Cerros isla: Los refugios climáticos de las ciudades de Chile
Son parte del paisaje y una característica esencial de muchas de las ciudades Chile, irguiéndose como una maravillosa fuente de naturaleza en medio de los edificios y construcciones de concreto. Hablamos de los cerros isla, pequeños cerros que irrumpen en la civilización y que tienen un valor intrínseco para los habitantes citadinos, a pesar de que muchas veces pasen desapercibido. Lo cierto es que los cerros nos brindan múltiples servicios ecosistémicos, convirtiéndose en verdaderos refugios ante los efectos del cambio climático, tanto para la biodiversidad nativa como para los habitantes de las ciudades aledañas. Además, han sido participes de nuestra historia a lo largo de los años, representando un valor social y cultural para diversas etnias y civilizaciones que han habitado nuestro país. ¿Quieres saber más? A continuación, te contamos todos los detalles.
Una de las consecuencias más maravillosas de contar con dos cordilleras, la de Los Andes y la de La Costa, es que a lo largo de nuestro territorio podemos observar una gran presencia de cerros al interior de los valles, los cuales, en muchas ocasiones, irrumpen en la urbanización y se convierten en verdaderos hitos geográficos de nuestras ciudades, siendo parte de nuestra identidad y cultura.
Son los denominados cerros isla, verdaderos guardianes tectónicos de nuestro paisaje, que no solo representan un valor étnico y social para muchas culturas de nuestro territorio, sino que también proveen un sinfín de beneficios para la biodiversidad y se alzan como verdaderos refugios climáticos ante la crisis climática.
Lo cierto es que los cerros isla cumplen una función esencial no solo para la flora y fauna que habita en ellos, sino que también para las mismas ciudades que se asentaron a su alrededor. Son una fuente de naturaleza en medio de las construcciones y el asfalto, siendo considerados como espacios con un gran potencial como parques urbanos. Solo en Santiago existen 26 cerros isla, de los cuales 10 son o están en camino a ser parques urbanos y se encuentran en lugares icónicos de la ciudad como es el caso del Cerro Santa Lucía, Cerro San Cristóbal, Cerro Calán y Cerro Chena.
“Los cerros isla tienen un valor incalculable. Dentro de lo que nosotros hemos ido viendo en nuestras investigaciones es que los cerros islas son, efectivamente, refugios para las personas y refugios bioculturales en el sentido que integran una alta biodiversidad y también una gran cantidad de conocimientos locales y culturales”, asegura Cristóbal Pizarro, Doctor en Sustentabilidad Ecológica y Social de la University of Waterloo, Canadá; académico de la facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción e Investigador del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB).
Islas de frescor en medio de las ciudades
Las olas de calor y las temperaturas extremas son eventos cada vez más frecuentes por causa, principalmente, del cambio climático. Y en ese sentido, las ciudades son las más afectadas debido a lo que se conoce como islas de calor urbano. Esto es un fenómeno que se produce cuando las ciudades reemplazan la cobertura vegetal del suelo con densas concentraciones de superficies que absorben y retienen el calor, como el cemento y los edificios, generando el aumento de la temperatura del aire al interior del área urbana.
Ante esto, las áreas verdes y los cerros isla se alzan como verdaderos refugios climáticos, que nos permiten escapar del calor de las ciudades y tener un encuentro con la naturaleza y todos los beneficios que esta nos provee. Los cerros isla son importantes no solo por su valor a nivel paisajístico, sino que también por su rol frente a la mitigación de los efectos del cambio climático y sus beneficios para la salud de las personas.
Vale decir que los cerros isla son capaces de regular la temperatura ambiental, en primer lugar, a partir de la sombra. Esto ya que el follaje de los árboles, arbustos y plantas permite una reducción directa de la temperatura a través de la interrupción de la radiación solar, la cual, además, se amplifica en el cemento. Por otro lado, las plantas también transpiran agua durante el día a través de sus hojas, generando una mayor humedad en el ambiente y ayudando a disipar el calor. Todo eso sin considerar su función en la captura de contaminantes ambientales y su capacidad de captación de aguas lluvia, una característica muy importante si consideramos la impermeabilidad que le hemos dado a los suelos de la ciudad producto del cemento.
Asimismo, otro de los beneficios de los cerros isla es que contribuyen a la conservación de la biodiversidad en zonas donde cada vez es más difícil encontrar lugares donde la naturaleza subsista sin perturbación humana. Además, se alzan como lugares donde la fauna nativa puede encontrar alimento y refugio dentro de la ciudad, sobre todo en tiempos de crisis. En ese sentido, los cerros isla, incluso, pueden mantener especies que en su distribución natural se encuentran amenazadas.
Por otra parte, no podemos olvidar los beneficios que la naturaleza tiene para la salud de las personas. Y es que las áreas verdes pueden ayudarnos a disminuir el estrés y la ansiedad, así como mejorar nuestro ánimo, concentración y capacidad de aprendizaje. Así lo indica María Catalina Picón, directora ejecutiva Fundación Cerros Isla: “En términos sociales, son lugares donde uno puede bajar niveles de estrés y ayudan no solo en términos de salud física, sino que también mental. Uno se puede sentir mejor mentalmente en un cerro por tener contacto con la naturaleza. Mucha gente se dio cuenta del potencial que tienen los cerros isla en la pandemia, porque finalmente eran lugares donde podías escapar del estrés de la ciudad y tener un tiempo de relajo y cambiar de ambiente”.
Por otra parte, es importante clarificar que los cerros deben estar en un buen estado ambiental para poder entregar todos estos beneficios ecosistémicos, por lo que es sumamente relevante conservar y restaurar la naturaleza subyacente en estos lugares. Como puntualiza la directora ejecutiva de la Fundación Cerros Isla: “Hay un estudio, por ejemplo, que indica que cuando el cerro Renca estaba en su máximo estado de degradación producía más calor que humedad ambiental. Entonces, en ese sentido, es muy importante cuidar la flora de los cerros, porque si están en un estado de degradación no van a poder cumplir con el servicio ecosistémico que es bajar las temperaturas de la ciudad en el caso de los cerros islas que se encuentran en las zonas urbanas”.
Refugios bioculturales al centro de la urbe
También es importante destacar que los cerros isla no solo son relevantes por su potencial como refugios climáticos, sino que también son sitios de suma importancia cultural y social. Vale decir que los cerros isla han sido participes de nuestra historia durante miles de años, dando forma al paisaje y entregándonos una identidad geográfica y territorial. Por ello, se constituyen como espacios que representan un gran valor para diversas etnias y civilizaciones que han habitado este territorio a lo largo de los años.
“Pensemos que los cerros isla son lugares que quedaron fuera de la glaciación, entonces fueron un refugio para la mayoría de la biodiversidad que encontramos al día de hoy. Muchas especies sobrevivieron y se dispersaron gracias a estos lugares, por eso es que tienen una significancia cultural tan importante también. Esto es conocido desde hace mucho tiempo. Entonces, bajando la escala, se puede decir que los cerros isla son pequeños Nahuelbutas que contribuyeron a mantener la vida durante la última glaciación”, señala Cristóbal Pizarro.
Si bien, los desastres naturales se han visto potenciados durante las últimas décadas producto del cambio climático, estos no son fenómenos nuevos, sino que siempre han ocurrido y han generado diversos estragos en el territorio. En ese sentido, los cerros isla se han erguido como verdaderos refugios ante los desastres de la naturaleza.
“Frente a los desastres naturales particularmente, los cerros isla han tenido un rol muy relevante. Tan relevante que para la cultura lafkenche los cerros son representaciones de Trentren, que es la serpiente terrestre que combate tiempo en tiempo con Caicai, la serpiente marina, que es cuando ocurren los maremotos básicamente. Entonces los cerros, cuando ocurren maremotos, terremotos e inundaciones, sirven y han servido de refugio para las personas durante miles de años. Entonces estos lugares tienen un contexto ancestral y una importancia cultural y social desde hace miles de años”, agrega Pizarro.
Cabe destacar igualmente que estos cerros isla, en muchas ocasiones, poseen quebradas con bosque nativo y/o vertientes de agua que han servido a la gente también en momentos de crisis.
Por otra parte, los cerros también son sitios que nos permiten entender el paisaje y desarrollar una identidad geográfica y territorial, irguiéndose como sitios sagrados para muchos de nuestros antepasados. De hecho, en muchos de ellos aún se realizan ceremonias y rituales. “Los cerros isla normalmente hay miradores en los que uno puede observar el paisaje, el contexto que te rodea. Es muy difícil a veces percibirse dentro de nuestro territorio, incluyendo su geografía. Entonces los cerros isla son sitios de significación popular tremenda porque nos permiten entendernos dentro del paisaje, recrearnos en la naturaleza con todos los beneficios terapéuticos que tienen, nos brindan agua en momentos de crisis y refugio en un momento de tsunamis y maremotos. Y eso ha sido así durante miles de años”, puntualiza el académico de la Universidad de Concepción.
Los cerros isla como parques urbanos
Todos los cerros isla de nuestro país han sido transformados por las actividades humanas a lo largo de la historia, desde la extracción de leña y pastoreo durante la colonia hasta la urbanización y la extracción de áridos que ocurre en la actualidad. Ya en el siglo XVII existían registros coloniales sobre la utilización de distintas especies para la construcción de casas, la extracción de saponina y para la fabricación de leña y carbón. Asimismo, los archivos coloniales registran la extracción de áridos para la construcción y pavimentación de calles como ocurrió en los cerros Santa Lucía (Huelén), Blanco y San Cristóbal.
Pese a lo anterior, la mayoría de los cerros isla todavía cuenta con una proporción importante de vegetación nativa y espacios abiertos sin edificaciones. Sin embargo, se encuentran altamente degradados por la actividad humana. Actualmente, los principales factores de degradación de los cerros son las quemas intencionadas, los depósitos informales e ilegales de basura, la extracción de madera, áridos y follaje, el tránsito de vehículos motorizados y la urbanización, que constantemente amenaza sus hábitats naturales, aislando poblaciones de flora y fauna e impidiendo la conectividad del paisaje.
Lamentablemente, a pesar de la importancia de los cerros isla en las ciudades chilenas, existe a nivel nacional una ausencia del concepto “cerro isla” en los instrumentos de planificación, es decir, no existe una definición de usos regulados o zonificados que los identifique dentro del territorio para poder protegerlos o integrarlos dentro de la planificación territorial, por lo que coexisten destinos diversos.
Para potenciar el desarrollo de nuestros cerros isla como parques urbanos e incorpóralos de forma efectiva en la planificación urbana, en primer lugar, es necesario tomar conciencia respecto a la importancia de estos lugares para la biodiversidad y para los seres humanos.
“En el caso de la pandemia, donde fueron lugares increíbles para las personas porque le ofrecieron 20.000 beneficios, los cerros se deterioraron mucho, específicamente por el mal uso que le dieron las personas. Eso quiere decir, por ejemplo, el caminar por cualquier lado, llevar mascotas, no llevarte tu basura, entre otras cosas que finalmente, en el largo plazo, van deteriorando el lugar. Entonces es importante no solo exigir acceso, sino también ser consciente de la importancia de cuidar estos lugares”, puntualiza la directora ejecutiva de la Fundación Cerros Isla.
Por su parte, el académico de la Universidad de Concepción agrega: “Siempre va a haber una tensión permanente con la expansión urbana. Los cerros isla son territorios super preciados para la construcción urbana. Entonces cada vez están perdiendo un pedacito más, una hectárea más, y a eso si le sumamos los incendios, tenemos un escenario no tan alentador para estos recursos. Sin embargo, en relación con los incendios y las mismas olas de calor, la gente está valorando mucho más lo que significa tener un bosque húmedo en una quebrada en un cerro isla. Entonces tenemos la oportunidad para empujar su conservación desde distintos lados. Cuando realizamos trabajos de regeneración y conservación, contamos con el apoyo normalmente las personas que viven en estos lugares, que saben la importancia que tienen y eso en el fondo es una ventaja comparativa que no existía hace años atrás”.
Vale destacar que la Fundación Cerros Isla se encuentra trabajando en un proyecto que busca generar mecanismos de compensación ambiental para tratar de introducir muchos más árboles dentro de estos cerros islas. En ese sentido, los cerros isla de Chile no solo podrían desarrollarse como increíbles parques urbanos, sino que también, si están muy bien arborizados, podrían transformarse en elementos que podrían ayudar muchísimo a bajar la temperatura de las ciudades y ayudar a mitigar los efectos del cambio climático.