El cerro Calán es uno de los 26 cerros isla que se encuentra en la trama urbana de Santiago. Ubicado en la comuna de Las Condes, este cerro resguarda un importante patrimonio histórico, desconocido por muchos.  

En su cima, a 860 metros sobre el nivel del mar, yace el Observatorio Astronómico Nacional, uno de los enclaves de desarrollo astronómico más importantes de Sudamérica durante la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. Desde la era prehispánica los cerros isla fueron utilizados como observatorios naturales, por poseer una privilegiada geografía que permitía observar mejor el cielo desde el valle.  

Pero el Observatorio Astronómico Nacional no siempre se ubicó en el cerro Calán, sino que su historia se remonta a otro cerro isla emblemático de la capital: el cerro Santa Lucía. En 1849, una expedición de la armada estadounidense dirigida por el teniente James Melville Gilliss, del Observatorio Naval de Washington, llega a Chile con el objetivo de estudiar la distancia entre la Tierra y el sol, a través de observaciones de Marte y Venus. Así es como llegan al cerro Santa Lucía, ubicado en ese entonces en la periferia de Santiago, donde montan un observatorio aprovechando los fuertes españoles abandonados que se encontraban en la cima.  

El 17 de agosto de 1952, una vez terminada la expedición, el gobierno de Chile, bajo la presidencia de Manuel Montt compra, por la suma de ocho mil pesos, las edificaciones y los instrumentos astronómicos que habían sido instalados. Estos consistían en telescopios refractores de montaje ecuatorial, un círculo meridiano, un reloj patrón de tiempo sideral y tres cronómetros de marina. Así nace el Observatorio Astronómico Nacional, el segundo observatorio más antiguo de Sudamérica después del de Rio de Janeiro.  

Este observatorio fue la cuna del desarrollo astronómico del país y fue uno de los más activos de Sudamérica, hasta que, a mediados del siglo XIX, fue desplazado por el creciente desarrollo urbano en el sector. Luego de trasladarse a tres ubicaciones distintas en la capital, el observatorio fue a parar a la cima del cerro Calán, a 134 metros de altura.  

El cerro Calán, conocido en ese entonces como ‘Qala’ (“totalmente desnudo” en quechua), era parte de la Hacienda Apoquindo, un conjunto de chacras y campos cultivables. Esta área era propiedad de la Sociedad Avenida Apoquindo que, en 1954, empieza a lotear sus tierras para comenzar un proceso de urbanización. Este contempló la donación de las 56 hectáreas del cerro Calán a la municipalidad para el desarrollo de áreas verdes.  

Fue entonces cuando, a fines de los 50, la municipalidad firma un convenio con la Universidad de Chile para instalar el Observatorio Astronómico Nacional en la cumbre del cerro Calán, con la condición de convertir el resto del cerro en un parque.  

El diseño del observatorio fue llevado a cabo por los arquitectos Isidoro Latt Arcavi y Enrique Marchetti Rolle. Las obras se llevaron a cabo entre 1956 y 1962 y contemplaron la construcción de caminos, tres cúpulas principales, una cámara de relojes, un edificio administrativo, una torre solar, una torre de agua, las casas del director y de los astrónomos, entre otros. 

El observatorio funcionó durante varias décadas, pero el acelerado crecimiento urbano significó el término de su etapa como sitio de observaciones profesionales, debido al impacto de la contaminación lumínica. Hoy alberga al departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile y funciona como un lugar de investigación, recepción de datos y de turismo astronómico. Su legado patrimonial persiste y cada año, durante el Día de los Patrimonios, el observatorio abre sus puertas al público.  

El parque que estaba contemplado en la ladera del cerro no se concretó hasta que, en 2019, la Municipalidad de Las Condes firma un nuevo convenio con la Universidad de Chile para realizar un parque urbano que funcionara tanto como espacio público recreacional, como espacio natural de preservación.  

El diseño del parque fue sometido a concurso público y se hizo realidad en 2021. Desarrollado en la ladera del cerro, el Parque Observatorio Cerro Calán contempla 45 hectáreas circundadas por un sendero de dos kilómetros con increíbles vistas a la ciudad, el que es de acceso gratuito.  

El proyecto también contempló una estrategia de restauración ecológica que busca potenciar el cerro Calán como espacio natural que, junto al sistema de cerros isla y cuerpos fluviales que recorren el valle, conforman un corredor biológico de gran importancia.  

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