Antes de los clásicos motes con huesillo mirando al sur de Santiago, a los pies de la cumbre del cerro San Cristóbal, está la Plaza México. Esa rotonda por la que hemos pasado tantas veces, comunica con una pequeña escalera que desciende por la ladera sur del cerro y nos lleva a este increíble jardín secreto llamado “Vivero Cumbre”, del cual tuve la suerte de ser testigo de su historia reciente.

La Fundación Sendero de Chile recibió la tarea de recuperar este espacio público abandonado y transmutarlo en esta nueva instancia comunitaria de gran alcance. Alguna vez, la ladera fue intervenida con pircas que aterrazaron la pendiente, luego del abandono, la naturaleza fue sorprendida en pleno proceso digestivo del lugar y detenida, solo momentáneamente, para dar paso a esta revitalización.

© Amelia Ortúzar
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Además de las terrazas, había algunas construcciones que podían albergar oficinas y salas de reuniones. También había todo un sistema de riego atrofiado por el desuso pero recuperable por la tenacidad puesta en el proyecto. Así, luego de meses de trabajo, las terrazas, las planzas y las oficinas estuvieron listas para recibir las primeras semillas, dar los primeros riegos y recibir a las personas para las primeras reuniones de planificación.

Hoy, el Vivero Cumbre es un gran espacio para las plantas domesticadas; hay un espacio con un jardín de plantas suculentas y cactus, unas terrazas con hierbas medicinales y gran variedad de hortalizas que dan alimento a los visitantes. La actividad que mantiene a estos jardines integrados al proyecto genera mucha materia orgánica, la cual es tratada mediante lombricultura para ser convertida en humus, el mejor fertilizante del universo.

© Amelia Ortúzar
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Así es, la materia y la energía circulan por este lugar, a través de los días y las estaciones en un constante ciclo transformador: las semillas son sembradas, germinan y dan frutos, los frutos son comidos por las personas y el resto de la planta es entregada a las lombrices las que un año después nos dan este maravilloso fertilizante orgánico y natural que es puesto a disposición de las plantas para que estén más fuertes, más lindas y nos den más y mejores frutos. Ciclo descubierto hace como 10.000 años y que puede ser implementado eternamente si respetamos la capacidad de carga del ecosistema.

Con todas estas características, este lugar se ha convertido en un referente de la agricultura urbana, acogiendo numerosos talleres y actividades de voluntariado, en los cuales se aprende y se enseña, se recibe y se da. Pero sobre todo se desborda esta energía renovadora que sentimos cuando hacemos actividades comunitarias y sustentables.

Este es el calendario de actividades para mayo. Hay muchas, son todas muy entretenidas y además son de la nueva era. Pueden seguir las actividades del Vivero Cumbre en su página de Facebook y enviar sus consultas o inscribirse en el siguiente mail talleres@senderodechile.cl.

© Amelia Ortúzar
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