en los múltiples beneficios que ésta nos entrega al estar al aire libre y sentir la humedad del bosque, el sonido de un río, el canto de los pájaros o la vitalidad de una cascada. Por lo mismo buscamos compartir con la mayor cantidad de personas esta pasión por lo que nos rodea; de incentivarlos a pasar más tiempo al aire libre; de reconocer la vida con la que compartimos este planeta, valorarla y protegerla. Queremos que salgan a explorar y disfrutar de la naturaleza, pero siempre con respeto, consciencia y responsabilidad. Lamentablemente sabemos que esto no siempre es así…

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Hace un tiempo Francisco Larraín, dueño del predio Rañil Hueno en el que se emplaza la laguna Pirquinco –porque sí, esta laguna se encuentra en un terreno privado– se acercó a nosotros con una sencilla petición: que lo ayudáramos a visibilizar un problema que pronto ha escalado a niveles impresentables. Y es que la popularidad que ha ganado estos últimos años el sector, ha aumentado rápidamente y con ello, las personas que lo visitan. Hasta aquí, todo podría ser un escenario ideal… eso hasta que comenzamos a ver las consecuencias que este aumento en el flujo de gente ha tenido: la laguna Pirquinco, al igual que otros rincones naturales de la zona, se está llenando de basura.

©Parque Pirquinco
©Parque Pirquinco

En vista de esta problemática, Francisco decidió tomar medidas. No cerró el acceso como muchos otros podrían haber hecho, él quiere que los visitantes tengan la oportunidad de conocer y disfrutar de este pequeño paraíso. Sin embargo decidió cobrar una entrada para, de alguna forma, poner orden y mantener sus terrenos en buenas condiciones. El problema, es que esta solución no sólo no ha sido suficiente, sino que, por alguna extraña razón, ha dado a los visitantes la idea de que ahora más que nunca tienen derecho de botar su basura donde se les dé la gana.

©Parque Pirquinco
©Parque Pirquinco

Muy poca gente vuelve con su basura y ahora que se cobra, menos. Yo cobro no por recoger su basura, sino porque el camino lo hicimos nosotros y lo mantenemos nosotros. Se sacan árboles que caen, se arregla el camino a pala por el agua y se arreglan puentes, porque se los lleva el agua”, asegura Francisco. Además, agrega que así busca disminuir la cantidad de personas que entran y el impacto que generan en la naturaleza. “A este lugar viene sólo gente a carretear, donde toman, hacen muchísimo ruido, alojan donde quieren, incluso a mitad del camino y me hacen fuego en todos lados… de hecho ya se quemaron 5 hectáreas en la laguna. Y para qué hablar de la cantidad de papeles con caca que hay en el lugar”, cuenta. Lo peor es que muchos incluso han adoptado una actitud agresiva. “Ya le han pegado a la gente y una vez casi me pegaron a mí entre cuatro. Tuve que ir a buscar más gente para echar a esos personajes”, dice.

Francisco asegura que esto no sólo está ocurriendo en la laguna Pirquinco, sino que también en otras aledañas como Cañicura o la laguna Aguas Blancas. Y que esta misma situación ocurrió antes en la laguna de la Plata, en la Región de Ñuble, donde finalmente se cerró el acceso –y se mantendrá cerrado de manera indefinida según han informado–.

©Parque Pirquinco
©Parque Pirquinco

Aquí el mensaje es claro. Chile es un país de paisajes privilegiados y depende de nosotros que éstos se mantengan así. Sería una lástima ver cómo la laguna Pirquinco y otros tesoros naturales a lo largo del país, terminaran convirtiéndose en un verdadero basural, una zona contaminada donde no sólo perderíamos una oportunidad única de disfrutar de su entorno, sino que donde además su flora, fauna y las comunidades que se desarrollan a su alrededor, se vean perjudicadas por nuestras acciones.

La próxima vez que salgas a recorrer recuerda informarte sobre el destino, respetar la vida que te rodea, no salirte de los senderos, ir bien equipado y hacerte cargo de tu basura.

©Santiago Soto Aguilar
©Santiago Soto Aguilar

Para quienes quieran visitar la laguna Pirquinco las puertas están abiertas, siempre y cuando se sigan las siguientes reglas:

  1. No botar basura de todo tipo (orgánica, plásticos, papel confort, etc.)
  2. No beber alcohol
  3. No hacer ruidos molestos –no están solos en el lugar–
  4. Cuidar el agua –10 familias y un centro de alojamiento completo dependen del estero–
  5. Hacer hoyos de gato al ir al baño
  6. No destruir la flora y fauna del lugar –no pescar, no cazar y no destruir los arbustos y árboles–
  7. Sólo hacer fuego en el lugar demarcado –se comparte un fuego para todos–
  8. Inscribirse en el inicio del trekking y pagar la entrada*

Horario: Entrada abierta de lunes a domingo de 7.30 am a 18.00 pm

*La entrada está a $3.000 pp, sujeta a cambios.

Francisco Larraín, dueño del predio en el que se emplaza la laguna además hace un llamado a NO acampar a orillas de la laguna, sino en los lugares que han establecido: «Estamos haciendo un refugio y camping abajo para que no alojen en la laguna. Ya hay 3 senderos nuevos en el campo, Mirador La Pepa y Mirador de Los Cóndores. Alojar en el camping o refugio, da derecho a ir a la laguna y otros senderos».

Más info sobre el parque en su página de facebook.

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